LECCIONES SOBRE APOCALIPSIS (Sugerido para Jóvenes y Adultos)
ESTUDIO DEL
APOCALIPSIS DE JUAN
INTRODUCCIÓN
El Apocalipsis es no solo un libro diferente a todo el NT , sino también notoriamente difícil de entender para el hombre moderno. En consecuencia, se ha abandonado muchas veces como totalmente ininteligible, y algunas veces se ha convertido en el terreno reservado de los excéntricos religiosos, que encuentran en él evidencias para sus propias excentricidades. Muchos han hecho hincapié en la ininteligibilidad del Apocalipsis, y no pocos han discutido su derecho a formar parte del Nuevo Testamento.
Por otra parte hay algunos en cada generación que aman este libro.
Este libro nos resultará difícil pero, sin duda, nos resultará también que valía la pena estudiarlo hasta que nos descubra sus riquezas.
1-La literatura Apocalíptica
Apocalipsis es la transcripción de su nombre en griego, Apocálypsis, que significa Revelación. Entre el Antiguo y el Nuevo Testamento se desarrolló una gran masa de lo que llamamos literatura apocalíptica, producto de una esperanza judía inextinguible…
La Historia era para los judíos un catálogo de desastres por los que se iba haciendo claro que ningún libertador humano podría rescatarlos.
Los judíos dividían la historia del tiempo en dos edades. Estaba esta edad presente, que era absolutamente e irremediablemente mala, que acabaría en una destrucción total, y estaba la edad por venir, la edad de oro de Dios, en la que todo sería paz, prosperidad y justicia, y el pueblo escogido de Dios sería vindicado por fin y ocuparía el lugar que le correspondía por derecho propio.
Los judíos creían que el cambio no se podría producir nunca por intervención humana, y por tanto esperaban una intervención directa de Dios. Él Se presentaría en el escenario de la Historia para desterrar de la existencia este mundo presente e introducir la edad de oro de los judíos. Ese día se llamaba EL Día del Señor, y sería un tiempo terrible de terror y destrucción y juicio que serían los dolores de parto de la nueva era…Toda la literatura apocalíptica trataba de estos acontecimientos: el pecado de esta edad presente, los terrores del tiempo intermedio y las bendiciones de la edad por venir y se compone exclusivamente de sueños y visiones del fin del mundo…
Cuanto más los oprimía algún poder extranjero, más soñaban con la destrucción de ese poder y con su propia vindicación. Pero no habría hecho más que empeorar la situación el que el poder opresor hubiera podido entender esos sueños escritos; se habrían interpretado como obras de revolucionarios rebeldes. Tales libros, por tanto, se solían escribir en código, revistiéndose a propósito en un lenguaje ininteligible para los de fuera…
Nuestro Apocalipsis es un apocalipsis cristiano y se escribió siguiendo exactamente el esquema judío y la concepción básica de las dos edades. La única, pero fundamental, diferencia es que sustituye el Día del Señor por la Segunda Venida de nuestro Señor Jesucristo.
2-Apocalíptica y Profecía
La diferencia entre los profetas y los apocaliptistas era muy real. Había dos diferencias principales, una en cuanto al mensaje y otra en cuanto al método.
El profeta pensaba en términos del mundo presente. Su mensaje era a menudo un clamor por justicia social, económica y política; y era siempre una llamada a obedecer y servir a Dios en el mundo presente.
Para el apocaliptista el mundo ya no tenía remedio; creía, no en su reforma, sino en la desaparición de este mundo presente y contemplaba la creación de un mundo nuevo cuando este ya hubiera sido deshecho por la ira vengativa de Dios.
Además vemos que el mensaje del profeta era hablado, y el del apocaliptista era siempre escrito, por los riesgos descriptos precedentemente.
A pesar de esta diferencia muchos intérpretes entienden que nuestro Apocalipsis es también un libro profético por declaraciones que hace el mismo Juan (10:11; 22: 7, 10, 18)
3-El Autor
El autor del Apocalipsis se llamaba Juan. Empieza diciendo que Dios envió a Su siervo Juan las visiones que va a relatar (1:1).
Vivió en Asia en la misma esfera que los cristianos de las siete Iglesias. Se identifica como hermano de los destinatarios de su carta; y dice que él está pasando por las mismas tribulaciones que ellos (1:9).
Estaba empapado en el Antiguo Testamento: lo cita o alude 245 veces... Sus favoritos eran Isaías, Daniel, Ezequiel, Salmos, Éxodo, Jeremías, Zacarías. No solo conocía el Antiguo Testamento íntimamente, sino estaba familiarizado con la literatura apocalíptica que floreció entre los dos Testamentos.
Se identifica como profeta, y en ello basa su derecho a hablar. Aquí es donde radica la autoridad de Juan. No se identifica como apóstol, como hace Pablo cuando quiere reclamar su derecho a hablar. No tiene una posición oficial o administrativa en la Iglesia; es un profeta. Escribe lo que ve; y como lo que ve viene de Dios, su palabra es fiel y verdadera (1:11,19).
Algunos (Barckay, base de nuestro estudio incluido) dudan que haya sido Juan el apóstol de Jesús porque no se habría identificado entonces como profeta.
Hay también notables diferencias en el griego usado entre el Evangelio de Juan y Apocalipsis (aquel es muy superior)… Pero al mismo tiempo se advierten suficientes semejanzas de pensamiento y lenguaje como para dejar bien claro que ambos libros proceden del mismo centro y del mismo mundo de pensamiento.
Pero muchos otros críticos sostienen la paternidad literaria del apóstol Juan, basados en el testimonio de los creyentes primitivos que no dudaron al respecto. Transcribimos algunas opiniones:
“ No se puede ignorar el testimonio de la Iglesia primitiva en cuanto a la paternidad de Juan. El Apocalipsis es citado con el nombre de su autor en fechas aun más antiguas que cualquier otro libro del Nuevo Testamento, con excepción de 1 Corintios...”
“Las investigaciones modernas suelen agrupar los escritos atribuidos a Juan y algunas llegan a afirmar que pertenecen a una comunidad denominada "juanina". Esta postura no indicaría necesariamente la autoría directa del apóstol Juan, pero sí que una comunidad fuertemente influenciada por él, sería la que generaría estos documentos. Así, aunque Juan no hubiera escrito de puño y letra el Apocalipsis, sería como si lo hubiera hecho a través de esta comunidad.”
La autoría definitiva, como todos los libros de la Biblia, debe atribuirse al Señor…
4-La fecha de su escritura
La tradición nos dice que Juan fue desterrado a Patmos en tiempos de Domiciano; que tuvo allí las visiones; a la muerte de Domiciano fue liberado y volvió a Éfeso, donde escribió las visiones que había tenido…Pero si la intención era animar a los cristianos bajo el imperio de Domiciano; y Juan hubiera escrito después de la prisión, tal vez hubiera sido algo tarde como estímulo…
Basándonos en esta evidencia no erraremos mucho si fechamos Apocalipsis hacia el año 95 d.C.
Domiciano (81-96 d.C.) era un demonio que se creía un dios e inició una campaña de persecución cruel contra todos los que no le adoraran, especialmente a los judíos y los cristianos… Este es el trasfondo del Apocalipsis…
¿Qué podían hacer los cristianos? ¿Qué esperanza tenían? Para animar a los cristianos en tales circunstancias se escribió Apocalipsis. Juan no cerraba los ojos a las cosas terribles que estaban sucediendo, pero por encima de ellas vio la gloria que esperaba a los que desafiaran al césar en su amor a Cristo. Apocalipsis es un toque de clarín a ser fieles hasta la muerte para ganar la corona de la vida.
Versículo para aprender:
“Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida”
Apoc. 2: 10b
Lección nº 1:
LA REVELACIÓN FINAL DE DIOS
Apocalipsis 1: 1-3
1-La Revelación de Dios a los Hombres
Apocalipsis 1:1-3
Este libro se llama en algunas versiones Revelación y en otras Apocalipsis. Empieza con las palabras «La revelación de Jesucristo,» lo que quiere decir, no la revelación acerca de Jesucristo, sino la revelación hecha por Jesucristo. La palabra griega para revelación es apokálypsis, que tiene una larga historia del NT (Gálatas 2:2; Gálatas 1:12; 1 Corintios 14:6; Romanos 16:25; Efesios 3:3; Efesios 1:17). En todas estas citas se refiere a la necesaria Revelación de Dios para que el hombre pueda conocerle…
No podemos por menos de ver que aquí tenemos un cuadro de la totalidad de la vida cristiana. No hay parte de ella que no sea iluminada por la revelación de Dios. Dios nos revela lo que hemos de decir y hacer; en Jesucristo, Él Se nos revela a Sí mismo, porque el que ha visto a Jesucristo ha visto al Padre (Juan 14:9); y la vida discurre hacia la gran revelación final en la que habrá juicio para los que no se hayan sometido a Dios, pero gracia y gloria y gozo para los que estén en Jesucristo.
2-Los Intermediarios de la Revelación
Apocalipsis 1:1-3 (continuación)
La revelación tiene su origen en Dios, fuente de toda verdad. Toda verdad que descubren las personas es dos cosas: un descubrimiento de la mente humana, y un don de Dios.
Dios nos ha dado la mente a las personas, y es a menudo a través de la mente como nos habla. Dios envía su verdad a la persona que piensa intensamente y que también espera reposadamente en oración y devoción.
Dios da Su revelación a Jesucristo (Juan 7:16; Juan 8:28; Juan 12:49). Es la verdad de Dios lo que Jesús trae a los hombres; y por eso su enseñanza es única y definitiva.
Jesús envía Su revelación a Juan por medio de Su ángel (Apocalipsis 1:1). El ángel es considerado el intermediario entre la grandeza sublime del Señor, y los hombres mortales.
Y por último, la revelación se le da a Juan…Dios tuvo que encontrar una persona para confiarle su verdad y usarla como su boca.
Notemos ahora el contenido de la revelación que viene a Juan. Es la revelación de «las cosas que deben suceder próximamente» (Apocalipsis 1:1). Aquí tenemos la prueba de que es totalmente equivocado usar el Apocalipsis como una visión de lo que fuera a ocurrir miles de años después. Según lo ve Juan, las cosas de que trata están para desarrollarse inmediatamente.
El Apocalipsis debe interpretarse sobre el trasfondo de su propio tiempo.
3-Los siervos de Dios
Apocalipsis 1:1-3 (continuación)
En griego se usa doulos, y en hebreo `ébed, que son difíciles de traducir satisfactoriamente. La traducción normal de doulos es siervo, esclavo. El verdadero obrero de Dios es de hecho su esclavo.
De esto se deducen dos cosas.
-Los hombres más importantes consideraban su más alto honor el hecho de ser siervos de Dios.
-Debemos notar la amplitud de este servicio: Moisés, el legislador; Abraham, el aventurero peregrino; David, el zagal, el dulce cantor de Israel, el rey de la nación; Josué y Caleb, soldados y hombres de acción; Elías e Isaías, profetas y hombres de Dios; Job, fiel en la adversidad; los apóstoles, que comunicaron a la humanidad la historia de Jesús; todos los cristianos somos siervos de Dios. No hay nadie a quien Dios no pueda usar si se somete a Su servicio.
4-Los que serán benditos de Dios
Apocalipsis 1:1-3 (conclusión)
Este pasaje finaliza con una bendición triple.
-La persona que lea estas palabras será bienaventurada o bendita. Se debe notar que el lector que se menciona aquí no es el lector privado, sino el que lee públicamente la Palabra de Dios en presencia de la congregación. La Iglesia Cristiana adoptó esta costumbre del orden de la sinagoga, y la lectura de la Escritura siguió ocupando una parte central del culto.
-La persona que oiga estas palabras será bendita. Haremos bien en recordar cuán gran privilegio es escuchar la palabra de Dios en nuestra propia lengua, privilegio por el que se ha pagado un precio muy elevado.
-El que guarde estas palabras será bendito. Oír la Palabra de Dios es un privilegio; obedecerla, es un deber. No es un cristiano verdadero el que oye la Palabra y la olvida o descuida deliberadamente.
La Iglesia Original vivía en la expectación de la Segunda Venida de Jesucristo, y nadie sabe cuando recibirá la llamada para salir de este mundo; y, para encontrarse con Dios… Por eso se ha de añadir al escuchar con el oído el obedecer con fidelidad toda la vida.
Versículo para aprender:
“Bienaventurados el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía…”
Apoc. 1: 3a
Lección nº 2
EL MENSAJE DE PRESENTACIÖN
Apocalipsis 1: 4-6
1-El mensaje y los destinatarios
Apocalipsis 1:4-6
Apocalipsis es una carta, escrita a las siete iglesias que hay en Asia. En el Nuevo Testamento, Asia no es el continente, sino la provincia romana, y su capital era la ciudad de Pérgamo.
Estas siete iglesias no eran las únicas iglesias que había en Asia.
¿Por qué especificó Juan solamente estas siete? Puede que haya más de una razón para esta selección….Pero nos detendremos en una muy interesante:
Una lectura de Apocalipsis, muestra la preferencia que tiene Juan por el número siete. Aparece cincuenta y cuatro veces. Hay siete candelabros (1:12), siete estrellas (1:16), siete lámparas (4:5), siete sellos (5:1), siete cuernos y siete ojos (5:6), siete truenos (10:3), siete ángeles, siete plagas y siete copas (15:6-8). Los pueblos antiguos consideraban el siete como el número perfecto; y se encuentra por todo Apocalipsis.
De este hecho sacaron algunos de los primeros intérpretes una conclusión interesante. Siete es el número perfecto porque representa la plenitud. Por tanto, se sugiere que cuando Juan escribió a las siete iglesias, de hecho estaba escribiendo a toda la Iglesia en general. Esto resulta aún más probable si recordamos lo que Juan repite: «El que tenga oído, que oiga lo que el Espíritu les dice a las iglesias» (2:7, 11, 17, 29; 3:6, 13, 22).
2-La Bendición
Apocalipsis 1:4-6 (continuación)
Empieza mandándoles la bendición de Dios.
Les manda la gracia, que quiere decir todos los dones inmerecidos del amor maravilloso de Dios y les envía la paz, que se describe hermosamente como « la armonía entre Dios y el hombre restaurada mediante Cristo.»
Juan envía la bendición de El Que Era, y Es, y Ha De Venir. Ese es ya en sí un título corriente de Dios. En Éxodo 3:14, la palabra de Dios a Moisés es: « Yo soy el Que soy.»
3-El Espíritu de Dios
Apocalipsis 1:4-6 (continuación)
Cualquiera que lea este pasaje no podrá por menos de sorprenderse de la manera en que se nos presenta aquí la Trinidad.
Hablamos de Padre, Hijo y Espíritu Santo. Aquí tenemos a Dios el Padre, y a Jesucristo el Hijo; pero en vez del Espíritu Santo nos encontramos con los siete Espíritus que están delante de Su trono. Estos siete Espíritus se mencionan más de una vez en Apocalipsis (3:1; 4:5; 5:6).
Esta idea se relaciona con el famoso pasaje de Isaías 11:2, que decía en la Septuaginta, la versión griega del Antiguo Testamento: «El Espíritu del Señor reposará sobre Él, espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de piedad; por este Espíritu estará lleno del temor de Dios.»
El Espíritu, para algunos antiguos, es uno en nombre pero séptuplo en virtudes. Si pensamos en el séptuplo don del Espíritu no nos es difícil pensar en el Espíritu como siete Espíritus, cada uno el dador de un gran don a la humanidad. Así es que se ha sugerido que la concepción de los séptuplos dones del Espíritu fue el origen de la idea de los siete Espíritus que están delante del trono de Dios.
Otros conectan la idea de los siete Espíritus con las siete iglesias. La idea aquí sería que los siete Espíritus representan la gracia del Espíritu que Dios dio a cada una de las siete iglesias. Querría decir qué no se deja a ninguna comunión cristiana sin la presencia y el poder y la iluminación del Espíritu Santo.
No debe tampoco dejarse de lado el significado ya expresado del número siete para los antiguos, lo que nos lleva a pensar en la plenitud de la presencia del Espíritu…
4-La presentación de Jesús
Apocalipsis 1:4-6 (continuación)
En el presente pasaje se le aplican a Jesucristo tres grandes títulos.
-Es el Testigo al que podemos dar crédito. Es una idea favorita del Cuarto Evangelio que Jesús es testigo de la verdad de Dios (Juan 3:11; Juan 18:37). Jesús es el testigo de Dios... Es la Persona que tiene un conocimiento exclusivo y de primera mano de Dios.
-Es el Primogénito de entre los muertos. La palabra original para primogénito es prótótokos: Mediante su Resurrección Jesús obtuvo una victoria sobre la muerte de la que pueden participar todos los que creen en Él.
-Es el Soberano de los reyes de la tierra. Hay aquí una reminiscencia del Salmo 89:27 :« Yo también Le pondré por Primogénito, el más excelso de los reyes de la tierra.» Los eruditos judíos siempre consideraron que aquí se hacía referencia al Mesías por venir; y por consiguiente, decir que Jesús es el Soberano de los reyes de la tierra es proclamarle el Mesías.
5-La Obra de Jesús por los hombres
Apocalipsis 1:4-6 (conclusión)
Pocos pasajes presentan con igual esplendor lo que hizo Jesús por la humanidad.
-El nos ama y nos hace libres de nuestros pecados al precio de su propia sangre. Las palabras para lavar y libertar son muy semejantes en griego. Lavar es lúein, y libertar es lyein (probablemente haya habido un error de traducción); lo que Jesús hizo, según lo veía Juan, es que nos libertó de nuestros pecados al precio de su propia sangre.
Aquí hay otra cosa muy significativa. Debemos poner atención en los tiempos de los verbos. Juan dice que Jesús nos ama y nos libertó. Ama está en el presente, y quiere decir que el amor de Dios en Jesucristo es constante e invariable. Nos libertó está en el pasado, lo que indica que es una acción completada en el pasado, y quiere decir que en el único acto de la Cruz se logró nuestra liberación del pecado. Es decir, que lo que sucedió en la Cruz fue una acción definitiva y eficaz en el tiempo.
-Jesús nos ha constituido en un reino y nos ha hecho sacerdotes de Dios (Éxodo 19:6)
a) Nos ha conferido la realeza. Por medio de Él llegamos a ser verdaderos hijos de Dios; y si somos hijos del Rey de los reyes, pertenecemos a un linaje de realeza sin igual.
b) Nos ha constituido sacerdotes. El sacerdote era el único que tenía derecho de acceso a Dios: en virtud de lo que Jesucristo ha hecho, está abierto el acceso a la presencia de Dios para todas las personas. (Hebreos 4:16; 10:19-22).
Versículo para aprender:
“…a él sea la gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén”
Apoc. 1: 6b
Lección nº 3:
EN EL DÍA DEL SEÑOR…
Apocalipsis 1: 7-11
1-La Esperanza de la Gloria por venir
Apocalipsis 1:7
En este pasaje presenta Juan el lema y el texto de todo su libro, su confianza en el glorioso retorno de Cristo, que había de rescatar a los angustiados cristianos de la crueldad de sus enemigos.
Para los cristianos, el retorno de Cristo es una promesa con la que alimentan sus almas. Juan toma su imagen del retorno de la visión de Daniel (Daniel 7:1-14). Es de ese pasaje de Daniel de donde procede la frecuente imagen del Hijo del Hombre que viene en las nubes (Marcos 13:26; 14:62; Mateo 24:30; 26:64). Y así llegará un día cuando Jesucristo será el Señor de todo el universo. Esta es la esperanza de los cristianos de todos los tiempos…
Para Sus enemigos, el retorno de Cristo es una amenaza (Zacarías 12:10). La primera referencia de estas palabras es a los judíos y a los romanos que crucificaron de hecho a Jesús. Pero en todo tiempo, todos los que pecan le crucifican otra vez. Llegará el día cuando los que despreciaron y se opusieron a Jesucristo le verán como Señor del universo y juez de sus almas.
Juan cierra el pasaje con dos exclamaciones: « ¡Sí, desde luego! ¡Que sea así!» A1 usar la expresión tanto en griego como en hebreo, Juan subraya su terrible solemnidad.
2-El Dios Todopoderoso
Apocalipsis 1:8
-Es el alfa y la omega. Alfa es la primera letra, y omega la última del alfabeto griego; y la frase de alfa a omega expresa plenitud. Jesús es origen y fin de todas las cosas.
-Dios es el Que es y el Que era y el Que ha de venir. Es decir: es el Dios Eterno y no puede haber ningún acontecimiento ni tiempo en el futuro que nos pueda separar de su amor (Romanos 8:38s).
-Dios es Todopoderoso. La palabra griega para Todopoderoso es Pantokrátór, que describe al que tiene dominio sobre todas las cosas. El poder aguerrido de Roma se había erguido para aplastar a la Iglesia Cristiana. Humanamente hablando, la Iglesia Cristiana no podía sobrevivir; pero, si los hombres pensaban de esa manera era porque dejaban fuera de sus cálculos el Factor más importante: Dios el Pantokrátór, en Cuya mano están absolutamente todas las cosas.
3-Al Reino por la Tribulación
Apocalipsis 1:9
Juan se presenta, no con títulos oficiales sino como vuestro hermano y camarada en la tribulación. Basaba su derecho a hablar en el hecho de haber pasado por todo lo que estaban pasando los destinatarios de su mensaje.
Juan agrupa tres palabras: tribulación, reino y resistencia inalterable. Tribulación es en griego thlípsis. Originalmente quiere decir sencillamente presión, pero en el Nuevo Testamento llegó a significar la presión de acontecimientos tales como la persecución…La resistencia inalterable es hypomoné, que describe el espíritu de coraje y conquista que impulsa a la defensa de la dignidad y que transforma aun el sufrimiento en gloria.
En este tiempo los creyentes estaban esperando ilusionadamente el Reino prometido por Jesús, basileía, en el que deseaban entrar y en el que habían puesto el corazón. No había más que un camino de thlípsis a basileía, de la aflicción a la gloria, y era hypomoné, la resistencia conquistadora (Mateo 24:13).
Esa resistencia se encuentra en Cristo. Él resistió hasta el fin, y por tanto puede capacitar a los que caminan con Él a alcanzar la misma resistencia y la misma meta que Él.
4-El destierro de Juan, su propia tribulación
Apocalipsis 1:9
Patmos, una isleta rocosa desértica que forma parte del archipiélago de las Espóradas, tiene 15 kilómetros de largo por 8 de ancho, y una forma de media luna con los cuernos hacia el Este. Su forma la hace un buen puerto natural. Se encuentra a cuarenta millas de la costa de Asia Menor, y era importante porque era el último puerto de la travesía de Roma a Éfeso y el primero en sentido contrario.
El destierro a una isla remota era una condena corriente en los tiempos del Imperio Romano. Se les imponía a los presos políticos en lugar de castigos peores. Tales destierros conllevaban la pérdida de los derechos civiles y de las propiedades a excepción de las necesarias para la mera existencia.
Fue a todas las angustias y al dolor y al agotamiento del destierro y a los trabajos forzados de Patmos adonde fue desterrado Juan por su lealtad inquebrantable a la Palabra de Dios y por su insistencia en predicar en Evangelio de Jesucristo.
5-En el Día del Señor
Apocalipsis 1:10-11
Históricamente este es un pasaje muy interesante, porque es la primera vez que se hace referencia al Día del Señor.
No cabe duda que cuando Juan usa esta expresión del Día del Señor lo hace con el mismo sentido que le damos nosotros al domingo, (del latín dominicus diez, día del Señor). El domingo se conmemora la Resurrección de Jesucristo (el día de reunión de los cristianos).
Juan estaba en el Espíritu. Esta frase quiere decir que estaba en un éxtasis en el que se sintió elevado de las cosas del espacio y el tiempo al mundo de la eternidad.
A Juan se le dice que escriba la visión que vea. Su obligación es compartir el mensaje que Dios le dé…
Versículo para aprender:
“Yo soy el alfa y la omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves”
Apoc. 1: 11a
Lección nº 4:
EL CRISTO RESUCITADO
(El mensajero y los ángeles de las Iglesias)
Apocalipsis 1: 12-20
1-El Mensajero Divino
Apocalipsis 1:12-13
Ahora empezamos con la primera de las visiones de Juan; y veremos que su mente estaba tan saturada de las Sagradas Escrituras que uno tras otro de los elementos del cuadro tiene un trasfondo del Antiguo Testamento.
Cuando se volvió, vio siete candelabros de oro…(Ver Éxodo 25:31-37; 1 Reyes 7:49 y Zacarías 4:2).
En medio de los candelabros vio a uno que parecía un hijo de hombre. Como sabemos por el uso que hace Jesús de este título, Hijo de Hombre llega a ser nada menos que un título del Mesías; y al usarlo aquí Juan deja bien claro que la revelación que va a recibir procede del mismo Jesucristo.
Esta figura estaba vestida con una túnica que le llegaba a los pies y con el pecho ceñido con un cinto de oro. La palabra que describe la túnica es podérés, que le llegaba a los pies. Esta es la palabra que usa el Antiguo Testamento griego para describir la túnica del sumo sacerdote (Éxodo 28:4; 29:5; Levítico 16:4). Así es que aquí tenemos el símbolo del carácter sumosacerdotal de la obra del Señor Resucitado. Un sacerdote, y especialmente el sumo sacerdote, eran hombres que tenían acceso a Dios y que les abrían el camino a los demás hombres para que pudieran dirigirse a Él; hasta en los lugares celestiales Jesús, el gran Sumo Sacerdote de nuestra profesión, está llevando a cabo su ministerio, abriéndoles el camino a todas las personas a la presencia de Dios.
Pero había otras personas además de los sacerdotes que llevaban túnicas largas hasta los pies y un cinto alto. Eran las vestiduras de los nobles, los príncipes y los reyes. Podérés es la descripción de la túnica de Jonatán (1 Samuel 18:4); de Saúl (1 Samuel 24:5, 11 )…La túnica que llevaba el Cristo Resucitado representaba su realeza.
2-El Señor Resucitado
Apocalipsis 1:14-18
Antes de empezar a estudiar este pasaje en detalle, hay dos hechos generales que debemos considerar.
En este pasaje tenemos toda una serie de descripciones del Cristo Resucitado; y lo interesante es que cada una de las cartas a las Siete Iglesias que aparecen en los dos próximos capítulos, con la sola excepción de la carta a Laodicea, empieza con una descripción del Cristo Resucitado tomada de este capítulo…(Apocalipsis 2:1; 2:8; 2:12; 2:18; 3:1; 3:7).
La segunda cosa que debemos notar es que Juan toma títulos en este pasaje que se aplican a Dios en el Antiguo Testamento y se los adscribe al Cristo Resucitado.
-Tenía la cabeza y el pelo blancos, tan blancos como la lana, o más, como la nieve (Daniel 7:9)
-Su voz era como el estruendo de muchas aguas (Ezequiel 43:2)
-Yo soy el Primero y el último (Isaías 44:6; cp. 48:12).
-Yo soy el Viviente (Josué 3:10; Salmo 42:2; Oseas 1:10).
No tenía Juan mejor manera de demostrar la reverencia que sentía por Jesucristo. Le aplica nada menos que los títulos que se dan a Dios en el Antiguo Testamento.
3-Los títulos del Señor Resucitado
Apocalipsis 1:14-18 (continuación)
Consideremos brevemente cada uno de los títulos que corresponden al Señor Resucitado.
-Tenía la cabeza y el pelo blanco, tan blancos como la lana, o más, como la nieve: Representa una gran edad; y nos habla de la existencia eterna de Jesucristo y nos habla de su pureza divina.
-Tenía los ojos como fuego llameante: Cuando leemos la historia evangélica sacamos la impresión de que el que había visto una vez los ojos de Jesús ya no los podía olvidar. Una y otra vez se nos describen recorriendo un círculo de personas (Marcos 3:34; 10:23; 11: Il ); a veces, llameando de ira (Marcos 3: 5); a veces, fijándose con amor en alguien (Marcos 10:21); y a veces inundados de dolor por las heridas que le habían infligido en lo más íntimo sus amigos (Lucas 22:61).
-Tenía los pies, como bronce pulido refinado a fuego en un crisol: El bronce representa la fuerza, la estabilidad de Dios; y los rayos resplandecientes, la velocidad, la prontitud de Dios para venir en ayuda de los suyos o para castigar el pecado.
-Su voz era como el estruendo de muchas aguas: Esta descripción corresponde a la voz de Dios en Ezequiel 43:2. La voz de Dios es como el rugido del mar aunque pueda volverse un silbo apacible (1 Reyes 19:12)
-Tenía en Su diestra siete estrellas: De nuevo tenemos aquí algo que es prerrogativa exclusiva de Dios… La mano de Cristo es suficientemente poderosa para sostener los cielos, y suficientemente benigna para enjugar nuestras lágrimas.
-Le salía de la boca una espada aguda de doble filo: Este símbolo nos, habla de la cualidad penetrante de la Palabra de Dios: no habrá escudo que la pueda resistir; desnuda nuestros propios engaños y nuestros pecados, y nos conduce al perdón. (Hebreos 4:12s).
-Su rostro era como el Sol cuando está en la plenitud de su resplandor: Podemos ver ve aquí algo hermoso, nada menos que un recuerdo de la Transfiguración (Mateo 17:2). Nadie que le hubiera contemplado entonces podría olvidar su resplandor (este pasaje apoya la autoría del apóstol Juan)
-Yo soy el Primero y el último: En el Antiguo Testamento esta no es sino la descripción que hace Dios de sí mismo (Isaías 44:6; 48:12). Al aplicarse a Jesús se le da reconocimiento divino…
-Soy el Viviente, aunque estuve muerto; y he aquí que estoy vivo para siempre jamás: Aquí hay tanto la credencial como la promesa de Cristo, la credencial de que Él ha conquistado la muerte y la promesa de que está vivo para siempre para estar con su pueblo.
-Y tengo las llaves de la muerte y del Hades: La muerte tiene sus puertas (Salmo 9:13; 107.18; Isaías 38:10); y Cristo tiene las llaves de esas puertas. Jesucristo ha abolido la muerte y sacado a luz la inmortalidad por el Evangelio (2 Timoteo 1:10); de manera tal que, porque Él vive, nosotros también viviremos (Juan 14:19).
4-Los ángeles de las Iglesias
Apocalipsis 1:19-20
Juan recibe la orden de escribir lo que ha visto y verá de parte del mismo Señor Resucitado, quien de esta manera lo define como su mensajero. La visión no era para Juan, sino para todos los creyentes, a través de Juan…
En el v. 20 el Cristo Resucitado pasa a dar el sentido íntimo de las siete estrellas y de los siete candelabros de oro.
Los siete candelabros son las siete iglesias (Mateo 5:14; Filipenses 2:15). Pero se ha dicho que las iglesias son llamadas a ser, no la luz misma, sino el candelabro en la que se coloca la luz; el que da la luz es Jesucristo, y las iglesias no son más que las vasijas en las que brilla la luz.
Uno de los grandes problemas del Apocalipsis es decidir lo que Juan quiere decir con los ángeles de las iglesias. Se han propuesto varias explicaciones.
La palabra ánguelos tiene dos sentidos. Puede querer decir ángel; pero mucho más frecuentemente quiere decir mensajero.
Se ha sugerido que ánguelos quiere decir el obispo de cada iglesia y que Juan les está dirigiendo a ellos estas cartas. Pero la dificultad está en que ánguelos se usa en Apocalipsis unas cincuenta veces aparte de aquí y en las cartas a las siete iglesias, y siempre quiere decir ángel.
Tanto los griegos como los judíos creían que todas las cosas terrenales tenían una contraparte celestial; y también se sugiere que el ángel es el ideal de la iglesia; y que los mensajes se dirigen a las iglesias en su ser ideal para llevarlas al camino verdadero.
Ninguna de las explicaciones satisface plenamente; pero puede que la mejor sea la última, porque no cabe duda que en las cartas el ángel y la iglesia son una misma cosa.
Versículo para aprender:
“…Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: no temas; yo soy el primero y el último”
Apoc. 1: 17b
Lección nº 5:
LA CARTA A ÉFESO
Apocalipsis 2:1-7
1-La ciudad de Éfeso
Apocalipsis 2: 1
Pérgamo era la capital de la provincia de Asia, pero Éfeso era con mucho la ciudad más importante.
-En los tiempos de Juan, Éfeso era el puerto más importante de Asia. Todas las carreteras convergían en ella. Pero las carreteras venían de mucho más lejos: desde el lejano Éufrates y de Mesopotamia, Colosas, Laodicea, Galacia pasando por Sardis, y del Sur subía la carretera del rico valle del Meandro…Éfeso era el pórtico de Asia y el paso obligado para ir a Roma.
Éfeso tenía ciertas distinciones políticas. Era una ciudad libre; se le había conferido ese honor por servicios prestados al Imperio. Una ciudad libre tenía un gobierno independiente hasta cierto punto, y estaba exenta de albergar guarnición de tropas romanas. Era una ciudad judicial; allí a menudo se establecían tribunales para juzgar los casos más importantes. Además, en Éfeso se celebraban los juegos atléticos más famosos de Asia, que atraían a personas de toda la provincia.
Efeso era el centro del culto de Artemisa o, como se la llama en la Reina-Valera, Diana de los Efesios. El Templo de Artemisa era una de las siete maravillas del mundo antiguo. La imagen de Artemisa era una de las más sagradas del mundo antiguo. Éfeso tenía también templos famosos dedicados a la divinidad de los emperadores romanos Claudio y Nerón, y posteriormente también a Adriano y Severo. La religión pagana tenía toda su fuerza en Éfeso que además era un centro famoso de superstición pagana.
La población de Éfeso era muy mezclada. Sus ciudadanos estaban divididos en seis tribus y el Templo de Artemisa era también una guarida de crimen y de inmoralidad. El área del templo tenía derecho de asilo: cualquier criminal era inmune si podía llegar a ella. El templo tenía centenares de sacerdotisas, que eran en realidad una especie de prostitutas sagradas.
Todo esto se combinaba para hacer de Éfeso un lugar notoriamente malo.
Tal era Éfeso; y fue allí donde la Iglesia Primitiva obtuvo algunos de sus mayores triunfos.
Pablo permaneció en Éfeso más tiempo que en ninguna otra ciudad (Hechos 20:31). Fue con Éfeso con la ciudad que estuvo más conectado Timoteo, hasta el punto de que se le considera su primer obispo (1 Timoteo 1:3). Es en Éfeso donde nos encontramos con Aquila, Prisquilla y Apolos (Hechos 18:19,24,26). Seguramente en ningún otro lugar estuvo Pablo tan íntimamente relacionado como con los ancianos efesios, como revela hermosamente su discurso de despedida (Hechos 20:17-38). Posteriormente, Juan fue la figura señera en Éfeso. Cuenta la leyenda que llevó allí consigo a María, la Madre de Jesús, y que ella fue enterrada allí.
Pocos lugares podrán mostrar mejor que Éfeso el poder conquistador de la fe cristiana.
2-Cristo y su Iglesia
Apocalipsis 2:1-3
Juan empieza su carta a Éfeso con dos descripciones del Cristo Resucitado.
-Él sostiene las siete estrellas en su mano derecha. Eso es decir que Cristo sostiene en su mano las Iglesias y tiene completo control sobre toda la Iglesia (Juan 10:28).
-Él anda en medio de los siete candelabros de oro. Los candelabros son las Iglesias. Esta expresión nos habla de la incansable actividad de Cristo en medio de sus Iglesias…
Juan pasa a decirnos algo acerca de los miembros de la Iglesia de Éfeso.
-El Cristo Resucitado los alaba por su lucha. La palabra original es kopos, que es una palabra muy usada en el Nuevo Testamento. La peculiaridad de estas palabras es que describen la clase de labor que requiere toda la concentración y el esfuerzo que se le puedan aplicar.
-El Cristo Resucitado los alaba por su firme constancia. Aquí tenemos la palabra hypomoné, que ya hemos visto que se aplica al que asume el sufrimiento y la dificultad y los transforma en gracia y gloria.
3-Ortodoxia sin amor
Apocalipsis 2:4
El Cristo Resucitado pasa a alabar a los cristianos de Éfeso porque han puesto a prueba a los que se llaman apóstoles sin serlo, y han demostrado que son mentirosos.
Muchos malvados se introducían en las pequeñas congregaciones de la Iglesia original. Jesús había advertido contra los falsos profetas que son lobos disfrazados de ovejas (Mateo 7:15). En su discurso de despedida a los ancianos de esta misma iglesia de Éfeso, Pablo les había advertido que habría lobos rapaces que invadirían el rebaño (Hechos 20:29).
-La iglesia de Éfeso había aplicado sus pruebas fielmente y había rechazado a los malos y descarriados; pero el problema era que había perdido algo en el proceso. «Tengo esto contra ti: que has descuidado el mantener tu primer amor.» Puede querer decir que había perdido su primer entusiasmo… Pero es mucho más probable que quiera decir que se había perdido el primer ardor de amor por la fraternidad.
Bien puede ser que el rechazo a los herejes hubiera matado el amor, y la ortodoxia se había mantenido a costa de la fraternidad. Cuando pasa eso, la ortodoxia ha costado demasiado. Toda la ortodoxia del mundo no puede compensar la pérdida del amor.
4-Los caminos de vuelta
Apocalipsis 2:5
Algo se había echado a perder en Éfeso. La lucha dedicada continuaba; la constancia también, lo mismo que la ortodoxia impecable; pero el amor había desaparecido. Así es que el Cristo Resucitado hace su llamamiento exhortando a que se den los tres pasos del camino de vuelta.
-Primero, dice: Recuerda. El recuerdo puede ser muchas veces el primer paso del camino de regreso. En el país lejano, el hijo pródigo se acordó de pronto del hogar (Lucas 15:17).
-Segundo, dice: Arrepiéntete. Lo más difícil del arrepentimiento es aceptar la responsabilidad personal por nuestro fracaso; porque, una vez que se acepta la responsabilidad, el arrepentimiento seguirá en breve.
-Tercero, dice: Haz. El dolor del arrepentimiento tiene la misión de conducirnos a la acción para que produzcamos frutos dignos de ese arrepentimiento.
5-Un Herejía peligrosa y destructiva
Apocalipsis 2:6
Nos encontramos aquí con una herejía que el Cristo Resucitado dice que Él aborrece y alaba a Éfeso por aborrecer también.
Los herejes que encontramos aquí son los nicolaítas. Sólo se los nombra, no se los define…Podemos fijarnos en primer lugar en que este peligro no procede de fuera de la iglesia, sino de su interior. Estos herejes pretendían cambiar los fundamentos del Cristianismo… Eran los mismos que seguían a Balaam, de triste y antigua historia (Números 25:1-5; 31:16) Balaam pasó a ser identificado en la historia de Israel como el malvado que sedujo al pueblo a pecar.
Confundían la libertad cristiana con la promiscuidad pagana. Eran la clase de personas a las que Pablo advertía que no usaran la libertad como una oportunidad para vivir conforme a la carne (Gálatas 5:13). Para Juan, los nicolaítas eran peores que los paganos, porque eran los enemigos de la iglesia dentro de sus puertas.
6-La gran Recompensa
Apocalipsis 2:7
Por último, el Cristo Resucitado hace su gran promesa a los que obtengan la victoria.
-Está la concepción del árbol de la vida (Génesis 2:9; 3:22-24). Los judíos creían que cuando viniera el Mesías y amaneciera la nueva era, el árbol de la vida estaría en medio de los hombres, y los que hubieran sido fieles comerían de él. Comer del árbol de la vida quiere decir participar de todas las alegrías que tendrán los justos que hayan obtenido la victoria cuando Cristo reine supremo.
-Está la concepción del Paraíso, cuyo nombre es ya precioso. Paraíso es una hermosa palabra que describe un lugar de serena belleza… Los grandes pensadores de la Iglesia primitiva identificaban el Paraíso con un lugar intermedio donde las almas de los justos se preparaban para entrar a la presencia de Dios. Pero luego dejó de contener esta idea del estado intermedio, y llegó a ser equivalente al Cielo (Lucas 23:43). ¿Hay mejor descripción del Paraíso que decir que es vivir para siempre en la presencia de nuestro Señor?
Versículo para aprender:
“Al que venciere le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios”
Apoc. 2:7b
Lección nº 6:
LA CARTA A ESMIRNA
Apocalipsis 2: 8-11
1-Esmirna, la corona de Asia
Apocalipsis 2:8
De todas las ciudades de Asia, Esmirna era la más encantadora. Se la llamaba el adorno de Asia, la corona de Asia y la flor de Asia.
Esmirna estaba maravillosamente situada. Se encontraba al final de la carretera que cruzaba Frigia y Lidia y se dirigía al lejano Oriente, y controlaba el comercio del rico valle del Hermo. Era inevitable que fuera una ciudad comercial. La misma ciudad estaba al final de un largo brazo de mar que acababa en un pequeño puerto encerrado en la tierra y en el corazón de la ciudad. Era el más seguro de todos los puertos y el más conveniente…
La situación de la ciudad era igualmente hermosa. Empezaba en el puerto; atravesaba el estrecho pie de las colinas, y entonces surgía detrás una colina cubierta de templos y nobles edificios que se describían como «La corona de Esmirna.»; era una de las pocas ciudades del mundo planificadas a propósito. Se había fundado como una colonia griega allá por el año 1,000 a.C. y fue reedificada cuatrocientos años después…
Era una ciudad libre, y sabía lo que era la lealtad. Mucho antes de que Roma llegara a ser la indiscutible señora del mundo, Esmirna le había dado su voto, y nunca le había fallado en su lealtad. También era una ciudad en la que florecía la cultura y tenía un estadio en el que se celebraban juegos atléticos famosos todos los años; una biblioteca pública imponente; un odeón que era el hogar de la música, y un teatro que era uno de los más grandes de Asia Menor.
Aún nos queda por mencionar una característica de Esmirna que resalta en la carta y que tuvo serias consecuencias para sus cristianos. Los judíos eran especialmente numerosos e influyentes (versículo 9) y está claro que en Esmirna fueron los judíos especialmente hostiles a la Iglesia Cristiana, sin duda porque fue de entre ellos y de entre los interesados en el judaísmo de donde procedían muchos de los convertidos al Cristianismo. Allí fue martirizado Policarpo, obispo de Esmirna…Policarpo era inamovible en su convicción de que para él el único Señor era Jesucristo y cuando entró en la arena del circo vino el procónsul le dio a escoger entre maldecir el nombre de Cristo y ofrecer sacrificio al César, o morir. «Ochenta y seis años Le he servido -le contestó Policarpo-, y Él no me ha hecho nunca ningún mal. ¿Cómo voy a blasfemar de mi Rey Que me salvó?» No cabe duda es de que Policarpo murió como un mártir, testigo, de la fe.
No podía ser un fácil compromiso ser cristiano en Esmirna; y sin embargo la carta a Esmirna es una de las dos en las que el Cristo Resucitado alaba a la iglesia sin reservas.
2-Bajo la Prueba
Apocalipsis 2:9-10
La iglesia de Esmirna tenía dificultades y era inminente que se le presentara otra prueba.
Hay tres cosas que dice la carta acerca de esta prueba.
-Es thlipsis, aflicción. Thlipsis quería decir originalmente estar oprimido bajo un peso.
-Es ptójeía, pobreza. En el Nuevo Testamento la pobreza y el Cristianismo están íntimamente relacionados. Ptójeía describe el estado del que no tiene absolutamente nada.
La pobreza del cristiano se debía a dos factores. A1 hecho de que la mayor parte de los cristianos pertenecían a la clase más baja de la sociedad y a que a veces sufrían el despojo de sus bienes (Hebreos 10:34).
-Juan predice un encarcelamiento de diez días. Diez días podía querer decir un breve tiempo que pasaría pronto. Así es que esta profecía es al mismo tiempo advertencia y promesa… Podía ser que se dejara a los cristianos en paz bastante tiempo; pero en cualquier momento podía ser que a un gobernador le diera la vena de aplicar la ley, y entonces se producía la tempestad. El terror de ser cristiano estaba en la inseguridad…
3-La causa del problema
Apocalipsis 2:9-10 (continuación)
Los instigadores de la persecución fueron los judíos. Una y otra vez vemos en Hechos que los judíos influían en las autoridades en contra de los predicadores cristianos (Hechos 13:50; 14:2,5; 14:19; 17:5).
Juan llama a los judíos la sinagoga de Satanás, tomando una expresión favorita de los judíos y aplicándosela a los mismos…
Se solían lanzar seis acusaciones contra los cristianos:
1-Sobre la base de las palabras de la Comunión -«esto es Mi cuerpo, esto es Mi sangre»- se difundió el rumor de que los cristianos eran caníbales.
2-Como los cristianos llamaban a sus celebraciones agapé, la fiesta del amor, se decía que se trataba de orgías.
3-Como el Cristianismo producía a veces rotura en las familias cuando unos miembros se hacían cristianos y otros no, se acusaba a los cristianos de «involucrarse en cuestiones familiares.»
4-Los paganos acusaban a los cristianos de ateísmo porque no podían comprender un culto sin imágenes y porque negaban la existencia de los dioses paganos.
5-A los cristianos se los acusaba de ser desafectos al régimen porque se negaban a decir: «El César es el Señor.»
6-A los cristianos se los acusaba de incendiarios porque anunciaban que el mundo acabaría en llamas.
4-La demanda del Señor
Apocalipsis 2:10
En vista de las dificultades descriptas, la carta a Esmirna empieza con dos títulos impresionantes del Cristo Resucitado:
-Cristo es el Primero y el último. En el Antiguo Testamento ese era un título que se aplicaba exclusivamente a Dios (Isaías 44:6; 48:12). Así pues, ¿de quién o de qué hemos de tener miedo?
-Cristo es el que fue muerto y está vivo otra vez…Cristo murió en la agonía de la Cruz. Fuera lo que fuera lo que les sucediera a los cristianos de Esmirna, Jesucristo había pasado por ello y ha triunfado sobre el dolor y de la muerte; y nos ofrece y abre a través de sí mismo el camino de la vida victoriosa.
En este pasaje hay también una demanda, la de la lealtad, ser leales hasta cuando sea la muerte el precio que se haya de pagar: “Sé fiel hasta la muerte…”
5-La recompensa prometida
Apocalipsis 2: 10-11
En este pasaje se mencionan dos recompensas.
-Está la corona de la vida (Santiago 1:12; 2 Timoteo 4:8; 1 Tesalonicenses 2:19; 1 Pedro 5:4 y otros) En griego hay dos palabras para corona: diádéma, que es la corona real, y stéfanos, que conlleva las ideas de gozo y de victoria. No es la corona real la que se le ofrece al cristiano, sino la corona del gozo y de la victoria.
-A los fieles se les hace todavía otra promesa: no sufrirán ningún daño de la muerte segunda…Los judíos llegaron a creer que había, por así decirlo, dos muertes -la muerte física que ha de pasar toda persona, y después otra muerte que era el juicio de Dios (Romanos 8:38s).
Versículo para aprender:
“El que venciere, no sufrirá daño de la muerte segunda”
Apoc. 2: 11b
Lección nº 7:
LA CARTA A PÉRGAMO
Apocalipsis 2: 12-17
1-Pérgamo, la ciudad donde mora Satanás
Apocalipsis 2:12-13
Pérgamo ocupaba un lugar único en Asia. No se encontraba en ninguna de las grandes carreteras como Éfeso y Esmirna; pero históricamente era la ciudad más importante de Asia. Después de los griegos Roma formó la provincia de Asia, y Pérgamo siguió siendo la capital.
Pérgamo no podría llegar nunca a tener la importancia comercial de Éfeso o de Esmirna, pero como centro cultural las sobrepasaba a ambas. Era famosa por su biblioteca, que contenía no menos de 200,000 rollos de pergamino. Sólo la superaba la biblioteca realmente única de Alejandría. La palabra pergamino viene de esta ciudad…
-Pérgamo era uno de los grandes centros religiosos. Allí había una gran estatua y Templo de Zeus (divinidad griega)…Pero Pérgamo estaba especialmente conectada con el culto de Asclepio -para los latinos Esculapio-; era el dios de la sanidad, y la gente acudía en manadas a Pérgamo en busca de alivio para sus males.
-Pérgamo era el centro administrativo de Asia. Eso quería decir que era el centro del culto del césar para toda la Provincia lo que colocaba a los cristianos en aprietos…
El punto clave aquí es que Pérgamo era el centro de ese culto para toda la provincia de Asia… Sin duda era por eso por lo que Pérgamo era la sede de Satanás: era el lugar en que se obligaba a las personas bajo pena de muerte a tomar el nombre de Kyrios, Señor, y aplicárselo al césar en vez de a Cristo. Por eso esta carta demanda de los cristianos que no olviden que la última palabra la tiene siempre el Cristo Resucitado, Que es el Que tiene la verdadera espada aguda de doble filo. El poder de Roma podía ser satánicamente poderoso; el poder del Cristo resucitado es incalculablemente mayor.
2-Un compromiso difícil
Apocalipsis 2: 12-13 (continuación)
Ser cristiano en Pérgamo era un compromiso muy difícil.
Ya hemos visto la concentración de la religión pagana que tenía su centro en Pérgamo y, sobre todo, centraba las demandas del culto al césar, que era como una espada de Damocles suspendida constantemente sobre las cabezas de los cristianos.
Así es que el Cristo Resucitado les dice a los cristianos de Pérgamo: “Yo sé dónde estás”; en Pérgamo, donde es más fuerte el dominio de Satanás.
El deber del cristiano es dar testimonio de Cristo donde la vida le ha colocado.
Los cristianos de Pérgamo demostraron que era perfectamente posible ser cristianos en aquellas circunstancias. Hasta cuando el martirio estaba a la vista, no se acobardaban. De Antipas no sabemos nada…El Cristo Resucitado llama a Antipas “mi fiel martys.” Lo hemos traducido por mártir; pero hay que tener presente que martys es la palabra griega normal para testigo. En la Iglesia primitiva, ser testigo y ser mártir eran la misma cosa, el testimonio conllevaba con frecuencia el martirio.
3-Los errores de la Iglesia
Apocalipsis 2: 14-16
A pesar de la fidelidad de la iglesia de Pérgamo, había errores. Había quienes seguían la doctrina de Balaam y de los nicolaítas que trataban de persuadir a los cristianos de que no había nada malo en adaptarse al mundo.
El aviso del Cristo Resucitado es que va a hacerles la guerra… No estaba airado con toda la iglesia, sino con los que trataban de seducirla…
La amenaza del Cristo Resucitado es que peleará contra ellos con la espada de su boca.
¿Cuál es la espada de Cristo? Sin duda refiere a su Palabra… (Hebreos 4:12; Efesios 6:17).
El reclamo del Señor es que el cristiano debe ser diferente… La palabra que se usó para los cristianos es hágios que quiere decir precisamente diferente…
4-Una recompensa: El Pan del Cielo
Apocalipsis 2:17
En esta carta, el Cristo Resucitado promete a la persona que obtenga la victoria participar del maná escondido (Éxodo 16: 1l -15)…Para un judío, «comer del maná escondido» significaba gozar de las bendiciones de Dios.
Del maná se dice: «Este es el pan que el Señor os da para comer» (Éxodo 16:15). El maná se llamaba «trigo del Cielo» (Salmo 78:24)…Aquí el maná puede que quiera decir comida celestial. En ese caso, Juan estaría diciendo lo siguiente: “el día vendrá en que participaréis del banquete del Cielo con comida celestial”
Pero Jesús dijo: « Yo soy el pan de la vida» (Juan 6:31-35). Si el maná escondido y el pan de la vida son la misma cosa, el maná escondido no es sólo el pan de la Comunión, sino representa al mismo Cristo, el pan de la vida; y esta es la promesa: que, al que sea fiel, Cristo se le dará a sí mismo.
5-Una recompensa: La piedrecita blanca y un Nombre nuevo
Apocalipsis 2:17 (continuación)
La promesa final de Cristo a los fieles de Pérgamo es que les dará la piedrecita blanca que contenga su nombre nuevo…
La interpretación más probable es la siguiente: Una de las costumbres más corrientes del mundo antiguo era llevar amuletos o reliquias, que a menudo no eran más que piedrecitas en las que estaba escrito el nombre de sus dioses. Tales amuletos se creía que eran doblemente eficaces si nadie más que el propietario sabía el nombre que estaba escrito en él. Muy probablemente lo que Juan quiere decir es: “Vosotros estáis a salvo en la vida y en la muerte porque conocéis el Nombre que es sobre todo nombre, y conocéis al Dios verdadero”
Pero también es posible que debamos buscar el sentido del nombre nuevo y de la piedrecita blanca en una dirección totalmente diferente. La palabra blanco y nuevo son características de Apocalipsis… (Apocalipsis 3:5; 7:9; 19:8,14; 20:11). Así pues, el blanco es el color característico del Cielo.
Para nuevo se usa la palabra kainós, que es nuevo no sólo en cuanto al tiempo sino también en cuanto a la cualidad; no se conocía nada igual antes ( 3:12; 5:9; 21:1 y 21:5).
Se ha sugerido que la piedrecita blanca es la misma persona, limpia de todas las manchas terrenales, y reluciente con la pureza del Cielo; y así también les promete un nombre nuevo, de la misma manera que en Antiguo Testamento se dio nombres nuevos a los patriarcas fieles.
Sobre esta base de interpretación, Cristo promete una nueva identidad a los que le son fieles… Quiere decir que Jesucristo le da a la persona que le es leal un nuevo ser, y que el nuevo nombre quiere decir una nueva posición de gloria en la que entrará el que haya sido fiel a Cristo cuando termine esta vida y empiece la por venir.
Versículo para aprender:
“Al que venciere, daré a comer del maná escondido…”
Apoc. 2: 17b
Lección nº 8:
LA CARTA A TIATIRA
Apocalipsis 2: 18-29
1-Tiatira y el Peligro de la Componenda
Apocalipsis 2:18-20
La más larga de las siete cartas va dirigida a la menos importante de las siete ciudades: Tiatira, y era su posición geográfica lo que le daba su importancia.
Tiatira está en la carretera que conecta Pérgamo con Sardis, y que seguía hasta Filadelfia y Laodicea…Era la carretera por la que se desplazaba el correo imperial; y estaba abarrotada con el comercio de Asia y de Oriente. Por tanto, lo primero y principal era que Tiatira era una gran ciudad comercial. Estratégicamente, la importancia de Tiatira le venía de ser la puerta de acceso a Pérgamo, la capital de la provincia.
Lo único notable acerca de Tiatira desde el punto de vista religioso era que tenía un altar de adivinación que presidía una pitonisa llamada Sambathé. La iglesia de Tiatira no corría peligro de sufrir persecución.
Había gremios de trabajadores de la lana, la piel, el lino y el bronce, fabricantes de ropa exterior, tintoreros, alfareros, panaderos y traficantes de esclavos.
Aquí nos parece que estaba el problema de la iglesia de Tiatira. El negarse a formar parte de uno de esos gremios sería comparable a mantenerse fuera de los sindicatos de nuestros días. Querría decir renunciar a todas las perspectivas de existencia comercial. ¿Por qué se había de negar un cristiano a formar parte de uno de esos gremios? En todos ellos se celebraban comidas de socios. Estas se celebrarían muchas veces en un templo; y aunque no fuera así, de todas maneras empezarían y terminarían con un sacrificio a los dioses, y la carne que se comiera se habría ofrecido antes a los ídolos. Además, sucedía a menudo que estas comidas gremiales se convertían en borracheras y orgías. ¿Le estaba permitido a un cristiano participar de tales reuniones?
Aquí estaba el problema de Tiatira. La amenaza venía de dentro de la iglesia. Había un movimiento fuerte, dirigido por una mujer a la que Juan llama Jezabel, que proponía llegar a un acuerdo con los principios del mundo en interés del comercio y el negocio, manteniendo, sin duda, que el Espíritu Santo podía guardarlos de todo mal.
La respuesta del Cristo Resucitado fue inequívoca: el cristiano no debe tener que ver nada con esas cosas.
2-La advertencia
Apocalipsis 2:18-20 (continuación)
Era la menos importante de las siete ciudades; pero su problema no era el menos importante.
- La carta empieza con una descripción del Cristo Resucitado que contiene una amenaza: Sus ojos son como fuego llameante y Sus pies como bronce bruñido (Daniel 10:6) . Los ojos llameantes tienen que representar la ira ardiente contra el pecado. Los pies de bronce tienen que representar el poder inconmovible del Cristo Resucitado. Un mensaje que empieza así no es precisamente un tranquilizante.
-La carta continúa en términos de la más alta alabanza. El amor y la lealtad y el servicio y la constancia de la iglesia de Tiatira invitan a una felicitación.
-A continuación viene la condenación de la mujer Jezabel, con todos sus métodos y enseñanza: y apenas se puede evitar la conclusión de que ella tenía una influencia muy considerable en la iglesia de Tiatira.
-La conclusión inevitable parece ser la siguiente: Exteriormente, la iglesia de Tiatira era fuerte y floreciente. Si un forastero llegaba, se quedaría impresionado con su abundante energía y su generosa liberalidad y su aparente firmeza. Pero, a pesar de todo eso, faltaba algo esencial.
-Aquí está la advertencia. Una iglesia abarrotada de miembros y que es una colmena de energía no es de necesidad una iglesia real. Es posible que esté abarrotada porque sus miembros vienen a pasar el rato en lugar de a instruirse, y a estar tranquilos en lugar de a enfrentarse con el hecho del pecado y el ofrecimiento de salvación; puede que sea un club cristiano de mucho éxito en vez de una verdadera congregación.
El origen del problema de Tiatira se centraba en torno a la mujer que se llama Jezabel en la carta. Y está bien claro que la tal Jezabel era miembro de la iglesia, y su influencia la ejercía desde dentro.
Por eso no hay constancia de quien sería esta mujer, aunque sí podemos trazar con certeza la clase de persona que era.
A esta mujer se la llama Jezabel (ver 1 Reyes 16:31 y caps. ss. Y 2 Reyes 9:22).
Todo esto nos hace pensar que la Jezabel de Tiatira fue una mala influencia en la vida y el culto de la iglesia cristiana.
3-La enseñanza de Jezabel
Apocalipsis 2:18-20 (continuación)
Esta Jezabel de mujer es acusada de enseñar dos cosas: comer carne ofrecida a los ídolos, y cometer fornicación.
Uno de los grandes problemas de la Iglesia Cristiana, con el que se enfrentaban los cristianos a diario, era el de la carne ofrecida a los ídolos.¿Podía uno, en un templo pagano o en cualquier otro sitio, comer carne que se había ofrecido a un ídolo? (1 Corintios 8-10).
La Iglesia no tenía la menor duda en cuanto a lo que los cristianos tenían que hacer (Hechos 15:29).
Quería decir que el cristiano no podía vincularse a ningún gremio profesional, porque todos los gremios tenían una comida en común como el centro de sus prácticas, que bien podía ser que se celebrara en un templo pagano y que consistiera mayormente de carne ofrecida a un ídolo. El mantenerse al margen de la membresía del gremio casi equivalía a un suicidio comercial.
Aquí era donde entraba Jezabel. Les decía a los cristianos que no tenían por qué aislarse de la sociedad o excluirse de los gremios. Cuando ella lo decía, no lo hacía movida por ningún principio, sino simplemente tratando de proteger sus intereses comerciales.
La otra parte de la enseñanza de Jezabel no está tan clara. Se dice que enseñaba a las personas a cometer fornicación (versículo 20); se la exhorta a arrepentirse de su fornicación (versículo 21); y sus amantes y sus hijos son amenazados juntamente con ella (versículos 22s).
No cabe duda que en la Escritura la infidelidad a Dios se expresa en términos de fornicación y adulterio. Israel es la esposa del Señor (Isaías 54:5; Jeremías 3:20); y en el Nuevo Testamento la Iglesia es la esposa de Cristo (2 Corintios 11:1 s; Efesios 5:24-28).
Si ese es el sentido, sus amantes (versículo 22) serán los que coquetean con esta clase de enseñanza, y sus hijos de ella (versículo 23) los que la han aceptado.
Si la Iglesia Cristiana en su conjunto hubiera aceptado esa forma de enseñanza, la consecuencia inevitable habría sido que el Cristianismo se habría convertido en una religión más de las que ya poblaban el Imperio Romano. La pretensión del Cristianismo no es que Jesucristo es uno de los salvadores, ni siquiera que es el principal de todos ellos, sino que es el único Salvador.
Por la misericordia de Dios la enseñanza de Jezabel y sus semejantes no llegó a ser el punto de vista de la Iglesia.
4-Promesas y Amenazas
Apocalipsis 2:21-29
La carta a Tiatira se cierra con una serie de grandes amenazas y grandes promesas. A Jezabel se le han dado todas las oportunidades que podía conceder la misericordia divina. Si no se arrepiente, acabará en el lecho del dolor, y sus seguidores compartirán su suerte.
A los que son fieles se les hace una promesa doble.
-La primera parte procede del Salmo 2: 8s: Esta ha sido una de las mayores inspiraciones misioneras de la Iglesia Cristiana. Muchos misioneros han reclamado para sí esa promesa anhelando las naciones para Cristo.
-La segunda parte es la promesa de la estrella de la mañana. A esto se le han dado varias explicaciones pero lo más acertado es pensar que el mismo Apocalipsis llama a Jesús “la estrella resplandeciente de la mañana” (Apocalipsis 22:16). La promesa de la estrella matutina es la promesa de Cristo mismo. Si el cristiano es auténtico, cuando llegue al final de esta vida tendrá a Cristo para no perderle ya nunca más.
Versículo para aprender:
“…pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga”
Apoc. 2: 25
Lección nº 9:
LA CARTA A SARDIS
Apocalipsis 3: 1-6
1-Sardis, esplendor y decadencia
Apocalipsis 3:1
Setecientos años antes de que se le escribiera esta carta, Sardis había sido una de las mayores ciudades del mundo. La riqueza de Sardis era legendaria. Por en medio del pueblo de abajo fluía el río Pactolo, que se decía en los días antiguos que tenía aguas auríferas de las que procedía mucha de la riqueza de Sardes. El más famoso de los reyes de Sardis fue Creso, cuyo nombre se hizo proverbial por su riqueza. Fue bajo su reinado cuando Sardes alcanzó su cenit y se precipitó a su desastre…Creso se embarcó en una guerra con Ciro de Persia que fue el final de la grandeza de Sardis.
Desapareció de la Historia bajo el dominio persa durante dos siglos. A su debido tiempo se rindió a Alejandro Magno, que la convirtió en una ciudad de cultura griega. Y entonces, a la muerte de Alejandro Magno, la historia se repitió otra vez y Sardis cayó otra vez por no ser vigilante.
A su debido tiempo llegaron los romanos. Sardis seguía siendo una ciudad rica. Era el centro de la industria de la lana, y pretendía haber descubierto el arte de teñirla.
Cuando Juan le escribió esta carta, Sardis era una ciudad rica pero degenerada. Era una ciudad sin vida y sin espíritu. Sus habitantes eran blandos, los descendientes de aquellos que perdieron la ciudad porque eran demasiado perezosos para estar de guardia.
En esa atmósfera deprimente también la iglesia cristiana había perdido su vitalidad y era un cuerpo muerto más que una iglesia viva
2-Muerte en Vida
Apocalipsis 3:1(continuación)
A1 principio de esta carta el Cristo Resucitado se describe en dos frases.
-Él es el que posee los siete Espíritus de Dios. Los siete Espíritus representan la plenitud de los dones del Espíritu y de su presencia.
-Él es el que tiene las siete estrellas, que representan las siete iglesias y sus ángeles. La Iglesia es posesión de Jesucristo.
La terrible acusación que se hace contra la iglesia de Sardis es que, aunque tiene fama de estar viva, está de hecho espiritualmente muerta. El Nuevo Testamento compara frecuentemente el pecado con la muerte (1 Timoteo 5:6; Lucas 15:24; Romanos 6:13; Efesios 2:1-5).
-El pecado es la muerte de la voluntad; impide obrar libremente al hombre cautivo por él.
-El pecado es la muerte de los sentimientos; llega el día en que lo que está prohibido se hace sin ningún remordimiento…
-El pecado es la muerte de todo lo amable; puede apoderarse de las cosas más preciosas y convertirlas en algo horrible.
La falta de vida de la iglesia de Sardis tenía un efecto extraño.
-La iglesia de Sardis no tenía el problema de ninguna herejía. Pero no hay nada peor que el estado de uno que es perezoso.
-La iglesia de Sardis no era objeto de ningún ataque desde el exterior, ni por parte de los paganos ni de los judíos. La verdad es que estaba tan muerta que no valía la pena atacarla.
3-Velar y estar alerta…
Apocalipsis 3:2-3
Si hay algo que todavía se pueda rescatar de la ruina inminente de la iglesia de Sardis, los cristianos deben despertar del letargo mortal y mantenerse alerta. Es este el mandamiento que aparece más frecuentemente en el Nuevo Testamento: debe ser la actitud constante del cristiano (Romanos 13:11; 1 Corintios 16:13); debe estar vigilante frente a las tretas del diablo (1 Pedro 5: 8); debe estar en guardia contra la tentación (Mateo 26:41); debe estar en guardia esperando la llegada del Señor (Mateo 24:42s; Marcos 13:37; 1 Tesalonicenses 5:6); debe estar en guardia contra la falsa enseñanza (Hechos 20:29-31).
En el versículo 3 tenemos una serie de imperativos.
El Cristo Resucitado les está diciendo a los cristianos aletargados de Sardis que tengan presente siempre la emoción con que oyeron por primera vez la Buena Nueva.
Dice también: «¡Arrepiéntete!» Este es un imperativo y describe una acción concreta y dice: «Cumple los mandamientos del Evangelio.» Aquí tenemos una advertencia contra lo que podríamos llamar un cristianismo discontinuo que no siempre obedece al Señor…
Hay también el mandamiento de velar…Uno se encuentra sin previo aviso ante la eternidad, pero eso no les sucede a los que viven todos los días en la presencia de Cristo; al que camina con Él no le puede tomar por sorpresa su venida.
4-Los pocos fieles
Apocalipsis 3: 4
En el versículo 4 brilla a través de la oscuridad un rayito de esperanza. Hasta en Sardis hay unos pocos fieles (Santiago 1:27).
Para los que han sido leales la promesa es que caminarán con Dios. Los que hayan sido leales a Dios se pasearán algún día con Él en el Paraíso. El que se conduce de acuerdo con Dios en la tierra gozará de su íntima compañía cuando llegue al final de su vida presente.
5-La triple Promesa
Apocalipsis 3:5-6
A los que hayan sido fieles se les hace una triple promesa:
-Serás vestidos con ropas blancas (Mateo 13:43; Salmo 104:2). Es el color de la pureza… (Mateo 5:8).
-Sus nombres no serán borrados del Libro de la Vida. El Libro de la Vida es una concepción que se encuentra a menudo en la Biblia (Éxodo 32:32s; Salmo 69:28; Daniel 12:1; Filipenses 4:3; Apocalipsis 20:15)
El que el nombre de uno fuera escrito en el Libro de la Vida era que le contaran entre los fieles ciudadanos del Reino de Dios.
-Jesucristo confesará sus nombres ante su Padre y sus ángeles. (Mateo 10:32s; Lucas 12: 8s). Jesucristo es eternamente fiel con la persona que le es fiel.
Versículo para aprender:
“El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida”
Apoc. 3: 5
Lección nº 10:
LA CARTA A FILADELFIA
Apocalipsis 3: 7-13
1-Filadelfia, la ciudad de la Alabanza
Apocalipsis 3:7
Filadelfia era la más joven de las siete ciudades. La habían fundado unos colonizadores de Pérgamo, con la intención deliberada de que fuera misionera de la cultura y lengua griega hacia Lidia y Frigia… Eso es lo que el Cristo Resucitado quiere decir cuando habla de la puerta abierta que les presenta a los cristianos filadelfos. Tres siglos antes se le había dado a Filadelfia una puerta abierta para que extendiera las ideas griegas en las tierras de más allá, y ahora se le presentaba otra oportunidad misionera todavía más gloriosa: la de llevar el Mensaje del amor de Jesucristo a los que no lo conocían.
Filadelfia tenía una característica que ha dejado su impronta en la carta. En el año 17 d.C. se produjo un gran terremoto que destruyó Sardes y otras diez ciudades. En Filadelfia se siguieron produciendo temblores de tierra durante otros muchos años;
La mayor parte de la población vivía fuera de la ciudad, y tenía miedo de ir al centro por si se le caía encima una pared. Se tenía por locos a los que seguían viviendo en la ciudad… Los vecinos de Filadelfia sabían muy bien que su seguridad dependía de la promesa de que «ya no tendrían que salir más.»
De todas las ciudades, Filadelfia es la que recibe más alabanzas, lo cual es señal de que se las merecía.
En días posteriores llegó a ser una ciudad muy importante. Cuando los turcos y el mahometismo inundaron Asia Menor y todas las demás ciudades habían caído, Filadelfia se mantuvo en pie. Durante siglos fue la única ciudad cristiana libre en medio de una tierra no cristiana. Fue el último baluarte del cristianismo asiático. No cayó hasta mediado el siglo XIV; y hasta este día hay un obispo y un millar de cristianos en ella.
2-Los títulos del Señor
Apocalipsis 3:7 (continuación)
En la introducción de esta carta el Cristo Resucitado Se identifica con tres títulos, cada uno de los cuales implica un tremendo derecho.
-Es el que es santo. Santo es una descripción de Dios mismo (Isaías 6:3; 40:25; 43:15). Debemos recordar que santo (háguios) quiere decir diferente, separado.
-Es el que es verdadero. Aléthinós, que quiere decir real en contraposición a lo que es irreal. En Jesús se encuentra la realidad. Cuando nos encontramos cara a cara con Él, nos encontramos con la verdad misma.
-Es el que tiene la llave de David, el que abre de manera que nadie puede cerrar, y cierra de manera que nadie puede abrir. Notemos en primer lugar que la llave es el símbolo de la autoridad (Isaías 22:22). Jesús es el único que tiene autoridad para admitir a la nueva Jerusalén, la nueva Ciudad de David.
3-Elogio: una puerta abierta
Apocalipsis 3:8
Es la gran promesa del Cristo Resucitado que Él ha puesto delante de los cristianos de Filadelfia una puerta abierta que nadie puede cerrar. ¿Qué significa aquí eso de una puerta abierta?
Puede que sea la puerta de la oportunidad misionera (1 Corintios 16:9 2 Corintios 2:12; Colosenses 4:3). El sentido es especialmente apropiado para Filadelfia. Estaba en la carretera del correo imperial… Los ejércitos del césar iban por esa carretera; las caravanas comerciales también; y ahora se les abría a los misioneros cristianos.
-Se ha sugerido que la puerta que se le abría a Filadelfia no era otra que Jesucristo mismo. «Yo soy la puerta,» dijo Jesús (Juan 10: 7, 9).
4-Herederos de la Promesa
Apocalipsis 3:9-10
En el versículo 9 la promesa del Cristo Resucitado es que algún día los judíos que calumnian a los cristianos se arrodillarán a sus pies. Los cristianos creían que la nación judía había perdido su lugar en el plan de Dios, y que su posición había pasado a la Iglesia. Era a ella a la que se humillarían algún día todos los hombres en señal de sumisión. Esta promesa es el reverso de todo lo que los judíos habían esperado, que era que las naciones se arrodillarían ante ellos; pero el día había de venir cuando ellos, entre todas las naciones, se arrodillarían ante Cristo.
La promesa del Cristo Resucitado es que todos los que guardan serán guardados (Hebreos 2:18).
En el versículo 10 nos encontramos con creencias típicamente judías. Como ya hemos visto a menudo, los judíos dividían el tiempo en dos edades: la presente, que es totalmente mala, y la por venir, que es totalmente buena, entre las cuales hay un tiempo de destrucción cuando caiga el juicio sobre el mundo. A ese tiempo se refiere aquí Juan. Hasta cuando el tiempo llegue a su fin, y el mundo, tal como lo conocemos, deje de existir, el que sea fiel a Cristo estará a salvo bajo su protección.
5-Promesas y advertencia
Apocalipsis 3:11-13
En el versículo 11 se combinan la advertencia y la promesa. El Cristo Resucitado les dice que está para venir pronto. Se ha dicho que en el Nuevo Testamento la Segunda Venida de Cristo se presenta con dos propósitos.
-Como una advertencia para los descuidados (Mateo 24:48-51; 2 Tesalonicenses 1:79; 1 Pedro 4:5).
-Como un consuelo para los oprimidos (Santiago 5:8; Hebreos 10:37).
Hay aquí otra advertencia. El Cristo Resucitado manda a los filadelfios que retengan lo que tienen, para que nadie les prive de su corona. No se trata de que nadie les robe la corona que les pertenece, sino de que Dios se la retire y se la dé a algún otro porque no sean dignos de llevarla (los judíos perdieron su posición ante los cristianos gentiles: Romanos 11:11).
En el versículo 12 encontramos las promesas del Cristo Resucitado a los que le son fieles.
-El cristiano fiel será un pilar en el Templo de Dios. Un pilar de la Iglesia es un soporte grande y honorable (Gálatas 2:9).
-El cristiano fiel no tendrá que salir más: Se da la promesa al fiel cristiano de una estabilidad serena en la paz que Jesucristo provee; el que es fiel a Jesucristo llegará un tiempo en que sea como un pilar puesto en el Templo de Dios.
-El Cristo Resucitado escribirá en el cristiano fiel el nombre de su Dios.
-El nombre de la Nueva Jerusalén se escribiría sobre el fiel cristiano. Eso corresponde a la ciudadanía del fiel cristiano en la ciudad de Dios.
-Cristo escribirá en su fiel servidor su propio nombre nuevo; acerca de cuál sería ese nombre no tenemos por qué especular, porque nadie lo sabe (Apocalipsis 19:12); pero en el tiempo por venir, cuando Cristo haya conquistado todo el Universo, sus fieles servidores llevarán la señal que muestre que le pertenecen a Él, y participarán de su victoria.
Versículo para aprender:
“He aquí yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona”
Apoc. 3: 11
Lección nº 11:
LA CARTA A LAODICEA
Apocalipsis 3: 14-22
1-Laodicea, la condenada
Apocalipsis 14a
Laodicea tiene la macabra distinción de ser la única iglesia de la que el Cristo Resucitado no podía decir nada positivo…Fue fundada hacia el año 250 a.C. por Antíoco de Siria, que le dio ese nombre por el de su mujer, Laodiké.
Debía su importancia exclusivamente a su situación. La carretera de Éfeso al Oriente y a Siria era la más importante de Asia. Otras dos carreteras pasaban por las puertas de Laodicea: la que iba de Pérgamo y la que iba de la Caria oriental a la Frigia central y occidental.
Era un gran centro banquero y financiero. Era una de las ciudades más opulentas del mundo. El año 61 d.C. la devastó un terremoto; pero sus ciudadanos eran tan ricos e independientes que rehusaron recibir ninguna ayuda del gobierno romano, y reconstruyeron su ciudad con sus propios recursos. Era tan opulenta que no necesitaba ni a Dios.
Era además un gran centro de confección de ropa. Las ovejas que pastaban en los alrededores de Laodicea eran famosas por su lana suave, violeta-negra, lustrosa… Laodicea estaba tan orgullosa de la ropa que fabricaba que no se daba cuenta de que estaba desnuda a los ojos de Dios.
Era también un centro médico muy considerable. Su escuela de medicina era famosa en todo el mundo principalmente por dos cosas: el ungüento para los oídos y el colirio para los ojos. Laodicea estaba tan orgullosa de sus habilidades médicas en el cuidado de los ojos que no reconocía que estaba ciega espiritualmente. Laodicea presumía tanto que habían eliminado la necesidad de Dios de las mentes de sus ciudadanos y aun de su iglesia.
Estaba en una zona en la que había una muy extensa población judía…Puede que hubiera pocas zonas en las que los judíos fueran tan ricos e influyentes.
2-La autoridad de Cristo
Apocalipsis 3:14
Como las otras cartas, también esta empieza con una serie de grandes títulos de Jesucristo.
-Él es el Amén. Jesús es Aquel Cuyas promesas son dignas de todo crédito… Amén es la palabra que se pone corrientemente al final de una declaración solemne para garantizar su verdad.
-Él es el Testigo que es digno de toda confianza y veraz a toda prueba. Jesucristo cumple plenamente los requisitos de un testigo: puede hablarnos de Dios, porque procede de Él; podemos creer lo que nos dice, porque es el Amén, y sabe comunicar su Mensaje, porque jamás hombre alguno habló como Él.
-Él es el Principio de la Creación de Dios. Hace referencia al principio dinámico de la obra creadora. La palabra para principio es arjé, que refiere al origen de todas las cosas; es decir: que todas las cosas tienen en Él su origen (Juan 1:3; Colosenses 1:15,18).
3-La Tibieza: Ni una cosa ni la otra
Apocalipsis 3:15-16
La condenación de Laodicea empieza con un cuadro de gran crudeza: como los laodicenses no son ni fríos ni calientes tienen esa cualidad nauseabunda que hará que el Cristo Resucitado acabe por vomitarlos de su boca.
Conviene fijarse en el sentido exacto de las palabras. Frío es psyjrós, que puede llegar hasta la congelación. Caliente es zestós, que llega hasta la ebullición…Tibio es jliarós. Las cosas tibias producen náuseas a menudo. Aquí hay algo que hace pensar.
-La única actitud que condena irremisiblemente el Cristo Resucitado es la indiferencia…
-La única actitud que no se puede adoptar frente al Cristianismo es la neutralidad. La persona que permanezca totalmente inafectada en su actitud frente a Él se ha negado por ello a emprender la labor que Dios tiene para ella.
-Por muy duro que parezca, el sentido de esta terrible amenaza del Cristo Resucitado es que es mejor no empezar siquiera el camino cristiano que empezar y luego desviarse a un cristianismo convencional y sin sentido.
4-Pobreza en la riqueza…
Apocalipsis 3:17-18
La tragedia de Laodicea era que se creía muy rica y era ciega a su pobreza real. Humanamente hablando, se diría que era la ciudad más próspera de Asia Menor. Espiritualmente hablando, el Cristo Resucitado declara que era la comunidad más menesterosa.
Laodicea presumía de su famoso colirio; pero era ciega a su propia pobreza y desnudez.
Laodicea no tenía ningunas ganas de verse tal como era.
El Cristo Resucitado sugiere que los laodicenses pongan su mirada en las riquezas espirituales: el oro refinado en fuego hace referencia a la fe en el Señor que se aprueba en las pruebas; y la vestiduras blancas son un llamado a volver a la pureza.
5-El castigo amoroso
Apocalipsis 3:19
El versículo 19 contiene una enseñanza que se extiende por toda la Escritura: « Yo reprendo y castigo a todos los que amo.»
Es muy preciosa la manera como se dice. En la traducción griega de la Septuaginta la palabra para amar filein, que es la del afecto más tierno. La palabra para reprender es elénjein, que describe la clase de reprensión que induce a una persona a reconocer su error (2 Samuel 12:1-14). La reprensión de Dios es más iluminación que castigo.
6-El Cristo que llama a la Puerta
Apocalipsis 3:20
En el versículo 20 tenemos una de las figuras más famosas de Jesucristo en el Nuevo Testamento: “Fíjate: Yo estoy a la puerta, llamando”…
Debemos tomar este dicho de Jesús como una apelación del Señor a las almas (Cantares 5:2-6)
Hay aquí algunas cosas esenciales a la religión cristiana. Vemos a Jesús rogando. Está a la puerta del corazón humano y llama. El hecho exclusivamente nuevo que trajo el Cristianismo a este mundo es que Dios está buscando a los hombres… Ninguna otra religión presenta así a Dios.
Aquí tenemos la representación de Cristo buscando a los pecadores que no le buscaban a Él. No cabe duda que el amor no puede llegar más lejos.
Vemos también el ofrecimiento de Cristo: «Entraré a cenar con él, y él conmigo.» Se refiere a la merienda deipnon, que era la comida de la tarde, la principal del día, que se alargaba agradablemente porque ya no se volvía al trabajo. Era el deipnon lo que Cristo compartiría con la persona que le abriera su puerta, no una comida apresurada, sino la que se prolonga en grata compañía.
Vemos también que se apela a la responsabilidad humana. Cristo llama, y la persona puede responder o negarse a responder. Cristo no fuerza su entrada; debe ser invitado.
7-La Promesa
Apocalipsis 3: 22
La promesa del Cristo Resucitado es que el que obtenga la victoria se sentará con Él en su propio trono de victoria… El que venza en la vida compartirá el trono del Cristo Vencedor.
Versículo para aprender:
“…si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo”
Apoc. 3: 20
Una reflexión sobre todas las Cartas:
Todas las cartas concluyen con las palabras: “El que tenga oídos, que preste atención a lo que el Espíritu está diciendo a las Iglesias.” Este decir hace dos cosas:
-Individualiza el mensaje de las cartas. Le dice a cada persona: “Esto se refiere a ti.”
-Generaliza el mensaje de las cartas… A través de ellas el Espíritu está hablando a cada persona de cualquier generación. Su mensaje no es exclusivamente local y temporal, sino eterno, y en él el Espíritu sigue hablándonos a cada uno de nosotros.
Lección nº 12:
ADORACIÓN Y ALABANZA EN EL CIELO
Apocalipsis 4: 1-11
1-Una puerta abierta en el Cielo
Apocalipsis 4:1
Ahora cambia la escena a la corte del Cielo. A Juan se le abría una puerta en el Cielo.
Más de una vez se dice en el Nuevo Testamento que se abrieron los cielos:
-Está la apertura de los cielos para la visión (Ezequiel 1:1).
-Está la apertura para el descendimiento del Espíritu (Marcos 1:10).
-Está la apertura para la revelación de la gloria de Cristo (Juan 1:51).
2-El Trono de Dios
Apocalipsis 4: 2-3
Cuando Juan entró por la puerta al Cielo le sobrevino un éxtasis y vio un trono, y a Dios sentado en él. El trono de Dios se menciona corrientemente en el Antiguo Testamento (1 Reyes 22:19; Salmo 47:8; Isaías 6:1)… El trono de Dios representa su majestad.
Juan vio a Uno sentado en el trono; ni siquiera intenta describir a Dios como una figura humana. Describe a Dios «en un relámpago de colores como de piedras preciosas,» pero no menciona ninguna clase de forma. Es la manera bíblica de ver a Dios en términos de luz… Los nombres de esas piedras eran jaspe, sardónice y esmeralda: estas eran las piedras más preciosas.
3-Los veinticuatro Ancianos
Apocalipsis 4:4
Los veinticuatro ancianos aparecen repetidas veces en el Apocalipsis. Vamos a reunir los hechos acerca de ellos que se nos descubren. Estaban sentados alrededor del trono, vestidos de túnicas blancas y con coronas de oro (4:4; 14:3); echaron sus coronas delante del trono (4:10); adoraban y alababan a Dios constantemente (5:11,14; 7:11; 11:16; 14:3; 19:4); le presentaban a Dios las oraciones de los santos (5:8); uno de ellos animó a Juan cuando estaba triste (5:5); y otro actuó de intérprete de una de las visiones (7:13).
-Isaías habla de Dios reinando en gloria ante sus ancianos (Isaías 24:23). Puede que esto de los ancianos tenga que ver con la idea del consejo que rodea a Dios.
Los sacerdotes en Israel estaban divididos en veinticuatro turnos diferentes. Cada uno tenía su presidente, que se llamaba el anciano de los sacerdotes (1 Crónicas 24:7-18). Los levitas estaban divididos igualmente en veinticuatro turnos para los trabajos del templo, y alababan a Dios con arpas y salterios y címbalos (1 Crónicas 25:6-31), y los ancianos de Apocalipsis también tenían arpas (Apocalipsis 5:8). Así es que los veinticuatro ancianos puede que representen el ideal celestial del culto terrenal de los sacerdotes y levitas en el Templo.
Aunque s ha sugerido que los veinticuatro ancianos representan a los doce patriarcas y los doce apóstoles combinados (En la Nueva Jerusalén los nombres de los Doce Patriarcas estaban en las doce puertas, y los de los Doce Apóstoles en las piedras fundacionales del muro), creemos que la explicación más probable es que los veinticuatro ancianos representan simbólicamente al fiel pueblo de Dios: sus vestiduras blancas son las que se les prometen a los fieles (Apocalipsis 3:4), sus coronas (stéfanoi) son las que se les prometieron a los que fueran fieles hasta la muerte (Apocalipsis 2:10) y los tronos son los que les prometió Jesús a los que lo abandonaran todo para seguirle (Mateo 19:27-29).
La pregunta que quedaría sería: ¿Por qué veinticuatro? La respuesta sería que porque la Iglesia está formada por judíos y gentiles, dos pueblos hechos uno. Recordemos que esta es una visión de lo que ha de ser; así los veinticuatro ancianos representarían la totalidad de la Iglesia, en todos los tiempos…
5-Alrededor del Trono
Apocalipsis 4:5-6a
-Las voces son el rugido de truenos; los truenos y relámpagos se conectan a menudo con la manifestación de Dios (Ezequiel 1:13; Salmo 78:18 y especialmente Éxodo 19:16).
-Los siete candelabros son los siete Espíritus de Dios (Apocalipsis 1: 4; 3:1). Debemos entender que hace referencia al Espíritu Santo…
-En el original no se dice que hubiera un mar de vidrio, sino «como si fuera un mar de vidrio.» Era algo que trascendía toda descripción, pero que se podía comparar solamente con un gran mar de vidrio. Era sobre el mar donde Dios había puesto su trono. El salmista dice que Dios ha puesto sus altos aposentos sobre las aguas (Salmo 104:3).
Este mar como de vidrio reluciente simboliza algo precioso (Job 28:17); una pureza deslumbrante y una distancia inmensa. El trono de Dios estaba a una distancia incalculable, como al extremo del mar inmenso.
6-Los cuatro Seres vivientes y su alabanza
Apocalipsis 4:6b-8
Los cuatro seres vivientes se encuentran siempre cerca del trono de Dios y del Cordero (4:6; 5.6; 14:4). Tienen seis alas y están llenos de ojos (4:6,8). Se dedican a pleno tiempo a alabar y adorar a Dios (4:8; 5:9,14; 7:11; 19:4). Tienen ciertas tareas: invitan a aparecer en escena a las terribles manifestaciones de la ira de Dios (6:1,7) y uno de ellos entrega a los siete ángeles las copas de oro llenas de la ira de Dios (15:7).
En Ezequiel identifican claramente como querubines (Ezequiel 10:20,22) (ver 1 Reyes 6:23-30; 2 Crónicas 3:7). … Eran los querubines los que guardaban el acceso al Huerto del Edén cuando Adán y Eva fueron expulsados de él (Génesis 3:24)… Los querubines son seres angélicos que están cerca de Dios y son los guardianes de su trono. ¿Qué simbolizan estos cuatro seres vivientes?
Para Juan os cuatro seres vivientes parecen representar todo lo más noble, fuerte, sabio y veloz de la Naturaleza: el león es supremo entre las fieras; el buey, entre el ganado; el águila, entre las aves, y el hombre entre todas las criaturas: representan toda la grandeza y la fuerza y la belleza de la Naturaleza, a la que vemos aquí sirviendo y alabando á Dios. Así podríamos entender que los cuatro seres vivientes son querubines que representan entonces a la naturaleza reconociendo a su Creador (Salmo 19:1 y ss.; Salmo 103:22; Salmo 148)
En los versículos que siguen vemos a los veinticuatro ancianos alabando a Dios; y cuando unimos los dos cuadros obtenemos el de la Naturaleza y la Humanidad aplicadas en una adoración constante a Dios.
Aquí se nos presenta entonces la incesante alabanza de la Naturaleza delante del Trono de Dios…
La doxología recoge tres atributos de Dios.
a)Le alaba por Su santidad (Isaías 6: 3). Ya hemos visto repetidas veces que la idea básica de la santidad es la diferencia. Él es diferente, precisamente por eso somos movidos a adorarle.
b)Le alaba por su omnipotencia. Dios es omnipotente. Frente a la amenaza del Imperio Romano, debemos pensar lo que significaría para los cristianos estar seguros de que con ellos estaba el Todopoderoso.
c)Le alaba por su eternidad. Los imperios surgen y desaparecen; aun los cielos y la tierra perecerán; pero Dios es siempre el mismo, y sus años no se acabarán.
7-El Señor y Creador
Apocalipsis 4:9-11
Aquí está la otra sección del coro de acción de gracias. Así es que cuando los seres vivientes y los ancianos se unen en alabanza se simboliza la Naturaleza y la Iglesia unidas alabando a Dios.
Juan usa aquí una figura que conocía muy bien el mundo antiguo: Los ancianos rendían sus coronas ante el trono de Dios.
En el mundo antiguo aquel gesto era la expresión de una sumisión total… No puede haber fe sin sumisión y entrega.
La doxología de los ancianos alaba a Dios por dos cosas:
-Él es su Señor y Dios… (Este era el título oficial del emperador romano Domiciano) Llamar sencillamente a Dios Señor y Dios era una confesión triunfante de fe, una proclamación de que Él ocupa el lugar supremo en todo el universo…
-Dios es el Creador. Es por su voluntad y propósito por lo que existían todas las cosas…Únicamente Dios puede crear de la nada. No hay nada que el ser humano pueda usar a menos que Dios se lo haya dado.
Versículo para aprender:
“Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas…”
Apoc. 4: 11
Lección nº 13:
EL LIBRO Y EL CORDERO
Apocalipsis 5: 1-6
1-El libro en la mano de Dios
Apocalipsis 5:1
La escena que nos describe Juan tiene un antecedente en la visión de Ezequiel (Ezequiel 2: 9s).
Debemos fijarnos en que era un rollo y no un libro lo que Dios tenía en la mano. En el mundo antiguo, hasta el siglo II d.C., la forma en que se presentaba un escrito era el rollo… Era corriente cuando el rollo era extenso que se enrollara en dos rollizos de madera por cada extremo. Un rollo así sería el que vio Juan en la mano de Dios; y tenía dos características:
-Estaba escrito por delante y por detrás, es decir, por las dos caras. El papiro generalmente se escribía del lado más dispuesto… Aquí, el rollo que Dios tenía en la mano estaba escrito por los dos lados; había tanto en él que se había usado tanto el recto (el lado usable) como el verso.
-Estaba sellado con siete sellos. Eso puede indicar una de dos cosas.
a)El único documento ordinario que se sellaba con siete sellos de siete testigos era el testamento y solo se podía abrir cuando los siete estaban presentes. El rollo puede que fuera lo que podríamos llamar el testamento de Dios, su última voluntad sobre los asuntos del universo.
b) Es más probable que los siete sellos representen sencillamente un profundo secreto. El contenido del rollo era tan secreto que estaba sellado con siete sellos.
2-¿Quién es digno de abrir el Libro?
Apocalipsis 5:2-4
Cuando Juan estaba mirando a Dios con el rollo en la mano se presentó un ángel imponente para lanzar un gran desafío: citaba a que se presentara para abrir el libro a cualquiera que fuera capaz de acometer la empresa.
No cabe duda de que el contenido del libro era lo que había de suceder en los últimos tiempos. Que existía tal libro, que expresaba el plan de Dios para el universo, era firme creencia entre los judíos.
Nadie se presentó al desafío del ángel; no había nadie que fuera capaz de abrir el rollo, por lo que Juan se echó a llorar amargamente. Parecía como si la promesa primera se hubiera frustrado. Además le parecía que no había nadie en todo el universo a quien Dios pudiera revelar sus secretos. Esto, sin duda, era terrible...
3-El León de Judá y la Raíz de David
Apocalipsis 5:5
Nos acercamos ahora a uno de los momentos más impresionantes del Apocalipsis: la entrada del Cordero en el centro de la escena celestial.
Mientras lloraba se acerca a Juan uno de los ancianos, en función de mensajero de Cristo, y le dice: « No llores.» (Estas palabras salieron en más de una ocasión de los labios de Jesús en los días de su vida en la tierra…)
El anciano le dice a Juan que Jesucristo ha obtenido tal victoria que está capacitado para abrir el libro y desatar sus sellos… Por su victoria sobre la muerte y todos los poderes del mal, y por su completa obediencia a la voluntad de Dios está capacitado para conocer y revelar los secretos de Dios y tiene el privilegio y la misión de controlar las cosas que han de ser.
Se le aplican dos grandes títulos.
a)Jesús es el León de la tribu de Judá (Jesús era judío). Este título se remonta a la bendición que dio Jacob antes de morir a sus hijos. En esa bendición llama a Judá «cachorro de león» (Génesis 49:9). Si el mismo Judá era un cachorro de león, es apropiado llamar al supremo miembro de su tribu El León de Judá.
b)Jesús es la Raíz de David. Este título se remonta a la profecía de Isaías de que una raíz de Isaí sería una enseña para el pueblo (Isaías 11:1,10). Isaí fue el padre de David; Jesucristo fue el Hijo de David, el Mesías prometido.
4-El Cordero como inmolado…
Apocalipsis 5:6
Este es el momento supremo de la visión: la presentación del Cordero en la escena del Cielo, que estaba en el centro de todo el escenario.
El Cordero es una de las grandes ideas características del Apocalipsis, que llama así a Jesucristo no menos de veintinueve veces. La palabra que usa para cordero no se usa en ningún otro libro del Nuevo Testamento con referencia a Jesucristo (Juan 1:29,36; 1 Pedro 1:19; Isaías 53:7)…En todos estos casos se usa la palabra amnós, mientras que la que usa Apocalipsis es arníon; (Jeremías 11:19)… Que refiere al cordero sacrificado.
Tenemos aquí la imagen del sacrificio de Cristo, todavía visible en los lugares celestiales, donde Jesucristo es el que nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros.
Este mismo Cordero, todavía con las señales de haber sido sacrificado, es el Cordero de los siete cuernos y los siete ojos. Los siete cuernos representan la omnipotencia (En el Antiguo Testamento el cuerno simboliza poder y honor); el número siete representa la perfección; el poder del Cordero es perfecto más allá de toda resistencia.
Además el Cordero tiene siete ojos, que representan a los Espíritus de Dios enviados por toda la Tierra (Zacarías 4:2,10). Es una figura misteriosa, que nos sugiere en forma casi inquietante que no hay lugar de la Tierra que esté oculto a la mirada de Dios.
Aquí tenemos una presentación impresionante de Cristo como el cumplimiento de todas las esperanzas y los sueños de Israel, porque es el León de la tribu de Judá y la Raíz de David; es el único Cuyo sacrificio se aplica a toda la humanidad, porque sigue llevando sus marcas en los lugares celestiales.
5-Digno es el Cordero
Apocalipsis 5: 7
Juan ve que el Cordero se acerca al Trono y toma de la mano derecha de Dios el Libro…
El momento culminante ha llegado; ya Juan no debe temer que la verdad que el Libro contiene quede sellada para siempre.
Es profundamente significativa la escena: El Cristo Resucitado que ha vencido a la tentación y a la muerte camina frente al Trono con impresionante dignidad, y recibe el Libro. Es el Único Digno… Sin Él los insondables misterios del Libro no habían sido revelados.
Versículo para aprender:
“He aquí el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus sellos”
Apoc. 5: 5
Lección nº 14:
EL HIMNO CLESTIAL
Apocalipsis 5: 7-14
1-Música en el Cielo
Apocalipsis 5: 8-14
Es necesario leer este pasaje en conjunto antes de empezar a estudiarlo en detalle. Aquí tenemos el más impresionante coro de alabanza que escuchará jamás el universo. Llega en tres oleadas. Primero está la alabanza de los cuatro seres vivientes y de los veinticuatro ancianos. Aquí vemos a la Naturaleza y a la Iglesia unidas en la alabanza del Cordero. Luego se produce la alabanza de las miríadas de ángeles. Aquí tenemos a todos los habitantes del Cielo elevando sus voces en alabanza. Y después, Juan ve a toda la creación, en todo el universo, desde su más profunda sima hasta su más remoto confín, cantando alabanzas.
2-Las oraciones de los Santos
Apocalipsis 5:8
La primera sección del coro de alabanza es el himno de los cuatro seres vivientes y de los veinticuatro ancianos; que, como ya hemos visto, representan respectivamente todo lo que hay en la Naturaleza y en la Iglesia universal.
La figura de los ancianos es interesante. Tienen arpas (Salmo 33:2 y otros) y copas de oro llenas de incienso; y el incienso representa las oraciones de los que están consagrados a Dios (Salmo 141:2).
Importa recordar que con el paso de los siglos, los judíos se fueron sintiendo más y más abrumados con la idea de la trascendencia de Dios, y empezaron a creer que no podía haber ningún contacto directo entre Dios y la persona humana, y que tenía que haber intermediarios angélicos para salvar la sima. Ese es precisamente el sentimiento que Jesucristo vino a desterrar; Él vino para decirnos que Dios está más cerca de nosotros que nuestro aliento, más cerca que las manos o los pies; y para ser el camino vivo por el que todas las personas, por humildes que sean, tienen acceso directo a Dios.
3-Un Himno nuevo
Apocalipsis 5:9
El himno que cantaron los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos era un himno nuevo (Salmo 149:1 y ots.)
Una de las características del Apocalipsis es que es un libro acerca de cosas nuevas. Hay un nombre nuevo (2:17; 3:12); una nueva Jerusalén (3:12; 21:2); un cántico nuevo (5:9; 14:3); Nuevos cielos y nueva tierra (21:1); y la gran promesa de que Dios hace todas las cosas nuevas (21:5).
Lo significativo acerca de esto es que Jesucristo trae a la vida una cualidad que no había existido nunca, un gozo nuevo, una emoción nueva, nueva fuerza y nueva paz.
4-Un Himno al Cordero
Apocalipsis 5:9-10
Los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos alaban al Cordero porque murió. En este himno se resumen los resultados de la muerte de Jesucristo.
-Fue una muerte sacrificial; es decir: con un propósito; la finalidad del sacrificio era restaurar la relación perdida entre Dios y el hombre; y fue con ese propósito, y con ese resultado, como murió Jesucristo.
-La muerte de Jesucristo fue emancipadora. El Nuevo Testamento está lleno de principio a fin de la idea de la liberación de la humanidad que Él logró (Marcos 10:45; 1 Timoteo 2:6; Gálatas 3:13; 1 Pedro 1:19 y ots.).
-La muerte de Jesucristo fue universal en sus beneficios. Él murió por los hombres y las mujeres de todas las razas.
-La muerte de Jesucristo fue efectiva. Él no murió inútilmente: abrió a los seres humanos la realeza de hijos de Dios; nos hizo sacerdotes: Jesucristo abrió a todos los hombres el camino de acceso a Dios: toda persona llega a ser un sacerdote en el sentido de que tiene derecho de acceso a la presencia de Dios; nos dio victoria: su pueblo reinará sobre la tierra (Juan 16:33).
5-Los Ángeles también…
Apocalipsis 5:11-12
Los innumerables ejércitos de los ángeles entran aquí en el coro de la alabanza.
Los ángeles cantan de las posesiones de Cristo en su gloria. Hay siete grandes posesiones que pertenecen al Señor Resucitado.
-A Él Le pertenece el poder (1 Corintios 1:24)
-Suya es la riqueza (2 Corintios 8:9; Efesios 3: 8)
-Suya es la sabiduría (1 Corintios 1:24)
-Suya es la fuerza (Lucas 11:22)
-Suyo es el honor (Filipenses 2:11)
-Suya es la gloria (Juan 1:14)
-Suya es la bendición.
Jesucristo posee todas estas cosas, y usa cada una de ellas para servir a la humanidad por la que vivió y murió cuando se encarnó; no se las reserva para sí. Por tanto, surge hacia Él de todos los redimidos un himno de acción de gracias por todo lo que ha hecho.
6-El Himno de toda la Creación
Apocalipsis 5:13-14
Ahora el coro de alabanza llega tan lejos que ya no puede llegar más, porque alcanza a todo el universo y a la totalidad de la creación. Hay un himno universal de alabanza al Cordero. Notemos una cosa muy significativa: en este coro de alabanza Dios y el Cordero están juntos. No se podía mostrar mejor la altura de la concepción que tiene Juan de Jesucristo. En la alabanza de la creación le asocia con el mismo Dios.
En el mismo himno debemos notar dos cosas: Las criaturas que están en el Cielo aportan su alabanza: los seres vivientes, los ancianos, las miríadas de ángeles y todos los otros seres celestiales; y también las criaturas que están debajo de la Tierra aportan su alabanza. Eso no puede querer decir nada más que los muertos que están en el Hades, y aquí tenemos algo totalmente nuevo: ni siquiera la tierra de los muertos está excluida del Reino del Cristo Resucitado. Hasta más allá de la muerte se le eleva el coro de alabanza.
El cuadro que se nos presenta incluye a toda la Naturaleza alabando a Dios (Salmo 148).
Versículo para aprender:
“Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder…”
Apoc. 5: 13b
Lección nº 15:
LOS CUATRO CABALLOS Y SUS JINETES
Apocalipsis 6:1-8
1-Introducción
Antecedentes del Antiguo Testamento
Conforme el Cordero fue abriendo uno tras otro los sellos del rollo, la Historia se desveló ante los ojos de Juan.
Un antecedente de esta visión se halla en Zacarías 6:1-8. Zacarías ve cuatro caballos que están sueltos sobre la Tierra para hacer venganza de Babilonia y Egipto y las demás naciones que han oprimido al pueblo de Dios (Zacarías 6: 5). Para Juan también los caballos y sus jinetes son los instrumentos del juicio vengador de Dios.
Los caballos y sus jinetes son fuerzas de destrucción y agentes de la ira; no se han de identificar con ninguna figura histórica; pero Juan vio en los sucesos de su propio tiempo símbolos y tipos de la destrucción que estaba para venir.
2-El caballo blanco: la conquista por la Guerra
Apocalipsis 6:1-2
Cuando cada uno de los siete sellos se cortaba y abría, un nuevo terror caía sobre la Tierra. El primer terror se simboliza bajo la forma de un caballo blanco con su jinete.
No cabe duda que el caballo blanco y su jinete representan la conquista de la guerra. Cuando un general romano celebraba un triunfo, eran caballos blancos, el símbolo de la victoria, los que estaban uncidos a su carroza….El jinete del caballo blanco llevaba en la mano un arco. En el Antiguo Testamento el arco siempre representa poder militar (Jeremías 51:56; Salmo 46:9 y ots.).
Pero hay una figura en particular que los romanos y todos los habitantes de Asia reconocerían al instante. El único enemigo que temían los romanos era el poder de Partia. Los partos habitaban en las fronteras del lejano Oriente del Imperio Romano, y eran el azote de Roma. Los partos montaban caballos blancos, y eran los arqueros más famosos de la antigüedad…Así es que el caballo blanco y su jinete con arco representan el militarismo y la conquista.
La conquista militar se ha representado como una gran hazaña; pero es siempre una tragedia.
Eso es la guerra. En el primero de los trágicos terrores de los tiempos terribles, Juan coloca al caballo blanco con su jinete con arco, la visión de la tragedia de la conquista militarista.
2-El caballo rojo: La contienda Universal
Apocalipsis 6:3-4
La función del segundo caballo y su jinete es despojar de la paz a la Tierra. Representan esa rivalidad destructiva que pone a las personas y a las naciones unas contra otras en un caos de trágica destrucción.
Juan estaba escribiendo en un tiempo en el que la guerra de aniquilación mutua estaba diezmando el mundo.
La visión del fin describía un tiempo en el que se destruirían todas las relaciones humanas y el mundo sería un caldero hirviente de odios crueles.
Sigue siendo verdad que una nación en la que hay divisiones entre las personas y las clases sociales y el odio se basa en ambiciones competitivas y deseos egoístas está condenado a desaparecer; y el mundo en el que las naciones pelean a muerte las unas con las otras se apresura a su final.
3-El caballo negro: El Hambre
Apocalipsis 6:5-6
Nos ayudará a entender la idea que subyace bajo este pasaje el recordar que Juan se refiere, no al fin del mundo, sino a las señales y acontecimientos que lo precederán.
Así es que aquí el caballo negro y su jinete representan el hambre, una hambruna severa y de graves consecuencias, pero que no es tan extrema como para matar. Hay trigo, a un precio prohibitivo; y no son afectados ni el vino ni el aceite.
El jinete del caballo llevaba en la mano una balanza romana. En el Antiguo Testamento, la frase comer pan al peso indica la mayor escasez (Levítico 26:26; Ezequiel 4:16).
Es cierto también que una situación en la que no faltaran el aceite y el vino pero el pan estuviera prohibitivamente caro sería la equivalente a una en la que hubiera lujos abundantes pero escaseara lo más necesario.
Podemos ver la gravedad de la escasez en la figura: un denario era el jornal de un obrero, que solo se podría comparar con el de los países más pobres. Normalmente un denario era el precio de entre ocho y dieciséis medidas de trigo, y tres o cuatro veces más de cebada. Lo que Juan está pronosticando es una situación en la que todo el jornal de un obrero se necesitaría para comprar lo absolutamente necesario para su subsistencia personal…Si en vez de trigo compraba cebada podía arreglárselas para darle algo a su mujer y familia, pero no le quedaría para comprar ninguna otra cosa.
Este pasaje tiene un eco sorprendente en ciertos sucesos del reinado de Domiciano, por el tiempo en que estaba escribiendo Juan. Hubo una escasez muy seria de grano y un exceso de vino... Aquí tenemos una situación en que escaseó el trigo y sin embargo estaba prohibido reducir la producción de vino y aceite.
Así es que esta descripción del hambre coincidía con la del lujo desmedido. Eso es siempre una señal de que la sociedad en la que se da está abocada a la ruina porque los dones de la naturaleza se usan de manera egoísta e irresponsable contribuyendo al lujo de los pocos y a la estrechez de los más.
4-El caballo amarillo: La Peste y la Muerte
Apocalipsis 6:7-8
Al considerar este pasaje debemos seguir teniendo presente que no trata del fin del mundo sino de las señales que lo precederán. Por eso es la cuarta parte de la Tierra la que está implicada en la muerte y el desastre. Se trata de un tiempo terrible, pero todavía no ha llegado el momento de la destrucción total.
Juan estaba escribiendo en un tiempo en el que el hambre y la peste devastaban el mundo…
Aquí Juan está usando un cuadro tradicional de lo que sucede cuando Dios lanza su ira sobre su pueblo desobediente. Tras él se encuentra la verdad permanente de que ninguna persona o nación puede escapar las consecuencias de su propio pecado.
Versículo para aprender:
“…y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra”
Apoc. 6: 8b
Lección nº 16:
QUINTO Y SEXTO SELLO
Apocalipsis 6: 9-17
1-Las almas de los mártires
Apocalipsis 6:9-11
Al romperse el quinto sello se presenta la visión de las almas de los que han muerto por la fe.
Jesús no dejó a sus seguidores en la menor duda en cuanto a los sufrimientos y el martirio que serían llamados a sufrir.
(Mateo 24:9; Marcos 13:9-13; Lucas 21: 12, 18; Juan 16:2).
La idea de un altar en el Cielo se encuentra más de una vez en Apocalipsis (8:5; 14:18).
Las almas de los que habían sido ajusticiados estaban allí, debajo del altar. La imagen está tomada directamente del ritual de los sacrificios del Templo. Para un judío, lo más santo de cualquier sacrificio era la sangre, porque la sangre se identificaba con la vida, y la vida pertenecía a Dios (Levítico 17: 1l -14) y la sangre se ofrecía al pie del altar (Levítico 4:7)
Esto nos da el sentido de este pasaje. Las almas de los mártires están debajo del altar. Es decir: su sangre vital se ha derramado como una ofrenda a Dios
Hay aquí una verdad grande y alentadora: cada vida que se ofrece por el bien y por la verdad y por Dios es a fin de cuentas más que una tragedia, es una ofrenda que se hace a Dios.
Respecto al clamor de los mártires, hay tres cosas debemos notar:
-Cuando los santos de Dios lanzaron este grito estaban sorprendidos ante la aparente inactividad de Dios, pero no tenían la menor duda de que Él habría de intervenir definitivamente para vindicar a los justos.
-Nos es difícil comprender la idea de que parte del gozo del Cielo fuera ver el castigo de los pecadores en el Infierno… Pero frente a este deseo de venganza solo tenemos derecho a criticarlo si hemos pasado por la misma agonía que estos seres han pasado…
-Los mártires deben descansar en paz un poco más de tiempo hasta que se complete su número… Hay una idea de que aun otros fieles deberán sufrir, lo que nos da entonces una idea de que estos tiempos no han terminado en los momentos que Juan escribe.
2-El Universo estremecido
Apocalipsis 6:12-14
En esta descripción hay, como si dijéramos, cinco elementos que aparecen repetidamente en el Antiguo Testamento y en la literatura intertestamentaria.
-Hay un terremoto (Amós 8:8; Ezequiel 38:19; Joel 2:10; Hageo 2:6)
Los profetas judíos previeron un tiempo en que la Tierra sería sacudida y la marea destructiva barrería el mundo viejo para que naciera el nuevo.
-Hay oscurecimiento del Sol y de la Luna (Amós 8:9; (lsaías 13:10; Isaías 50:3; Ezequiel 32:7; Mateo 24:29; Marcos 13:24; Lucas 23:45).
-Hay una lluvia de estrellas. Para los judíos, esta era una idea especialmente terrible, porque si quitamos la fiabilidad de los cielos, no queda más que el caos. Para los judíos era el colmo del caos un universo en el que se caían las estrellas… (Isaías 34:4; Mateo 24:29).
-Hay la recogida de los cielos. La figura en este pasaje es la de un volumen desenrollado de extremo a extremo, que se rasga por en medio y cada mitad se repliega y enrolla en su extremo (Isaías 13:13; Isaías 34:4; Salmo 102:25s)… Al final, hasta los mismos cielos eternos se rasgarán por en medio.
-Hay el desplazamiento de las colinas y de las islas del mar. Los montes temblarán y todos los collados serán destruidos (Jeremías 4:24; Nahúm 1:5).
Por muy extraña que nos parezcan las figuras de Juan no hay en ellas ni un solo detalle que no figurara en las descripciones del fin de los tiempos en el Antiguo Testamento…No debemos pensar que estas figuras se han de tomar literalmente. Juan toma todas las cosas aterradoras que se pueden imaginar, y las amontona para dar una impresión de los terrores del fin de los tiempos…
3-Tiempo de Terror
Apocalipsis 6:15-17
Tal como lo vio Juan en su visión, el tiempo del fin había de ser de terror universal…Cuando llegara el Día del Señor, todo el mundo estaría aterrado (Sofonías 1:14; Joel 2:1)... La gente le diría a los montes: “¡Cubridnos!» y a los collados: ¡Caed sobre nosotros!” (Oseas 10:8), palabras que citó Jesús cuando iba de camino hacia la Cruz (Lucas 23:30).
Este pasaje tiene dos cosas significativas que decir acerca de este terror.
-Es universal. El versículo 15 menciona a los reyes, los capitanes, los grandes, los ricos, los fuertes, los esclavos y los libres. Nadie estará exento del juicio de Dios…
-Cuando llega el Día del Señor, Juan ve a la gente buscando dónde esconderse. Aquí tenemos la gran verdad de que el primer instinto del pecado es esconderse (Génesis 3:8).
Lo terrible del pecado es que convierte al hombre en un fugitivo de Dios; y lo supremo de la obra de Jesucristo es que pone al hombre en una relación con Dios en la que ya no necesita esconderse, sabiendo que puede confiarse al amor y la misericordia de Dios.
Versículo para aprender:
“…el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?”
Apoc. 6: 17
Lección nº 17:
LA GLORIA DE LOS MÁRTIRES
Apocalipsis 7: 1-17
1-Rescate y Recompensa
Apocalipsis 7:1-3
Juan está contemplando la visión de los últimos días terribles, y en particular la gran tribulación que está para venir, que no es de comparable con ninguna otra que haya habido desde el principio del mundo hasta ahora (Mateo 24:21; Marcos 13:19).
Antes que venga este tiempo de terror y devastación, los fieles han de ser marcados con el sello de Dios para que puedan sobrevivir. No es que hayan de ser eximidos, sino que han de superar la situación a salvo.
Este es un cuadro terrible; aun cuando los fieles hayan de superar este tiempo terrible, sin embargo tienen que pasarlo, y esta es una perspectiva que hace temblar hasta al más valiente.
(En el versículo 9, la perspectiva de la visión de Juan se amplía todavía más, y ve a los fieles después que ha pasado la gran tribulación. Están en perfecta paz y satisfacción en la misma presencia de Dios. El tiempo del fin les traerá horrores indecibles, pero cuando los hayan pasado entrarán en un gozo igualmente indecible.)
Esta visión se enmarca en conceptos del mundo que eran los de los días en que Juan escribía.
La Tierra es plana y cuadrada; y en las cuatro esquinas hay cuatro ángeles esperando para desatar los vientos de la destrucción (Ezequiel 7:2).
Estaban a punto de desatar los vientos que soplan diagonalmente (que eran los más temidos en tiempos de Juan). Era una creencia corriente que todas las fuerzas de la naturaleza estaban a cargo de ángeles…
A estos ángeles se había mandado que retuvieran los vientos hasta que se acabara la labor de sellar a los fieles.
Una de las ideas del Antiguo Testamento es la de que los vientos son los siervos y agentes de Dios (Job 37:9s ; 1 Reyes 19:11; Isaías 40:7,24; Nahúm 1:4; Salmo 18:15 y ots.).
2-El Dios Viviente
Apocalipsis 7:1-3 (continuación)
Antes de que la gran tribulación azote la Tierra, los fieles tienen que ser marcados con el sello de Dios. El ángel con el sello viene de donde nace el Sol, del Oriente (Mateo 2:2; es natural que el ángel liberador surgiera en la misma parte del cielo que la estrella que anunció el nacimiento del Salvador)
-El ángel tiene el sello que pertenece al Dios viviente… El Dios viviente es una expresión en la que se complacían mucho los autores de la Escritura; los dioses de los paganos están muertos y son hechura humana; nuestro Dios está vivo y es el Creador de todas las cosas (Josué 3:10; Salmo 42:2; 2 Reyes 18:17-37).
3-El sello Divino
Apocalipsis 7:4-8
Los que han de pasar a salvo por la gran tribulación reciben una señal en la frente. Esta figura deriva probablemente de Ezequiel (Ezequiel 9:1-7).
La idea del sello del rey sería muy comprensible en Oriente. Los reyes orientales llevaban colgado un anillo de sellar cuya marca se usaba para autenticar documentos que procedían del rey y para marcar lo que era propiedad exclusiva del rey.
Así es que aquí el sello era la señal de que aquellas personas pertenecían a Dios y estaban bajo su poder y autoridad.
En la Iglesia primitiva esta figura de marcar con un sello se relacionaba especialmente con dos cosas. (a) Con el Bautismo, que se describía frecuentemente como recibir un sello. Era como si, al ser bautizada una persona, se le pusiera una señal para mostrar que había pasado a ser propiedad y posesión de Dios. (b) Pablo habla repetidas veces acerca del cristiano que está sellado con el don del Espíritu Santo. Poseer el Espíritu Santo es la señal de pertenecer a Dios.
4-El Número de los Fieles
Apocalipsis 7:4-8 (continuación)
Hay algunas cosas bien generales que han de notarse aquí y que ayudarán considerablemente a entender este pasaje.
El número 144,000 representa, no la limitación, sino la plenitud y perfección. Es el producto de 12 por 12 -el cuadrado perfecto- hecho aún más inclusivo y completo al multiplicarse por 1,000.
Esto no nos dice que el número de los salvos será muy pequeño, sino al contrario: que será muy grande.
La enumeración en términos de las doce tribus de Israel no quiere decir que esto se refiera exclusivamente a los judíos.
Uno de los pensamientos básicos del Nuevo Testamento es que la Iglesia es el verdadero Israel, y que el Israel nacional ha
pasado todos sus privilegios y promesas a la Iglesia (Romanos 2:28 y ss. ; Gálatas 3:29 y 6:16)
Aunque este pasaje se presente en términos de las doce tribus de Israel, se refiere, sin dudas, a la Iglesia de Dios, el nuevo Israel, el Israel de Dios.
Sería una equivocación hacer hincapié en el orden en que se mencionan las diez tribus, porque las listas suelen variar en
el orden…Se omite a Dan por su constante infidelidad profetizada por Jacob a sus hijos (Génesis 49:17) y por sus hechos (Jueces 18:30; 1 Reyes 12:29 y Jeremías 8:16 en lo que se creyó una referencia al Anticristo)
Esa es la razón por la que se omite Dan de esta lista, completándose su número con el nombre de Manasés, que normalmente se considera incluido en José.
5-La Gloria de los Mártires
Apocalipsis 7:9-10
Aquí tenemos el principio de la visión de la bienaventuranza futura de los mártires.
Se les está echando encima a los fieles un tiempo de terror como no se ha conocido nunca; y Juan les está diciendo que, si lo soportan hasta el final, la gloria habrá valido la pena.
El número de los mártires es incontable. Esto bien puede ser el recuerdo de la promesa que Dios le hizo a Abraham de que sus descendientes llegarían a ser tan numerosos como las estrellas del cielo (Génesis 15:5), y como la arena de todas las playas (Génesis 32:12); al final, el número del verdadero Israel, La Iglesia de Cristo, estará fuera de toda estadística.
Juan usa una frase a la que es muy aficionado. Dice que los fieles de Dios procederán de todas las razas y las tribus y los pueblos y las lenguas (Cp. Apocalipsis 5:9; 11:9; 13:7; 14:6; 17:15). Aquí tenemos la promesa de que llegará el día cuando toda esta multitud abigarrada de muchas naciones y lenguas llegará a ser el rebaño del Señor Jesucristo.
Es en victoria como llegan por último los fieles a la presencia de Dios y del Cordero. Aparecen, no cansados, vapuleados y gastados, ¡sino victoriosos! La túnica blanca es la señal de la victoria; un general romano desfilaba en su triunfo vestido de blanco. La palma también es un emblema de victoria. Cuando, bajo el dominio de los Macabeos, Jerusalén fue liberada de las contaminaciones de Antíoco Epífanes, el pueblo entró y desfiló con ramas y palmas… Así también en Jerusalén se honró al Señor…
El grito triunfal de los fieles remite la Salvación a Dios. Es Dios quien los ha sacado con bien de sus luchas y pruebas y tribulaciones; y es su gloria la que ahora comparten. Dios es el gran Salvador, el gran Libertador de su pueblo.
No es una liberación que libra a una persona de los problemas, sino que le conduce victoriosamente entre ellos. No hace que la vida sea fácil, sino la hace grandiosa.
Versículo para aprender:
“Y clamaban a gran voz diciendo: la salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero…”
Apoc. 7: 10
Lección nº 18:
LA MULTITUD QUE ALABA A DIOS
Apocalipsis 7: 11-17
1-Los Ángeles alaban
Apocalipsis 7:11-12
La escena está formada por una serie de grandes círculos concéntricos de habitantes del Cielo. En el círculo exterior están todos los ángeles. Más cerca del trono, los veinticuatro ancianos; aún más cerca, los cuatro seres vivientes, y delante del trono están los mártires vestidos de blanco. Los mártires acaban de entonar su cántico de alabanza a Dios, y los ángeles entran en la alabanza y la hacen suya diciendo: « ¡Así sea!»; y luego entonan su propio cántico, en el que todas las palabras están preñadas de sentido.
-Dan la bendición a Dios; y toda la creación de Dios debe estarle bendiciendo siempre por su bondad en la creación y en la redención…
-Dan la gloria a Dios. El es el Rey de reyes y el Señor de señores; por tanto, a Él se ha de dar la gloria.
-Dan la sabiduría a Dios. Él es la fuente de toda verdad, el dador de todo conocimiento.
-Ofrecen la acción de gracias a Dios. Él es el dador de la salvación y el constante proveedor de la gracia; es el Creador del mundo y el constante sustentador de todo lo que hay en él (Salmo 103:2).
-Dan el honor a Dios. Dios debe ser adorado: a Dios hemos de rendirnos con todo lo que tenemos y somos.
-Dan el poder a Dios. Su poder nunca disminuye, y lo maravilloso es que lo usa con amor por los hombres. Dios cumple su propósito en el tiempo, y al final vendrá su Reino.
-Dan la fuerza a Dios. El cristiano puede decir: «Seguiré adelante con la fuerza del Señor.»
2-Vestidos de Ropas Blancas
Apocalipsis 7:13-14
Juan está convencido de que él y su pueblo se encuentran en el tiempo final de la Historia, y que ese tiempo final va a ser más terrible de lo que se pueda imaginar. El mensaje de su visión es que a ese tiempo terrible seguirá la gloria. Está hablando de la tribulación que anunció Jesús (Marcos 13:19; Mateo 24:21).
Ahora leemos este pasaje como si hablara de tribulación en todos los tiempos… En ese sentido lo encontramos muy precioso; y tenemos razón al entenderlo así, porque las promesas de Dios son para siempre; pero al mismo tiempo debemos recordar que originalmente se refería a las circunstancias inmediatas de las personas a las que estaba escribiendo Juan.
La gran multitud de los bienaventurados están vestidos de ropas blancas. La blancura se relaciona con la pureza por el perdón… (Salmo 51:1-7; Isaías 1:18).
Aquí tenemos una figura que aparece en toda la Escritura, la de un hombre que se ha ensuciado la ropa con el pecado y que ha sido limpiado por la gracia de Dios.
3-La Sangre de Jesús
Apocalipsis 7:13-14 (continuación)
Para los judíos la sangre representaba la vida. Por eso los judíos ortodoxos no comían -ni comen- nada que contenga sangre (Génesis 9:4). La sangre es la vida, y la vida pertenece a Dios…
Cuando el Nuevo Testamento habla de la sangre de Jesucristo no quiere decir solo su muerte, sino también su vida… La sangre de Cristo representa todo lo que Cristo hizo por nosotros en su vida y en su muerte (1 Juan 1:7; Romanos 3:25; 5:9; Efesios 1:7; 1 Pedro 1:19 y ots.)
Hay aquí cuatro ideas, y de la primera es de la que se derivan las otras.
-La idea principal está basada en el sacrificio. El sacrificio es esencialmente algo designado para restablecer la relación perdida con Dios. La gran Obra de Jesucristo en su vida y en su muerte es restaurar la relación perdida entre Dios y el hombre.
-Esta Obra de Cristo tiene que ver con el pasado. Obtiene para el hombre el perdón de sus pecados pasados y le libera de la esclavitud al pecado.
-Esta Obra de Cristo tiene que ver con el presente. Le da al hombre aquí y ahora, en este mundo, a pesar del fracaso y del pecado, una relación nueva e íntima con Dios, en la que el amor es el vínculo.
-Esta Obra de Cristo tiene que ver con el futuro. Libera al hombre del poder del mal y le capacita para vivir una vida nueva en el tiempo por venir.
Los bienaventurados han lavado sus vestiduras y las han dejado blancas en la sangre del Cordero; puede que quiera decir en el poder de la sangre del Cordero o al precio de la sangre del Cordero. Esta sería entonces una manera gráfica de decir que esta pureza y esta victoria se obtuvieron por el poder y al precio de todo lo que Jesucristo hizo por los hombres en su vida y en su muerte.
Aún nos queda por notar una cosa que es de importancia capital. Se dice de los bienaventurados que «habían lavado sus vestiduras y las habían dejado blancas en la sangre del Cordero.»
Aquí se establece simbólicamente la parte que corresponde a la persona en su propia salvación; los bienaventurados lavaron sus propias vestiduras. Es decir, la obra de la redención humana es de Cristo; pero su efecto no se produce automáticamente, sino que la persona tiene que apropiárselo.
La acción imprescindible del pecador es el arrepentimientor…Lavar las vestiduras manchadas con el pecado en la sangre de Jesús se hace mediante la fe, creyendo con todo el corazón que Cristo vivió y murió por nosotros y para nuestra salvación, y que su sacrificio tiene poder para salvar.
4-La Adoración en la Gloria de Dios
Apocalipsis 7:15
Los que hayan sido fieles tendrán acceso a la misma presencia de Dios (Mateo 5:8).
Los que están delante del trono de Dios en esta visión son, como ya hemos visto en el versículo 9, de toda raza y tribu y pueblo y lengua.
Aquí tenemos una un cambio extraordinario: En el templo terrenal de Jerusalén los gentiles no podían pasar más allá del Atrio de los Gentiles bajo pena de muerte. Los israelitas podían pasar el Atrio de las Mujeres y entrar en el de los Israelitas, pero no más allá. Más dentro estaba el Atrio de los Sacerdotes, donde solo podían entrar los sacerdotes… Pero en el Templo celestial, el acceso a la presencia de Dios les está abierto a los de cualquier raza. Aquí tenemos una descripción de un Cielo sin barreras, y el verdadero sentido de este pasaje es que los benditos de Dios le servirán, y vivirán bajo el mismo resplandor de su gloria (Éxodo 24: 16-18; 2 Crónicas 7: 1-3 refieren a la manifestación de la gloria de Dios)… La imagen es impresionante: la gloria de Dios cubre con su manto protector a los fieles…¿Podrá algo hacerles mal?
Esto puede ser también realidad en la tierra, si somos fieles... El que trabaja y testifica fielmente para Dios tiene siempre la gloria de Dios sobre sí.
5-Bendiciones para los Fieles
Apocalipsis 7:16-17
Hay aquí una promesa espiritual: la de satisfacer definitivamente el hambre y la sed del alma humana. Esta es una promesa que aparece una y otra vez en el Nuevo Testamento, y especialmente en las palabras de Jesús (Mateo 5:6; Juan 6:35; 4:14; 7:37).
En los primeros días, muchos de los miembros de la Iglesia eran esclavos. Sabían lo que era tener hambre siempre; sabían lo que era la sed; sabían lo que era trabajar agotadoramente bajo un sol despiadado, sin que se les permitiera descansar. Sin duda para ellos el Cielo sería un lugar en el que se satisficiera el hambre y se aplacara la sed y no se sintiera la tortura del ardor del sol. La promesa de este pasaje es que en Cristo se acaban el hambre del mundo, el dolor del mundo y la angustia del mundo.
Este es un ejemplo supremo de un sueño del Antiguo Testamento que encuentra su cumplimiento en Jesucristo (Isaías 49:10).
Aquí está también la promesa del cuidado amoroso del Pastor Divino a su rebaño.
La alegoría del Buen Pastor es algo en lo que se deleitaban los autores tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento (Salmo 23:1; 80:1; Isaías 40:11; Juan 10:11,14; 1 Pedro 2:25 y Hebreos 13:20).
Judea era como una estrecha meseta limitada por terreno peligroso por los dos lados. Tenía pocos kilómetros de ancho, con terribles precipicios y ramblas que descendían abruptamente… No había vallas ni muros, y los pastores tenían que vigilar que no se les perdieran las ovejas. Ellas no sobrevivirían sin el pastor…
Aquí tenemos las dos grandes funciones del Pastor Divino: guía a los fieles a las fuentes del agua viva (Salmo 23:2; 36:9) y enjuga las lágrimas de todos los ojos… Como alimenta nuestros cuerpos, así también conforta nuestros corazones (Salmo 23: 3)
Versículo para aprender:
“Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará…”
Apoc. 7: 17a
Lección nº 19:
EL SÉPTIMO SELLO Y LAS TROMPETAS
Apocalipsis 8: 1-13
1-El silencio y las oraciones de los Santos
Apocalipsis 8:1-5
El pasaje empieza con un silencio intensamente dramático en el Cielo que dura alrededor de media hora. La calma total es aún más efectiva que el trueno y el rayo.
Las oraciones de los santos están a punto de elevarse a Dios; y puede ser que la idea sea que todo en el Cielo se detiene para que se puedan oír las oraciones de los santos.
El cuadro se divide en dos escenas. En la primera, un ángel ofrece a Dios las oraciones de los santos. El ángel se encuentra ante el altar. En el Templo estaba el altar del incienso y allí se quemaba y ofrecía incienso antes del primer sacrificio del día y después del último. Era como si las ofrendas del pueblo ascendieran a Dios envueltas en un perfume de incienso.
Este cuadro tiene otra mitad. El mismo ángel toma el incensario, lo llena de brasas del altar y lo arroja a la Tierra; y esto es el preludio del trueno y el terremoto que son el preludio de más terrores (Ezequiel 10:2)
Pero esta escena nos introduce algo nuevo. Las oraciones de los santos vuelven a la Tierra en ira; la idea que Juan tiene en mente es que las oraciones de los santos contribuyen a traer venganza sobre los que los han maltratado…Debemos recordar la agonía de persecución por la que estaba pasando la Iglesia cuando se escribió el Apocalipsis; este pasaje debe interpretarse como una acción de la justicia divina… No se nos habla de que las oraciones de los santos hayan clamado ESPECÍFICAMENTE venganza
2-Siete Ángeles con siete Trompetas
Apocalipsis 8:2,6
Se presume que estos siete ángeles, que se llaman los ángeles de la presencia, eran los arcángeles. (Se llamaban Uriel, Rafael, Ragüel, Miguel, Sariel, Gabriel y Remiel según literatura intertestamentaria).
El que se los llamara ángeles de la presencia (estaban de pie ante Dios) quiere decir dos cosas. Primera, que tenían un honor especial, el derecho a acceder a cualquier hora a la presencia divina. Segunda, aunque estar en la presencia del rey conllevaba un honor especial, más aún quería decir estar dispuesto a recibir urgentemente una comisión de servicio.
Los siete ángeles tenían siete trompetas. En las visiones del Antiguo y del Nuevo Testamento la trompeta es siempre el símbolo de la intervención de Dios en la Historia (Éxodo 19:16,19; Isaías 27:13; Joel 2:1; Sofonías 1:16; Zacarías 9:14; 1 Corintios 15:52s.; Tesalonicenses 4:16 y Mateo 24:31).
El toque de trompeta puede querer decir tres cosas.
-Puede ser un toque de alarma, despertar del sueño o advertir de un peligro…Dios advierte sobre lo que vendrá.
-Puede ser la fanfarria que anuncia la llegada del rey. Es un símbolo adecuado para expresar que el Rey de reyes va a invadir el tiempo.
-Puede indicar zafarrancho de combate. Dios siempre está llamando a los hombres a que tomen partido en la lucha entre la verdad y la falsedad, y para que se alisten como soldados del Rey de reyes.
3-Los elementos desatados
Apocalipsis 8:7-12
Aquí tenemos una descripción de las fuerzas elementales de la naturaleza lanzadas en juicio contra el mundo. A cada toque de trompeta es atacada una parte diferente del mundo; la destrucción que se produce no es total, porque esto no es más que el preludio del fin.
Primero, el toque de destrucción cae sobre la tierra (versículo 7); luego, sobre el mar (versículos 8 y 9); luego, sobre el agua dulce de los ríos y manantiales (versículos 10 y 11); luego, sobre los cuerpos celestes (versículo 12). La marea de la destrucción se desata sobre cada parte del universo creado.
El relato nos refiere a las plagas que cayeron sobre Egipto cuando el Faraón se negó a dejar salir al pueblo de Israel de Egipto tal como se nos cuentan en el libro del Éxodo.
Se dice que el agua dulce se convirtió en ajenjo…Ajenjo es el nombre que se da a la clase de plantas que se caracterizan al gusto por su amargor. Los israelitas las temían por su amargura. Dios amenazó a los falsos profetas por medio de Jeremías de que les haría comer ajenjo y beber agua envenenada (Jeremías 9:14s; 23:15). El ajenjo representa siempre la amargura del juicio de Dios sobre los desobedientes.
En la descripción que hace Juan se produce un oscurecimiento de la tercera parte de las luces de los cielos. En Éxodo, una de las plagas fue una oscuridad que se cernió sobre toda la Tierra (Éxodo 10:21-23).
Como ya hemos visto varias veces, Juan está tan imbuido del Antiguo Testamento que sus visiones vuelven a él como el trasfondo natural de todo lo que tiene que decir.
Además habla de una masa en llamas que cae en el mar. Esto suena como una erupción volcánica. Hubo una erupción del Vesubio en agosto del año 79 d.C. que diezmó Nápoles y su bahía. Eso habría sucedido pocos años antes de que se escribiera el Apocalipsis. También el mar Egeo tiene islas volcánicas y volcanes submarinos y Patmos estaba allí…
En esta escena de terror, Juan tiene la visión de Dios usando las fuerzas elementales de la naturaleza para advertir a la humanidad que se acerca una destrucción final.
4-El Águila volando
Apocalipsis 8:13
Aquí tenemos una de las pausas de la historia que Apocalipsis usa tan eficazmente. Tres terribles ayes están para caer sobre la Tierra cuando los tres ángeles den los últimos toques de trompeta; pero, de momento, hay una pausa.
En esta pausa Juan ve un águila -no un ángel, como dicen algunas traducciones, aunque la Reina-Valera' 95 ya pone águila en una nota. Es posible que el original quiera decir « un águila solitaria.»
La expresión «por en medio del cielo» quiere decir el cenit del cielo, donde está el sol al mediodía. Aquí tenemos una figura alucinante y dramática de un cielo vacío y un águila solitaria volando a través del cenit, augurando una maldición por venir.
La figura no se ha de tomar literalmente, pero el simbolismo tras ella es que Dios usa la naturaleza para enviar mensajes a los hombres.
Versículo para aprender:
“…y se le dio mucho incienso para añadir a las oraciones de todos los santos…”
Apoc. 8: 3b
Lección nº 20:
LAS ÚLTIMAS TRES TROMPETAS
Apocalipsis 9: 1-21
1-La apertura del Abismo
Apocalipsis 9:1-2
La descripción del terror se va remontando progresivamente hasta alcanzar una intensidad aterradora. Los terrores que vienen sobre la Tierra son ahora de más allá de la naturaleza; son demoníacos; el abismo se está abriendo, y se envían sobre el mundo terrores sobrehumanos.
En el Apocalipsis leemos con bastante frecuencia acerca del abismo o el pozo sin fondo. El abismo es el lugar intermedio de castigo de los ángeles caídos, los demonios, la bestia, el falso profeta y Satanás (9:1,2,11; 11:7; 20:1,3). El lugar final de su castigo es el lago de fuego y azufre (20:10,14,15).
Esta es la clase de figura en que inevitablemente los horrores se amontonan unos sobre otros. La descripción más detallada del abismo se encuentra en Henoc, que fue tan influyente entre los Testamentos. Hay descripciones horrendas de ese lugar. No tiene el firmamento por encima, ni la tierra firme debajo; no tiene agua, ni aves; es un lugar desierto y horrible, el fin de los cielos y de la tierra.
Estas cosas no se han de tomar literalmente. Lo importante es que en ese tiempo de devastación que Juan ve venir sobre la Tierra, los terrores no son naturales, sino demoníacos; los poderes del mal disponen de su última oportunidad para realizar su obra terrible.
2-Las langostas del Abismo
Apocalipsis 9:3-12
La devastación y el terror que pueden causar las langostas es casi increíble. Por todo el Antiguo Testamento las langostas son el prototipo de la destrucción, y la descripción más gráfica y realista y terrible de ellas y de su poder destructivo se encuentra en los dos primeros capítulos de Joel, que contienen la descripción de una plaga de langostas; y es de esos dos capítulos de donde Juan toma muchos de sus materiales (Es conveniente leer los dos capítulos de Joel para compararlos con la descripción de Apocalipsis).
Las palabras de Joel y del Apocalipsis no son una exageración. Las langostas se reproducen en lugares desiertos e invaden y devoran los cultivos. Viajan en columnas de treinta metros de profundidad y hasta siete kilómetros de frente. Cuando aparece una nube de langostas, es como si hubiera habido un eclipse de sol, y no se pueden ver grandes edificios desde una distancia de cincuenta metros. La destrucción que causan es increíble. Cuando han pasado por un área, no queda ni una brizna de hierba; los árboles quedan descortezados. La tierra en la que se han asentado se queda como si hubiera sido arrasada por el fuego…(Argelia en 1866 fue invadida por una plaga de langosta, y tan total fue su destrucción que 200.000 personas murieron de hambre en los días sucesivos) Y el ruido que producen millones de alas de langostas se compara con el del agua al caer en la rueda de un molino o el sonido de una gran catarata…
Siempre se ha notado que la cabeza de la langosta es como la de un caballo en miniatura.
No hay una visitación más destructiva en el mundo que la de las langostas, y esta es la terrible devastación que ve Juan, aunque las langostas demoníacas del abismo son diferentes de las que se conocen en el mundo.
En este pasaje no es la vegetación de la tierra lo que van a atacar las langostas; de hecho, se les ha prohibido que lo hagan; su ataque va dirigido a las personas que no tengan el sello de Dios en la frente.
Las langostas ordinarias devastan la vegetación, pero no son peligrosas para las personas; pero las langostas demoníacas tienen el aguijón de un escorpión, uno de los azotes de Palestina. Su picadura es peor que la del avispón; no es fatal pero puede causar la muerte. Las langostas demoníacas tienen adicionalmente el poder de los escorpiones.
Su ataque durará cinco meses. La explicación de esto de los cinco meses es muy probablemente que la vida de una langosta, desde que nace, luego como larva, y hasta la muerte, dura cinco meses. Es como si dijéramos que la tierra sufrirá el ataque lo que dura una generación de langostas.
El sufrimiento que causarán las langostas será tal que la gente querrá morirse, pero no podrá (Job 3:21; Jeremías 8:3).
El rey de las langostas satánicas se llama Abadón en hebreo y Apolión en griego. Abaddón quiere decir en hebreo destrucción; (Job 26:6; 28:22; 31:12; Salmo 88:11; Proverbios 15:11; 27:20). Apollyón es el participio de presente del verbo griego apollyein, destruir, y por tanto quiere decir El Destructor. Es apropiado que el rey de las langostas demoníacas se llame Destrucción o Destructor.
3-Los jinetes de la Venganza
Apocalipsis 9:13-21
El horror de la escena va en aumento. Las langostas demoníacas tenían permiso para torturar, pero no para matar; pero ahora vienen los escuadrones de la caballería demoníaca para aniquilar a la tercera parte de la humanidad.
Este es un pasaje cuya imaginería es misteriosa y cuyos detalles no se han podido explicar nunca satisfactoriamente.
No se sabe realmente quiénes eran los cuatro ángeles atados al río Éufrates. Solo podemos aportar lo que sabemos y lo que podemos suponer. El Eufrates era el límite ideal del territorio de Israel. Dios prometió a Abraham: “A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el Éufrates” (Génesis 15:18). Los ángeles, por tanto, venían de tierras lejanas, de los lugares ajenos y hostiles de los que habían venido en el pasado los asirios y los babilonios con destrucción sobre Israel.
Hemos visto varias veces que las descripciones de Juan están coloreadas por circunstancias históricas de su tiempo. Los guerreros más temidos del mundo entonces eran la caballería parta; y los partos moraban más allá del Éufrates. Esto puede haber influido la visión…
Juan añade terror sobre terror. El número de los ejércitos de esta caballería terrible es de 200,000,000, lo que simplemente quiere decir que eran innumerables, como los carros de combate de Dios (Salmo 68:17). Parecen estar armados de fuego, y tienen cabezas como de leones, y colas como serpientes; exhalan fuego destructivo y humo y azufre, y sus colas serpentinas producen daño y perjuicio. La consecuencia de todo esto es que una tercera parte de la humanidad es destruida.
Habría sido natural esperar que el resto de la humanidad comprendiera la amenaza de esta fatalidad; pero no fue así, y siguieron adorando sus ídolos y demonios, y viviendo tan mal como antes. Los autores bíblicos están convencidos de que el culto de los ídolos era nada menos que el culto al diablo, y que no puede sino conducir al mal y la inmoralidad.
Versículo para aprender:
“y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos”
Apoc. 9: 21
Lección nº 21:
UN LIBRO DULCE Y AMARGO
Apocalipsis 10: 1-11
1-La Revelación incomunicable
Apocalipsis 10:1-4
Apocalipsis 10:1-11:14 es una especie de interludio entre los toques de la sexta y de la séptima trompetas. La sexta ya había sonado, pero la séptima no suena hasta 11:15, y entre las dos hay cosas terribles.
El ángel poderoso de este pasaje se describe en términos que muestran que vino directamente de la presencia de Dios y el Cristo Resucitado. Su rostro es como el Sol, que es la descripción del rostro de Jesús en el Monte de la Transfiguración (Mateo 17: 2). Su voz era como el rugido de un león, lo que se usa a menudo como descripción de la voz de Dios (Joel 3:16; Oseas 11:10; Amós 3:8).
Está claro que este ángel viene de la misma presencia de Dios; algunos creen que no es otro que el mismo Cristo glorificado.
El ángel tiene un pie en el mar y el otro en la tierra. Esto muestra su grandeza y poder, porque el mar y la tierra representan la totalidad del universo.
El ángel tiene un pequeño rollo en la mano, desenrollado y abierto y cuando el ángel habla, resuenan los siete truenos (Salmo 29)
A Juan se le prohíbe que escriba…Es decir, que se le da una revelación que no ha de comunicar de momento. No tenemos por qué ni empezar a especular acerca de lo que era la revelación secreta; sencillamente sabemos que Juan tuvo experiencias que no pudo comunicar a otros. Dios a veces le dice a una persona más de lo que esa persona puede decir o de lo que su generación puede comprender.
2-El anuncio del fin del Tiempo
Apocalipsis 10:5-7
El ángel hace ahora un anuncio, y lo confirma con un juramento. Es probable que lo que quiere decir es que ya no queda tiempo, que no puede haber más retraso, que el Anticristo está a punto de irrumpir en la escena con todo su poder destructivo; el escenario está listo para la contienda final.
Cuando esto suceda, «el misterio de Dios se consumará.» Esto significa que todo el propósito de Dios en la Historia humana será revelado. Hay mucho en la vida que es difícil de entender; la maldad parece triunfar siempre. Pero, según lo vio Juan, va a haber una manifestación final. Dios y el Anticristo, el bien y el mal, se enfrentarán; se obtendrá una victoria definitiva y las preguntas recibirán respuesta.
3-El gozo y la aflicción del Mensajero
Apocalipsis 10:8.-11
Esta escena tiene un precedente en la visión de Ezequiel (Ezequiel 3:1,3). El mensajero de Dios tiene que tomar el mensaje de Dios en el interior de su propia vida y ser.
La dulzura del rollo es un pensamiento que aparece repetidas veces en la Escritura (Salmo 19:10; Salmo 119:103).
Juan le añade a esto otra idea. Para él el rollo era a la vez dulce y amargo. Lo que quiere decir es que un mensaje de Dios puede ser a la vez para el mensajero una cosa dulce y amarga. Es dulce porque es maravilloso ser elegido como mensajero de Dios; pero el mensaje mismo puede que sea el anuncio de una desgracia, y por tanto una cosa amarga.
Esta pausa puede entenderse como un estímulo para que Juan no decaiga en su misión… Y es a la vez una advertencia para el escritor sobre la difícil tarea que aun le resta.
El sabor amargo siempre está presente en los que llevan la Palabra… Ser siervo del Señor es lo mejor a lo que se pueda aspirar, pero muchas veces la misión se torna difícil y el mensaje así como puede salvar a otros, también puede cargar sobre algunos la responsabilidad de su perdición.
Versículo para aprender:
“Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes”
Apoc. 10: 11
Lección nº 22:
EL ANTICRISTO
Pasaje guía: 1ra. Juan 2: 18-29
En los pasajes del Apocalipsis que estamos a punto de estudiar encontraremos en varias ocasiones la figura del Anticristo.
Esta figura ha ejercido una extraña fascinación en muchos, y han sido muchas las especulaciones que se han hecho acerca de él.
Por tanto, será conveniente en esta etapa recoger las piezas de que disponemos sobre el Anticristo y tratar de completar el rompecabezas. Podemos establecer como un principio general que el Anticristo representa el poder contrario a Dios que actúa en el universo. Como Cristo es el Santo y el Rey Ungido de Dios, así es el Anticristo el inmundo rey de todo lo malo. Como Cristo es la encarnación de Dios y de la bondad, así es el Anticristo la encarnación del diablo y de la maldad.
Esta vieja creencia de la lucha entre el Dios creador y el dragón del caos se introdujo en el Antiguo Testamento, lo que explica algunos de sus pasajes oscuros (Isaías 27:1; Isaías 51:9; Salmo 87:4; Salmo 89:10). Aquí tenemos a uno de los precedentes de la idea del Anticristo, y por eso reaparece la idea del dragón en Apocalipsis, 12:9.
También está la palabra Belial que sale con frecuencia en el Antiguo Testamento como sinónimo del mal. Un mal hombre o una mala mujer se llaman hijo o hija de Belial (1 Samuel 2:12; 1:16; 1 Samuel 25:17,25; 1 Reyes 21:10,13 y ots.) El sentido exacto de esta expresión es dudoso. Se suele interpretar como príncipe del aire, irremediablemente ruin, indigno; las traducciones españolas suelen traducirla por malvado, perverso. Entre los Testamentos, Belial llegó a considerarse el príncipe de los demonios. En el Nuevo Testamento aparece solamente una vez: 2 Corintios 6:15… Ahí se usa como la antítesis de Cristo.
En un sentido, es obvio que el Anticristo es Satanás, el diablo. Algunas veces se identifica a Satanás con Lucifer, el hijo de la mañana, el ángel que se rebeló contra Dios en el Cielo y fue arrojado al infierno (Isaías 14:12).
Pero, aunque Satanás es el enemigo declarado de Dios, sigue siendo un ángel, mientras que el Anticristo es una figura terrenal visible en la que se ha encarnado la misma esencia del mal.
Donde esté el Cristo, estará también por necesidad el Anticristo, porque mientras haya pecado habrá oposición a Dios.
En tiempos de los griegos los judíos sufrieron una gran maldad…Rara vez, o nunca, ha conocido la Historia un intento tan deliberado de borrar totalmente la religión de todo un pueblo como Antíoco Epifanes que profanó el Templo. Erigió un altar al Zeus Olímpico en el Lugar Santo, y sacrificó cerdos en él; y convirtió las cámaras del Templo en burdeles... Se dice que murieron más de 80.000 judíos. Por último, el heroísmo de los Macabeos restauró el Templo y venció a Antíoco; pero para los judíos fue él la encarnación de todo mal.
Se puede ver aquí que la figura del Anticristo ya estaba formándose en el Antiguo Testamento; la encarnación del mal es una idea que ya se encuentra allí.
Ahora pasamos a la idea del Anticristo que encontramos en el Nuevo Testamento.
La idea del Anticristo aparece muy poco en los Evangelios Sinópticos. La única referencia que se le hace está en los capítulos que tratan del fin y de las señales del fin (Mateo 24:23,44; Marcos 13:6,22; Lucas 21:8; Juan 5:43). Ahí la idea del Anticristo se relaciona con la enseñanza falsa que aparta a las personas de la verdadera lealtad a Jesucristo, una línea de pensamiento que, como veremos, sale en otros lugares del Nuevo Testamento.
Pablo hace referencia al hombre de pecado (2 Tesalonicenses 2:2-7). En esta situación ha de haber primero una apostasía general; entonces vendrá el hombre de pecado, que se exaltará por encima de Dios y reclamará la adoración que le pertenece a Dios por derecho propio, y realizará señales y milagros mentirosos que engañarán a muchos.
Aquí el Anticristo se concentra en una sola persona que es la esencia misma del mal. Esto más bien se relaciona con la idea de Belial en el Antiguo Testamento…
La idea del Anticristo aparece en las Cartas de Juan. De hecho es solamente allí donde se le nombra expresamente. El Anticristo ha de venir en el último tiempo; cuando Juan escribe ya se han presentado muchos anticristos; por tanto, dice Juan, ya saben sus lectores que están viviendo en los últimos tiempos (1 Juan 2:18). El que niega al Padre y al Hijo es un anticristo (1 Juan 2:22). En particular, el que niega que Jesucristo ha venido en carne es un anticristo (1 Juan 4:3; 2 Juan 7). La característica suprema del Anticristo es la negación de la realidad de la Encarnación.
Aquí tenemos de nuevo la conexión del Anticristo con la herejía. El Anticristo es el espíritu de falsedad que seduce a las personas apartándolas de la verdad y guiándolas a ideas equivocadas que son la ruina de la fe cristiana.
Es en el Apocalipsis donde se nos pinta el retrato completo del Anticristo y donde se presenta en más de una forma.
a) En 11:7 tenemos la figura de la bestia del abismo, que ha de matar a los dos testigos en Jerusalén y que ha de reinar durante cuarenta y dos meses. Esto nos presenta al Anticristo como viniendo, por así decirlo, del infierno, para tener un tiempo de poder terrible y destructivo, pero limitado.
b) En el capítulo 12 hay una descripción del gran dragón rojo que persigue a la mujer vestida de sol, la mujer que da a luz al hijo varón. Este dragón es finalmente derrotado y arrojado del Cielo. El dragón se identifica expresamente con la serpiente antigua y con el diablo (12:9).
c) En el capítulo 13 se nos presenta la bestia de siete cabezas y diez cuernos que viene del mar, y la otra bestia de dos cuernos que viene de la tierra. No cabe duda que lo que Juan tiene en mente es el terror y el salvajismo del culto al césar; y en este caso el Anticristo es el gran generador de persecución de la Iglesia Cristiana. Aquí la idea es de un poder cruel, perseguidor, empeñado en la total destrucción de Cristo y de su Iglesia.
(d) En 17:3 aparece la bestia escarlata de siete cabezas y diez cuernos en la que está sentada la mujer llamada Babilonia. Se nos dice que las siete cabezas son las siete colinas sobre las que se sienta la mujer. En el Apocalipsis Babilonia simboliza a Roma, que estaba edificada sobre siete colinas. Está claro que esta figura representa a Roma, y el Anticristo es el poder perseguidor de Roma desatado contra la Iglesia.
Notemos un último elemento en la descripción del Anticristo. El peor de los emperadores romanos de los primeros días fue Nerón, al que consideraban el monstruo supremo de iniquidad no solamente los cristianos, sino hasta los mismos romanos. Nerón se suicidó el año 68 d.C., y se produjo un suspiro de alivio. Pero casi inmediatamente surgió la creencia de que no estaba muerto sino que estaba esperando en Partia para lanzarse sobre el mundo con las hordas terribles de los partos para inundarlo de destrucción y terror. Esta idea se llama del Nero redivivus, el Nerón resucitado, un mito. En el mundo antiguo se mantuvo más de veinte años después de la muerte de Nerón. Para los cristianos, Nerón fue una figura de maldad concentrada. Fue él el que echó las culpas del gran fuego de Roma a los cristianos; fue él el que inició la persecución; fue él el que encontró los métodos más salvajes de tortura. Muchos cristianos creían el mito del Nero redivivus; y frecuentemente -como en ciertas partes del Apocalipsis- el Nero redivivus y el Anticristo se identificaron, y los cristianos pensaban en la venida del Anticristo en términos de la vuelta de Nerón.
Versículo para aprender:
“¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo”
1ra. Juan 2: 22
Lección nº 23:
LAS COSAS POR VENIR
Apocalipsis 11: 1-19
1-Introducción
Se ha dicho que este capítulo es al mismo tiempo el más difícil y uno de los más importantes de todo el Apocalipsis.
Su dificultad es obvia, y contiene problemas de interpretación de cuya solución no se tiene verdadera certeza. Juan ha comido el rollito y recibido en su mente el mensaje de Dios; y ahora lo expone, no en detalle todavía, sino en las líneas generales de su desarrollo.
2-La medición del Templo
Apocalipsis 11:1-2
Se le da a Juan una vara de medir que es como un bastón. La palabra para vara de medir es literalmente caña. Había ciertas plantas con tallos como los del bambú de hasta dos o tres metros de altura, que eran los que se usaban para medir… La escena de la medición es frecuente en las visiones de los profetas (Ezequiel 40:3,6; Zacarías 2:1, y Amós 7:7-9)
Aquí el sentido de la medición es para preservar. La medición es como el sellado que se describe en 7:2s; son ambos para la protección de los fieles en los terrores demoníacos que han de descender sobre la Tierra.
Juan tiene que medir el Templo, pero tiene que omitir en su medición el Atrio exterior, que se les ha entregado a los Gentiles (El Templo de Jerusalén estaba dividido en cuatro atrios concéntricos, que convergían, por así decirlo, en el Lugar Santísimo)…
Cuando habla del Templo, Juan no está pensando en los edificios sagrados de los judíos, que habían sido demolidos hacía por lo menos veinte años. Para él el Templo es la Iglesia Cristiana, el Pueblo de Dios (1 Pedro 2: 5: Efesios 2: 20s.; 1 Corintios 3:16; 2 Corintios 6:16).
Medir el Templo es lo mismo que sellar al pueblo de Dios para eximirlos del terrible tiempo de la prueba; pero el resto están condenados a la destrucción.
3-El tiempo del Terror
Apocalipsis 11: 1-2 (continuación)
El terror se prolongará cuarenta y dos meses. Aquí tenemos algo que sale una y otra vez (cp. 13:5; 12:6); y en otra forma en 12:14, donde el tiempo es un tiempo, tiempos y medio tiempo.
Quiere decir tres años y medio. Eso son los cuarenta y dos meses, y los mil doscientos sesenta días, según el cómputo judío…Un tiempo, tiempos y medio tiempo es igual a un año más dos años más medio año.
(Es probable que se refiera, a modo de ejemplo, a aquel terrible tiempo de la historia de los judíos cuando el rey de Siria Antíoco Epífanes trató de imponer la lengua, la cultura y la religión griegas a los judíos, que le opusieron la más enérgica y violenta resistencia. La lista de los mártires de aquel tiempo fue inmensa, pero el horrible proceso llegó a su fin con el heroico levantamiento de Judas Macabeo.
Ese terrible tiempo de prueba se prolongó desde junio 168 a.C. hasta diciembre 165 a.C. Es decir, que este tiempo terrible duró casi exactamente tres años y medio)
4-Los dos Testigos
Apocalipsis 11:3-6
Siempre fue parte de la fe judía que Dios mandaría su especial mensajero a los hombres antes de la llegada final del Día del Señor (Malaquías 3:1; 4:5). Así que, en nuestro pasaje, tenemos la llegada de los mensajeros de Dios antes que se produzca la contienda final.
Estos mensajeros tienen la misión de profetizar; profetizarán 1,260 días, es decir, tres años y medio, que, como ya hemos visto, es el tiempo que se relaciona siempre con el terror y la destrucción que vienen. Su mensaje será sombrío, porque están vestidos de cilicio. Será un mensaje de condenación; el escucharlo será como una tortura, y la gente se alegrará cuando maten a los dos testigos (versículo 10).
Es probable que los testigos sean Moisés y Elías, a quienes los judíos consideraban respectivamente el supremo legislador y el más grande de los profetas; y era idóneo que las dos máximas figuras de la historia religiosa de Israel fueran los mensajeros de Dios en el último tiempo. Fueron ellos dos los que se le aparecieron a Jesús en el Monte de la Transfiguración (Marcos 9:4). Además, lo que se dice de los dos testigos corresponde a Moisés y Elías como a ningún otro (Éxodo 7:14-18; 2 Reyes 1:9s. y 1 Reyes 17: l).
5-La muerte de los dos Testigos y los que creyeron
Apocalipsis 11:7-13
Los testigos han de predicar el tiempo que se les ha señalado, y luego vendrá el Anticristo como la bestia del abismo; seguidamente los dos testigos serán cruelmente asesinados.
Esto ha de suceder en Jerusalén, que aquí recibe los terribles nombres de Sodoma y Egipto. Mucho tiempo atrás Isaías se había dirigido a los gobernantes de Jerusalén llamándolos gobernadores de Sodoma, y al pueblo de Jerusalén como el pueblo de Gomorra (lsaías 1:9s). La maldad de Jerusalén ya había crucificado a Jesucristo, y en los días por venir ha de contemplar la muerte de sus testigos con gozo.
Los de Jerusalén odiarán a los dos testigos hasta tal punto que dejarán sus cadáveres en la calle sin enterrar. Para los judíos era algo terrible no dar sepultura a un cadáver (Salmo 79:3) Y aún peor, tal será el odio de la gente hacia los testigos de Dios que convertirán su muerte en un motivo de fiesta.
Pero la cosa no termina así. Después de tres días y medio -aquí tenemos la misma cifra- el hálito de vida entró de nuevo en los dos testigos asesinados, y se pusieron de pie. Y aún habían de suceder cosas más alucinantes: a la vista de todos, los dos testigos fueron asumidos al Cielo, representando, como si dijéramos, la primera partida de Elías al Cielo en el torbellino y el carro de fuego (2 Reyes 2:11).
Para añadir al terror se produjo un terremoto destructivo que arrasó una décima parte de la ciudad y produjo la muerte de siete mil de sus habitantes. El resultado fue que los que habían visto estos acontecimientos aterradores, y escapado con vida, dieron gloria a Dios; es decir, que se arrepintieron, porque esa era la única manera real de dar gloria a Dios.
El gran interés de este pasaje radica en el hecho de que los incrédulos fueron ganados mediante la muerte sacrificial de los testigos y por su vindicación por Dios (v.13).
Aquí tenemos repetida la historia de la Cruz y la Resurrección. El mal debe ser conquistado y las personas ganadas, no por la fuerza sino por la aceptación del sufrimiento por el nombre de Cristo.
Sin dudas que los lectores de Juan estaban preparados para relacionar a los testigos con Moisés y Elías; y a Moisés y Elías con Jesús…
6-Las cosas por venir
Apocalipsis 11:14-19
Lo que hace difícil este pasaje es que parece indicar que las cosas han acabado en una victoria definitiva, cuando queda aún la mitad del libro. La explicación es que este pasaje es un compendio de todo lo que sigue.
Los acontecimientos que se vislumbran aquí son los siguientes.
-Los reinos del mundo llegan a ser los reinos del Señor y de su Ungido (Salmo 2:2); ha comenzado el Reinado Mesiánico. En vista de esta victoria, los veinticuatro ancianos, es decir, la Iglesia Universal, rompe en acciones de gracias.
-Esta victoria introduce el tiempo en que Dios asume su autoridad suprema (v. 17). Es decir, el Milenio, un período de mil años de paz y prosperidad.
-A1 final del Milenio ha de producirse el ataque final de todos los poderes hostiles (v. 18), que serán derrotados finalmente, y entonces tendrá lugar el Juicio Final.
En el versículo 19 volvemos, como si dijéramos, al presente. Hay una visión del Templo celestial abierto, y del Arca del Pacto. Ahora la gloria de Dios se va a manifestar plenamente a todos los hombres.
La referencia al Arca del Pacto es como un recordatorio del pacto especial de Dios con su pueblo, Israel; pero el Nuevo Pacto es con todos los de cualquier nación que aman a Jesús y creen en Él. Cualquiera que sea el terror que venga, Dios no será infiel a sus promesas.
Esta es la descripción de la venida de la plena gloria de Dios, una amenaza aterradora para sus enemigos pero una promesa alentadora para el pueblo de su pacto.
Versículo para aprender:
“Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo”
Apoc. 11: 19a
Lección nº 24:
LA MUJER Y EL DRAGÓN
Apocalipsis 12: 1-17
1-La mujer encinta
Apocalipsis 12:1-2
La mujer que Juan ve, estaba vestida con el Sol; tenía la Luna por estrado, y estaba coronada con doce estrellas (Salmo 104:2; Cantares 6:10), y sobre su cabeza una corona con doce estrellas (los paganos de Asia Menor frecuentemente representaban a sus diosas coronadas con los doce signos del zodíaco)…
Esta mujer estaba de parto para dar a luz un hijo que es sin duda el Mesías…
Según los intérpretes, la mujer hace referencia al pueblo escogido, el Israel ideal, la comunidad del pueblo de Dios, a quien se llama a menudo la Esposa del Señor (lsaías 54:5 y ots.). .. De esa comunidad surgió Cristo. Bien podemos llamar a esta comunidad la Iglesia, la comunidad del pueblo de Dios en todas las edades…
2-El Dragón pronto a devorar al Niño
Apocalipsis 12:3-4
Aquí tenemos la figura del gran dragón de color de fuego. Este dragón se nos presenta de muchas maneras en el Antiguo Testamento (Isaías 51:9; Salmo 74:12-14; Isaías 27:1).
El dragón tiene siete cabezas y diez cuernos. Esto representa su poder extraordinario. Tiene siete corona reales. Esto representa su poder absoluto sobre los reinos de este mundo como opuestos al Reino de Dios…
Hay en esta escena, según la ve la historia cristiana, dos figuras que ocupan el centro: Está el hombre, caído, siempre bajo el ataque de los poderes del mal pero siempre esforzándose por nacer a una vida superior; y está el poder del mal, siempre buscando su oportunidad para frustrar la tendencia ascendente del hombre… Esa lucha tuvo su culminación en la Cruz.
3-El arrebatamiento del Niño y la huída al desierto
Apocalipsis 12:5-6
El niño que la mujer dio a luz estaba destinado a regir las naciones con vara de hierro (Salmo 2:9); lo que indica que el Niño era el Mesías.
Cuando nació el Niño, fue rescatado del dragón siendo arrebatado al Cielo, al mismo trono de Dios.
Como ya hemos visto, Juan hace referencia a Jesucristo como Mesías y, según nos lo dice Juan, la historia va directamente desde su Nacimiento a su Ascensión (el arrebatamiento debe referirse a la Ascensión; Hechos 1: 9). Juan no muestra interés en este momento nada más que en el hecho de que Jesucristo fue librado por una intervención directa de Dios de los poderes hostiles que le atacaron continuamente.
Leemos que la mujer escapa al desierto del ataque del dragón. Con la ayuda de Dios huyó a un lugar que había sido preparado para ella, donde la alimentaron.
No cabe duda que Juan tiene algunas escenas en mente (1 Reyes 19:1-9; Mateo 2:13)... Pero dos incidentes estaban especialmente presentes en la memoria de Juan.
-En tiempos de Antíoco Epífanes, cuando costaba la vida observar la Ley y dar culto al Dios verdadero, muchos huyeron al desierto para morar allí…
-Jerusalén fue destruida por los romanos el año 70 d.C. Eusebio, el historiador cristiano, nos dice que, antes que llegara el desastre final, los cristianos de Jerusalén habían sido advertidos por una revelación dada a hombres aprobados que salieran de Jerusalén y cruzaran el Jordán hacia Perea para morar allí en un pueblo llamado Pella (Jesús lo había advertido según Marcos 13:14); eso fue exactamente lo que hicieron. La vida de los primeros cristianos era una vida de aislamiento; estaban aislados en un mundo pagano. Los mil doscientos sesenta días son una vez más el período fijado de la prueba.
4-El enemigo de Dios
Apocalipsis 12:7-9
Aquí tenemos la escena de la guerra en el Cielo entre el Dragón, la Serpiente Antigua, el Diablo, Satanás -todos estos nombres describen al ser malvado- y Miguel y todos sus ángeles. La idea parece ser que, tanto era su odio, que el dragón persiguió al Mesías hasta el mismo Cielo, donde le salió al encuentro Miguel con sus legiones celestiales, y le arrojó de allí definitivamente.
Satán quería decir en hebreo adversario. En el Antiguo Testamento lo vemos actuando en contra de los hombres (Job 1:11 ss.; Zacarías 3: I ss; Salmo 109:6)
En el Nuevo Testamento Satanás se nos presenta como el Diablo. En griego diábolos quiere decir literalmente calumniador. Así que en el Nuevo Testamento Satanás pasa a ser el que induce a los hombres a caer en pecado (Mateo 4:10; Marcos 1:13; Mateo 4:1, 5, 8,11; Lucas 4: 2, 3, 5,13 y ots.) También entorpece la obra del Evangelio sembrando la cizaña que ahoga la buena semilla (Mateo 13:39), y arrebatando la semilla de la Palabra del corazón humano antes que pueda penetrar y arraigar en él (Marcos 4:15; Lucas 8:12).
Así es que Satanás se nos presenta como el enemigo de Dios y del hombre…
(Lo extraño es que la historia de Satanás es una tragedia... Satanás es el ángel de la luz, el más glorioso de los ángeles, cuyo orgullo le indujo a tratar de estar por encima de Dios, por lo que fue arrojado del Cielo… Satanás es el ejemplo supremo de esa tragedia en la que lo mejor se convierte en lo peor)
5-El Himno de los Mártires
Apocalipsis 12:10-12
Los mártires son los que han vencido a Satanás.
-El mártir se ha mostrado superior a toda seducción y a toda amenaza y hasta a la violencia de Satanás (cada vez que escogemos sufrir en lugar de ser desleales derrotamos a Satanás).
-La victoria de los mártires se obtiene mediante la sangre del Cordero. En la Cruz y a través de la Resurrección Jesús venció para siempre lo peor que el mal podía hacer; y los que le han confiado sus vidas participan de su victoria…Cuando uno está perdonado, no hay nada de lo que se le pueda acusar.
-Los mártires son vencedores porque han vivido el gran principio del Evangelio: No consideraron que la vida les era más preciosa que la fidelidad (Juan 12:25 y Mateo 10:39; 16:25; Marcos 8:35; Lucas 9:24; 17:33).
Este pasaje finaliza con la idea de que Satanás es arrojado del Cielo y ha caído en la Tierra. Su poder en el Cielo ha sido quebrantado, pero todavía tiene poder en la Tierra; y ruge feroz, porque sabe que no le queda más que un breve tiempo en la Tierra antes de ser totalmente destruido.
6-El ataque del Dragón
Apocalipsis 12:13-17
El dragón, es decir, el Diablo, al ser arrojado del Cielo y bajar a la Tierra, atacó a la mujer que era la madre del Niño varón. Ya hemos visto que la mujer representa a la Iglesia en su sentido más amplio de Pueblo de Dios…
Así es que aquí hay un cierto simbolismo. El dragón puede dañar al Niño dañando a la madre; es decir, que el perjudicar a la Iglesia es perjudicar a Jesucristo (ver Hechos 9:4).
La mujer escapó sobre las dos alas de la gran águila. Una y otra vez en el Antiguo Testamento las alas del águila son el símbolo de los brazos sustentadores de Dios (Éxodo 19:4; Deuteronomio 32:11s; paráfrasis de Isaías 40:31)…
Respecto a la acción de la serpiente hay también una referencia al Antiguo Testamento. Una y otra vez en él se comparan la tribulación y la persecución con aluviones incontenibles (Salmo 32:6; Salmo 124:4s; Isaías 43:2).
El capítulo llega a su fin con otras dos figuras.
Cuando el dragón lanzó la inundación, la tierra las tragó y así se pudo salvar la mujer. No es tan fácil ver lo que quiere decir esta imagen. El simbolismo es probablemente que la misma naturaleza está de parte de los que son fieles a Jesucristo. Alguien dijo: “Hay un orden moral en el universo, y a la larga les va bien a los buenos y mal a los malos” (ver Salmo 1).
Por último, Juan nos presenta al dragón yendo a hacerles la guerra a los demás de la familia de la mujer, al resto de la Iglesia. Esto nos habla de la persecución que se habría de extender sobre toda la Iglesia.
Según lo vio Juan, Satanás, arrojado a la Tierra, está teniendo su última convulsión terrible, en la que va a abarcar toda la familia de la Iglesia en la agonía de la persecución.
Versículo para aprender:
“Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero…”
Apoc. 12: 11a
Lección nº 25:
LAS DOS BESTIAS
Apocalipsis 13: 1-18: Introducción
1-El poder de la Bestia
Apocalipsis 13
Nos será mucho más fácil tratar este capítulo en su conjunto antes de emprender su estudio detallado. Eso es tanto más necesario porque este capítulo es la esencia de todo el libro.
Su sentido general es que Satanás, una vez arrojado del Cielo, sabe que le queda poco tiempo, y decide hacer todo el daño que le sea posible. Para hacer ese daño en la Tierra delega su poder en las dos bestias que son las figuras principales de este capítulo.
La bestia que viene del mar representa el Imperio Romano, para Juan la encarnación del mal y que se describe en términos que proceden de Daniel. En Daniel 7: 3-7 se nos relata la visión de cuatro grandes bestias que salen del mar; son los símbolos de los grandes imperios que han tenido un poder mundial, y de un imperio que, cuando se escribió Daniel, tenía el dominio del mundo. La bestia semejante a un león con alas de águila representa a Babilonia; la semejante a un oso, a Media; la semejante a un leopardo con cuatro alas, a Persia; y la cuarta, al imperio de Alejandro Magno. Según los describe el autor de Daniel, estos poderes mundiales eran tan salvajes e inhumanos que solo se podían representar con figuras bestiales. Era natural para un judío remontarse a esta descripción de los imperios bestiales cuando quería hacer la de otro imperio satánico que amenazaba al pueblo de Dios en su propio tiempo.
La figura de Juan en el Apocalipsis agrupa las características de las cuatro: es como un leopardo con patas de oso y boca de león.
Es decir, que el Imperio Romano era para Juan tan satánico que incluía todos los terrores de los imperios malos que lo habían precedido.
Esta bestia tiene siete cabezas y diez cuernos. Así se representan los gobernadores y emperadores de Roma. Desde Augusto, el primer emperador romano, había habido siete emperadores: Tiberio, 14-37 d.C.; Calígula, 37-41 d.C.; Claudio, 4154 d.C.; Nerón, 55-68 d.C.; Vespasiano, 69-79 d.C.; Tito, 7981 d.C.; Domiciano, 81-96 d.C. Estos siete emperadores son las siete cabezas de la bestia. Pero se nos dice además que la bestia tenía diez cuernos. La explicación de esta segunda figura es que después de la muerte de Nerón hubo un breve período de un caos casi total. En dieciocho meses ocuparon brevemente el poder imperial tres hombres: Galba, Otón y Vitelio. No están incluidos en la lista de las siete cabezas, pero sí en la de los diez cuernos.
Juan dice que la bestia tenía en sus cabezas nombres blasfemos. Estos son los títulos que se otorgaron los emperadores.
Todos ellos se llamaron divus o sebastós, que quieren decir divino. Era frecuente que se les diera el nombre de Dios o Hijo de Dios; y Nerón se llamó a sí mismo en sus monedas El Salvador del Mundo. El que un hombre se llamara divino era un insulto blasfemo a Dios.
La segunda bestia que figura en este capítulo, la que procede de la tierra, es la organización provincial total de los magistrados y sacerdocios designados para implementar el culto al césar, que confrontaba a los cristianos con el dilema de decir: “César es Señor” o morir.
Así es como nuestro cuadro encaja en su marco. Estas dos bestias salvajes, el poder de Roma y la organización del culto al César, lanzaron su ataque combinado contra los cristianos; y ninguna nación había sido capaz de resistir el poder de Roma. ¿Qué esperanza tenían los cristianos pobres, indefensos, proscritos?
2-La Cabeza herida y restablecida
Hay otro tema que aparece varias veces en este capítulo.
Entre las siete cabezas hay una que ha sido herida de muerte y restablecida a la vida (versículo 3); esa cabeza ha de recibir un culto especial (versículos 12 y 14); es el mal supremo, el supremo enemigo de Cristo.
Ya hemos visto que las siete cabezas representan a los siete emperadores romanos. Una cabeza herida y restablecida representará, por tanto, a un emperador que murió y volvió otra vez a la vida. Aquí se simboliza al Nero redivivus, el Nerón resucitado, leyenda que los cristianos fundieron con la del Anticristo.
El origen de Nerón estuvo rodeado de maldad; llegó a emperador después de burdos engaños y el asesinato de Claudio, su padre adoptivo, por su madre Agripina. Su reinado estuvo lleno de perversidades: Ningún ni ninguna joven estaba a salvo de su concupiscencia. Era un homosexual desmadrado. Se casó públicamente, vestido como la novia, con un joven llamado Sporo, con el que hizo un viaje de luna de miel por Grecia. Estuvo “casado” con un liberto llamado Doríforo. Tomó como querida a Popea Sabina, la mujer de Oto, su íntimo amigo, y la mató a patadas cuando estaba embarazada… La corte imperial era una guarida de crímenes, asesinatos e inmoralidades.
Una de las pasiones de Nerón eran las construcciones. El año 64 d.C. tuvo lugar el gran fuego de Roma, que se pasó una semana ardiendo. No cabe la menor duda que Nerón lo inició para reservarse la gloria de reconstruir la ciudad. El pueblo sabía muy bien quién era el responsable del fuego; pero Nerón les echó las culpas a los cristianos, y estalló la más sádica de todas las persecuciones. Cubría a los cristianos con pieles de fieras y les lanzaba sabuesos de caza mayor para que los despedazaran. Los metía en sacos con piedras y los arrojaba al Tíber. Los cubría de pez y les prendía fuego para que iluminaran sus fiestas en los jardines de palacio como antorchas vivientes.
La locura del mal se fue haciendo cada vez más salvaje; cualquiera que caía en desgracia con Nerón por la menor causa era asesinado.
Agripina trató de controlarle, pero él se volvió contra ella intentando asesinarla de diversas maneras… Finalmente, envió a su liberto Aniceto a apuñalarla. Cuando Agripina vio la daga, descubrió su cuerpo y dijo: “¡Atraviésame el vientre, por haber dado a luz a Nerón!”
No podía durar. Primero se rebeló en Galia y luego España. Por último, el senado le declaró enemigo público. Finalmente Nerón acabó suicidándose…
Esta es la cabeza de la bestia, herida y restablecida; el Anticristo que Juan preveía, simbólicamente, que se presentaría era el Nerón resucitado…
Esto debe considerarse a la luz de la terrible persecución que desató Domiciano, quien reinaba cuando Juan escribió… Domiciano era la reencarnación de aquel Nerón.
Versículo para aprender:
“…y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos”
Apoc. 13: 1
Lección nº 26:
LAS DOS BESTIAS
Apocalipsis 13: 1-8: Desarrollo
1-El Diablo y la Bestia
Apocalipsis 13:1-5
El Imperio tiene la vigilancia, astucia y crueldad del leopardo, siempre a punto para lanzarse sobre su presa; tiene la fuerza aplastante del oso; es como el león, cuyo rugido aterra al rebaño.
La descripción de la bestia haciendo afirmaciones arrogantes (versículo 5) viene de la del pequeño cuerno de Daniel (Daniel 7:8,20.)
En esta sección sobresale una gran verdad. En este mundo, un hombre o una nación tienen que escoger entre ser instrumentos de Dios o de Satanás… Roma había elegido a Satanás.
2-La blasfemia
Apocalipsis 13:6-9
El versículo 6 dice que la bestia abrió la boca para lanzar blasfemias contra Dios y su morada y los que moran en el Cielo; el poder del imperio y la institución del culto al césar son una blasfemia contra Dios y el Cielo y los ángeles.
Los judíos siempre habían estado exentos del culto al césar, pero Calígula, un emperador romano medio loco que realmente se creía Dios, insistió en que se instalara una imagen suya en el Lugar Santísimo del Templo de Jerusalén; ya había reunido un ejército para imponer su capricho cuando, afortunadamente, murió… Si hubo alguna vez insultos a la morada de Dios en la Tierra, esta acción de Calígula fue uno de ellos. Y bien puede ser que Juan tuviera en mente este incidente notorio cuando habla de los insultos que lanzaba la bestia contra la morada terrenal de Dios.
También se le concedió a la bestia vencer a los que no estuvieran inscritos en el Libro de la Vida (Acalipsis 3:5; 13:8; 17:8; 20:12,15; 21:27). El Libro de la Vida es el registro de los que pertenecen a Dios.
Hay aquí un pequeño problema de traducción: cuando dice “desde el principio del mundo” tal vez se refiere a los nombres en el Libro de la Vida (versiones modernas lo traducen así)... Así es como usa la frase Juan cuando la repite en Apocalipsis 17:8.
3-Las armas de los fieles
Apocalipsis 13:10
El versículo se compone de dos citas: empieza con la de Jeremías 15:2, donde se le dice a Jeremías que le diga al pueblo: «Y si te preguntan: "¿Adónde iremos a parar?", les dirás que así ha dicho el Señor: "El que a muerte, a muerte; el que a espada, a espada; el que a hambre, a hambre; el que a cautiverio, a cautiverio." La idea es que no hay manera de escapar de lo que Dios haya decretado.
El versículo pasa a continuación a citar el dicho de Jesús en Mateo 26:52. En el Huerto de Getsemaní, cuando llegó aquella chusma a detener a Jesús y Pedro desenvainó la espada para defenderle, Jesús le dijo: «Pon la espada otra vez en su sitio; porque todos los que manejan espada morirán a espada.»
El cristiano no puede nunca defenderse por la fuerza; el que utiliza la espada, perece a espada. Cuando el gobierno romano empezó a perseguirlos, los cristianos llegaban tal vez a los cien mil; y sin embargo nunca se les ocurrió resistirse por la fuerza.
(Pero hay armas que el cristiano puede usar, y son la firmeza y la lealtad. La palabra para firmeza es hypomoné, que no quiere decir simplemente soportar pacientemente, sino aceptar valerosamente lo peor que la vida pueda hacer y transformarlo en gloria. La palabra para lealtad es pistis, que quiere decir esa fidelidad que no vacila nunca en su devoción al Maestro).
4-La segunda Bestia
Apocalipsis 13:11-17
Esta pasaje trata del poder de la segunda bestia, la organización establecida para imponer el culto al emperador en todo el imperio. Se dicen ciertas cosas acerca de ese poder.
-Produce señales y prodigios…En todas las religiones antiguas los sacerdotes sabían producir señales y milagros ficticios.
(En nuestros días muchos que presumen de cristianos en realidad profesan una religión de milagros; pero ya vimos que no todos los milagros proceden de Dios)
En el versículo 11 hay una frase curiosa. Esta bestia procedente de la tierra se dice que tenía dos cuernos como los de un cordero; es decir: era una ridícula parodia del Cordero en el sentido cristiano del término. Pero también se dice que hablaba como un dragón…
Esta bestia hace que se mate a los que no le den culto. Esa era, de hecho, la ley. Si un cristiano rehusaba ofrecer al emperador ese acto de culto, se le condenaba a muerte.
Los que habían rendido culto al césar como mandaba la ley tenían la señal de la bestia en la mano derecha y en la frente. La palabra para la señal de la bestia era járagma, que podía venir de más de una costumbre antigua:
-Algunas veces se marcaba a los esclavos domésticos con la señal de su dueño si se habían escapado o habían sido culpables de alguna falta grave. Tal marca se llamaba stigma…
-A veces los soldados hacían un tatuaje con el nombre de su general en señal de su lealtad, como se sigue haciendo en nuestro tiempo con el nombre de la persona querida.
-En cualquier contrato de compra-venta había una járagma, un sello con el nombre del emperador y la fecha. Si la señal de la bestia esta relacionada con esto, quiere decir que los que dan culto a la bestia aceptan su autoridad.
-Cuando uno había quemado su pizca de incienso en reconocimiento de la divinidad del césar recibía un certificado en el que se decía que lo había hecho. La señal de la bestia puede que sea el certificado del culto, que un cristiano no podía obtener nada más que negando a su Maestro.
5-El número de la Bestia
Apocalipsis 13:18
En este versículo se nos dice que el número de la bestia es el seiscientos sesenta y seis…
Debe recordarse que los pueblos antiguos no tenían cifras, sino que usaban las letras del alfabeto también para indicar los números. Es como si usáramos la A para el 1, la B para el 2, la C para el 3, y así sucesivamente. Cualquier palabra y cualquier nombre propio en particular, podía ser también un número.
Las sugerencias que se han hecho en cuanto al sentido de 666 son innumerables. Como es el número de la bestia, muchos lo han manipulado para que coincidiera con el de su enemigo…
Al principio ya vimos que Apocalipsis está escrito en clave; está claro que nada se guardará más celosamente que este número que representa al archienemigo de la Iglesia. Lo curioso es que la clave debe de haberse perdido muy pronto, porque hasta un investigador tan grande como Ireneo en el siglo II d.C. no sabía lo que representaba el número.
El capítulo mismo nos da con mucho la mejor clave. Menciona una y otra vez la cabeza que fue herida de muerte y se restableció. Ya hemos visto que esa cabeza simbolizaba la leyenda del Nero redivivus (recordemos a Domiciano). Bien podemos, por tanto, suponer que el número tiene algo que ver con Nerón.
Si ponemos Nerón en latín y le damos el equivalente numérico tenemos:
N = 50
E= 6
R = 500
O = 60
N = 50
El total es 666… En hebreo las letras de Nero Caesar también suman 666.
Es bastante seguro que el número de la bestia representa a Nerón; y que Juan está pronosticando la venida del Anticristo en la forma de Nerón, la encarnación de todo mal, volviendo a este mundo.
(Recordemos esta observación importante: en el tiempo en que Juan escribe los cristianos sufrían una persecución similar a la sufrida en tiempos de Nerón; sólo que el emperador era ahora Domiciano. La idea de un Nerón redivivo se manifiesta claramente en Domiciano)
También debe entenderse que es “número de hombre”, si el 7 es la perfección, el 6 es la aparente perfección a la que no se llega… Repetido tres veces puede simbolizar la imperfección total opuesta a la perfección divina.
Versículo para aprender:
“Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer…”
Apoc. 13: 14a
Lección n° 27º:
LOS QUE PERTENECEN A DIOS
Apocalipsis 14: 1-7
1-Los que son del Padre
Apocalipsis 14:1
La siguiente visión de Juan se abre con el Cordero de pie en triunfo en el Monte de Sión, y con Él los ciento cuarenta y cuatro mil de los que leímos en el capítulo 7. Están marcados en la frente con su nombre y el de su Padre... Ya vimos algunas nociones al respecto:
-Podía representar la propiedad. Los que están en compañía con el Cordero pertenecen a Dios.
-Podía representar lealtad. La compañía del Cordero está formada por los veteranos que han demostrado su lealtad a su Rey.
-Podía representar seguridad. Los de la compañía del Cordero están todos marcados para su seguridad en la vida o en la muerte.
-Podía representar dependencia. La compañía del Cordero son los que dependen totalmente de su amor y de su gracia.
-Podía representar inmunidad. Eran señales de una seguridad absoluta. Recordemos el caso de Caín, al que Dios marcó con una señal para que no le matara cualquiera que le encontrara (Génesis 4:15). La compañía del Cordero son los que se han rendido a la misericordia de Dios en Jesucristo y están a salvo para siempre.
2-Un himno especial
Apocalipsis 14:2-3
Este pasaje empieza con una descripción maravillosa de la voz de Dios.
-Era como el sonido de muchas aguas. Aquí se nos recuerda el poder de la voz de Dios, porque no hay poder como la embestida de olas montañosas sobre las playas o los acantilados.
-Era como el retumbar de un trueno imponente. Aquí se nos recuerda la inconfundibilidad de la voz de Dios. No se puede evitar oír el rugido del trueno.
-Era como la música de arpistas que estuvieran tañendo sus arpas. Aquí se nos recuerda la melodía de la voz de Dios.
Hay en ella la gracia noble de la música suave que calma el corazón angustiado.
La compañía del Cordero estaba cantando un himno que solo ellos podían aprender. Los de la compañía del Cordero podían aprender el himno nuevo porque habían pasado por ciertas experiencias.
-Habían sufrido. Hay ciertas cosas que solo el dolor nos puede enseñar.
-Habían vivido en fidelidad.
Esta es una manera de decir que los de la compañía del Cordero han hecho un progreso constante en el crecimiento espiritual.
(Un cristianismo estático es la tragedia de muchos)
3-La Pureza más hermosa
Apocalipsis 14:4a
Tomamos este medio versículo separadamente porque es uno de los dichos más difíciles de todo el Apocalipsis, y tiene una importancia capital el tener claro su sentido. Describe la pureza inmaculada de los que forman la compañía del Cordero; pero, ¿en qué consiste esa pureza?
Es importante recordar que Jesús glorificó el matrimonio diciendo que por esta causa deja un hombre a su padre y a su madre para quedar unido tan íntimamente con su mujer que los dos forman una sola carne, y advirtiendo que lo que Dios ha unido no lo puede separar nadie (Mateo 19:4-6). En su enseñanza más elevada, .Pablo glorificó el matrimonio comparando la relación entre los esposos a la que existe entre Cristo y Su Iglesia (Efesios 5:22-33).
Entonces, ¿qué se ha de decir de este pasaje? Si hemos de tratarlo literalmente no podemos evitar la conclusión de que alaba el celibato y la virginidad y minimiza el matrimonio.
Pero es probable que se refiera a aquellos que han dedicado sus vidas plenamente al servicio de Dios, dejando de lado cualquier otro compromiso terrenal, por más aprobado que este fuera…
Refiere a la pureza cristiana expresada en entrega total que prioriza absolutamente el servicio a Dios… (Debemos recordar que este perfil es el que asumió Jesús detrás de su misión)
No debe tomarse como una sugerencia al celibato porque este tema no se impone en ningún otro pasaje bíblico y sería erróneo elaborar doctrina de un libro simbólico como Apocalipsis.
4-Iguales a Cristo
Apocalipsis 14:4b-5
La definición más sencilla del cristiano es uno que sigue a Jesucristo (Juan 1:43; Marcos 2:14 y 10:21 y ots.)
Juan califica la compañía del Cordero de tres maneras.
-Son un sacrificio para Dios y para el Cordero. La palabra para sacrificio es aparjé. Quiere decir el sacrificio de los primeros frutos. Las primicias eran lo mejor de la cosecha…Así es el cristiano lo mejor que se puede ofrecer a Dios; cada cristiano es una primicia…
-No se encontró falsedad en sus bocas. Esta es una idea favorita de la Escritura (Salmo 32:2; Isaías 53:9; Sofonías 3:13).
-Son sin defecto. La palabra original es ámómos, que pertenece al lenguaje de los sacrificios. Describe el animal que no tiene tacha ni defecto, y que puede sacrificarse; así se demanda del creyente (Efesios 1:4; Colosenses 1:22), y de la Iglesia (Efesios 5:27).
Sigue la visión de los tres ángeles: el que cita a adorar al Dios verdadero (versículos 6 y 7), el que predice la condenación de
Roma (versículo 8), y el que predice al juicio y la destrucción de los que hayan negado la fe y dado culto a la bestia (versículos 9-12).
5-El culto a Dios
Apocalipsis 14:6-7
Una de las señales que habían de preceder al fin del mundo era que el Evangelio sería predicado en todo el mundo como testimonio a todas las naciones (Mateo 24:14). Aquí tenemos el cumplimiento de esa profecía. El ángel llega con el mensaje del Evangelio a todas las razas y tribus y lenguas y pueblos.
El ángel trae un Evangelio perdurable. Perdurable podría querer decir que el Evangelio es válido eternamente, que su verdad se mantiene hasta en un mundo en desintegración; o que el Evangelio ha existido desde toda eternidad.
Puede que parezca extraño que al ángel con el Evangelio sigan inmediatamente los ángeles de la condenación. Pero el Evangelio tiene por necesidad un doble filo: es la Buena Noticia para los que lo reciben, pero el juicio para los que lo Rechazan (Juan 3:19).
Las palabras del ángel son interesantes. Son una invitación a dar culto al Dios que es el Creador de todas las cosas (Hechos 14:15).
Versículo para aprender:
“Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos…”
Apoc. 14: 3a
Lección n 28º:
LA CAIDA DE BABILONIA Y LOS FIELES
Apocalipsis 14: 8-20
1-La condenación de Roma
Apocalipsis 14:8
Aquí se profetiza la condenación de Roma. En todo el Apocalipsis Babilonia simboliza a Roma…En los días antiguos, Babilonia había sido para los profetas la misma encarnación del poder y de la concupiscencia y del lujo y del pecado; y para los primeros cristianos judíos Babilonia parecía haber nacido de nuevo en la concupiscencia, el lujo y la inmoralidad de Roma.
Se dice que Babilonia ha hecho beber a todas las naciones del vino de la ira de su fornicación (Jeremías 51:7): La idea es que Babilonia había sido una fuerza corruptora que había seducido a las naciones a una especie de inmoralidad demente. El trasfondo es el cuadro de una prostituta que conduce a un hombre a la inmoralidad emborrachándole para que ya no pueda resistirse a sus redes.
Roma ha sido así, como una cortesana deslumbrante que sedujera al mundo. Podríamos parafrasearlo diciendo que Babilonia (Roma) hizo beber a las naciones del vino que seduce a los hombres a la fornicación y que trae como consecuencia la ira de Dios.
Detrás de todo esto está la verdad eterna de que la nación o la persona cuya influencia es para mal no escapará a la ira vengadora de Dios.
2-La condenación del infiel
Apocalipsis 14:9-12
Aquí está la llamada a la firmeza por parte de los que están dedicados a Dios, que guardan sus mandamientos y se mantienen leales a El. Ya se ha advertido del poder de la bestia y de la marca que tratará de imponerles a las personas (capítulo 13). Ahora hay una advertencia a los que fallen en este tiempo de prueba.
Es significativo que esta es la advertencia más feroz de todas. De todas las condenaciones, según el Apocalipsis, la peor es la de los apóstatas. La razón es que la Iglesia estaba batallando por su propia existencia. Si había de continuar, el cristiano individual debía estar preparado a enfrentarse con el sufrimiento y la persecución y la cárcel y la muerte. Si el cristiano individual se rendía, moría la Iglesia.
La condenación del apóstata se presenta con los colores más lúgubres del más terrible juicio que cayó jamás sobre la Tierra: el de Sodoma y Gomorra (Génesis 19:28). Podemos ver también Isaías 34:8-10.
3-El descanso del Alma fiel
Apocalipsis 14:13
Después de las profecías terribles de los terrores por venir, y de las terribles advertencias a los falsos, viene una promesa de gracia.
La idea de morir en el Señor aparece más de una vez en el Nuevo Testamento (1 Tesalonicenses 4:16; 1 Corintios 15:18). El sentido de todas estas frases es: “los que llegan al final todavía unidos a Cristo”. Todo se confabulaba para apartarlos de Él; pero la felicidad suprema está reservada para los que llegan al final todavía inseparablemente unidos al Maestro que los amó y se entregó por ellos.
Lo que se promete es el descanso: Descansarán de sus labores. El descanso es tanto más suave cuando sigue al esfuerzo más agotador.
Sus obras siguen con ellos…Se entiende por obras el carácter. Está diciendo: “Si llegáis al final de esta vida todavía unidos a Cristo, os llevaréis un carácter probado y aprobado como el oro y seréis bienaventurados”.
4-El Juicio
Apocalipsis 14:14-20
La visión final de este capítulo es de juicio, descrito de una forma que era muy familiar para el pensamiento judío.
Empieza con la figura victoriosa de uno semejante a hijo de hombre (Daniel 7:13s). Esta figura pasa a representar el juicio en dos metáforas familiares en la Escritura:
-Lo describe en términos de cosecha (Joel 3:13; Marcos 4:29; Mateo 13:24-30; 37-43).
-Describe el juicio en términos de lagar, que constaba de dos espacios, uno más elevado que el otro, unidos por un canal.
Los espacios se podían hacer vaciando la roca o de ladrillo. Las uvas se ponían en el espacio superior, se pisaban y el zumo fluía por el canalillo al compartimiento de más abajo. En el Antiguo Testamento se compara el juicio de Dios con la pisada de las uvas (Lamentaciones 1:15; Isaías 63:3).
A esto se añade otra figura familiar: la vendimia se ha de pisar fuera de la ciudad, es decir, de Jerusalén.
Hay dos cosas difíciles en este pasaje. La primera, está el hecho de que uno semejante a un hijo de hombre siega, y también siega un ángel. Podemos considerar que el que es semejante al hijo de hombre es el Señor resucitado y victorioso segando la cosecha de su propio pueblo, mientras que el ángel de la hoz afilada siega la cosecha de los que están destinados al juicio.
La segunda, se dice que la sangre llegaba a la altura de las bridas de los caballos y se extendía en un radio de 1,600 estadios, unos 288 kilómetros. No se ha descubierto una explicación realmente satisfactoria de esto. En ese caso la cifra describiría simbólicamente la amplitud del juicio de Dios.
Versículo para aprender:
“Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor…”
Apoc. 14: 13b
Lección n 29º:
LOS QUE VENCEN CON JESUCRISTO
Apocalipsis 15: 1-8
1-Los que han vencido con Cristo
Apocalipsis 15:1-2
Juan ya ha hablado de los siete sellos iniciales; del toque de las siete trompetas; y ahora debe hablar del derramamiento de las siete copas postreras de la ira de Dios.
La escena es en el Cielo. Antes de hablarnos de los siete ángeles con las siete copas de la ira, Juan ha descrito a los que pasaron por el martirio por Cristo. Están de pie junto al mar que parecía como si fuera de vidrio. Esta vez el vidrio está mezclado con fuego, como corresponde al juicio… (Éxodo 9:24; Mateo 3:12; Hebreos 12:29). Los mártires han pasado a salvo el mar del martirio y han llegado a la orilla del Cielo.
Se dice que los mártires han surgido victoriosos de su contienda con las fuerzas del Anticristo. Aquí hay algo muy significativo. Los mártires sufrieron las muertes más salvajes, y sin embargo se dice que surgieron victoriosos. Fue el hecho de morir lo que les hizo vencer; si hubieran seguido vivos siendo infieles a su fe, habrían sido derrotados (Mateo 16:25).
2-El Himno de los vencedores
Apocalipsis 15:3-4
Los mártires victoriosos cantan dos himnos: el del Cordero, que, como ya hemos visto, son ellos los únicos que lo pueden aprender (14:3); y el de Moisés, el siervo de Dios. Este fue el himno que cantó Moisés a la gloria de Dios después de cruzar a salvo el Mar Rojo (Éxodo 15:1-19). Este himno se había grabado en la memoria de los judíos. Se cantaba en el culto de todos los sábados por la tarde en la sinagoga.
El himno de Moisés conmemoraba la más grande liberación de la historia de Israel, y los mártires vencedores, conducidos a través del mar de la persecución a la tierra prometida del Cielo, lo cantaron también.
Pero los mártires tenían un himno que les era propio. Dos cosas sobresalen en él:
-Está formado casi exclusivamente de citas del Antiguo Testamento (Salmo 92:5; Salmo 111:2; Salmo 98:1; Salmo 139:14; Salmo 145:17; Salmo 86:9; 1 Samuel 2:2; Salmo 99:3; Salmo 11:9; Salmo 86:9; Salmo 98:2). Un pasaje como este nos hace ver lo empapado que estaba Juan en el Antiguo Testamento.
-Otra cosa que impacta a cualquiera en el himno de los mártires triunfantes es que no hay ni una sola palabra en él acerca de sus propios méritos, ni tampoco para pedir venganza: de principio a fin no contiene nada más que alabanzas a Dios.
3-Los Ángeles de la venganza
Apocalipsis 15:5-7
Está claro que Juan está viendo esta visión, no en términos del Templo de Jerusalén, sino en términos del antiguo Tabernáculo. (Número 9:15; 17:7; 18:2).
Es de dentro del Tabernáculo de donde salen los siete ángeles. Estos ángeles salen del lugar donde descansa la Ley de Dios, y vienen a mostrar que ninguna persona ni nación puede desafiar impunemente la Ley de Dios.
Están vestidos con túnicas de un blanco resplandeciente, y con el pecho ceñido con cintos de oro. Son vestiduras sacerdotales; el sumo sacerdote se podría considerar el representante de Dios entre los hombres; y estos ángeles vienen como representantes vengadores de Dios. Es un atuendo real; estos ángeles están revestidos con la soberanía del Rey de reyes. Y son vestiduras celestiales (Marcos 16:5; Mateo 28:3), y los ángeles son los habitantes del Cielo, que vienen a la Tierra a ejecutar los decretos de Dios.
Es uno de los cuatro seres vivientes el que les entrega las copas de la ira de Dios. Estas han de traer desastres al mundo en la naturaleza; y el simbolismo bien puede ser que la naturaleza se está entregando a Dios para mantener su propósito.
4-La Gloria inaccesible
Apocalipsis 15:8
La idea de la gloria de Dios simbolizada en humo es corriente en el Antiguo Testamento (Isaías 6:4). Además, la idea de que nadie podía acercarse mientras hubiera humo es también corriente en el Antiguo Testamento (Éxodo 40:34s ; 1 Reyes 8:l0s).
Aquí hay un doble concepto: el de que los propósitos de Dios estarán a menudo velados para los hombres, porque nadie puede penetrar la mente de Dios; y el de que ninguna persona se puede aproximar a la santidad y la gloria de Dios.
También se ve en eso una afirmación simbólica de que ningún acercamiento del hombre a Dios puede detener el juicio que viene.
Versículo para aprender:
“Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos”
Apoc. 15: 3b
Lección nº 30:
LAS SIETE COPAS DE LA IRA DE DIOS
Apocalipsis 16: 1-12
Introducción
Apocalipsis 16: 1-21
Aquí tenemos las últimas plagas terribles. Tienen una cierta relación con las diez plagas de Egipto, y con los terrores que siguieron al toque de las siete trompetas de Apocalipsis 8-11. Vale la pena colocar las tres listas para ver sus semejanzas.
Primero, pongamos las diez plagas de Egipto, cuando Moisés enfrentó a Faraón con la ira de Dios.
1-El agua se convierte en sangre (Éxodo 7:20-25).
2-Los sapos o ranas (Éxodo 8:5-14).
3-Los piojos (Éxodo 8:16-18).
4-Las moscas (Éxodo 8:20-24).
5-La plaga del ganado (Éxodo 9:3-6).
6-Las úlceras y el sarpullido (Éxodo 9: 8-11).
7-El trueno y el granizo (Éxodo 9:22-26).
8-Las langostas (Éxodo 10:12-19).
9-Las tinieblas (Éxodo 10:21-23).
10-La muerte de los primogénitos (Éxodo 12:29s).
Segundo, pongamos la lista de los terrores que siguieron al toque de las siete trompetas.
1-La caída del granizo, el fuego y la sangre, por lo que la tercera parte de los árboles y de las plantas se secaron (Apocalipsis 8:7).
2-La montaña llameante arrojada al mar, haciendo que la tercera parte se vuelva sangre (Apocalipsis 8:8).
3-La caída de la estrella Ajenjo en el agua, haciéndola amarga y venenosa (Apocalipsis 8:l0s).
4-La herida a la tercera parte del Sol, la Luna y las estrellas, haciendo que todo se oscurezca (Apocalipsis 8:12).
5-La llegada de la estrella que abre el pozo del abismo, del que sale humo que produce las langostas demoníacas
(Apocalipsis 9:1-12).
6-Se desatan los cuatro ángeles que estaban atados en el Éufrates, y la llegada de la caballería demoníaca del Oriente (Apocalipsis 9:13-21).
7-El anuncio de la victoria final de Dios y de la ira rebelde de las naciones (Apocalipsis 11:15).
Tercero, los terrores de este capítulo.
1-La epidemia de las úlceras purulentas a las personas (Apocalipsis 16:2).
2-El mar se pone como la sangre de un muerto (Apocalipsis 16:3).
3-Los ríos y las fuentes se convierten en sangre (Apocalipsis 16:4).
4-El Sol se vuelve abrasador (Apocalipsis 16:8).
5-Las tinieblas cubren el reino de la bestia, y su agonía (Apocalipsis 16:10).
6-Se seca el Éufrates para abrirles el camino a los reyes del Oriente (Apocalipsis 16:12).
7-La contaminación del aire y los terrores que la acompañan en la naturaleza, el trueno, el terremoto, el rayo y el granizo
(Apocalipsis 16:17-21).
Es fácil ver las cosas que tienen en común estas listas -e1 granizo, las tinieblas, las aguas que se vuelven sangre, las heridas ulceradas, la llegada de las hordas de más allá del Éufrates. Pero en el Apocalipsis se halla esta diferencia entre los terrores que siguen a las trompetas y los que siguen al derramar de las copas. En los primeros, la destrucción es siempre limitada, por ejemplo, a una tercera parte de la Tierra; pero en la destrucción posterior es completa para los enemigos de Dios.
En esta serie final de terrores, Juan parece haber reunido los horrores de todas las historias de la ira de Dios, lanzándolos sobre el mundo impío en un último diluvio de desastres.
1-Los terrores de Dios
Apocalipsis 16:1-11
El primer terror es el de la plaga de úlceras malignas y purulentas, y el segundo terror es la conversión de las aguas del mar en sangre…
En el versículo 6 se hace referencia a la persecución en el Imperio Romano. Los consagrados a Dios son los miembros de la Iglesia Cristiana; los profetas no son los del Antiguo Testamento, sino los de la Iglesia Cristiana (I Corintios 12:28; Hechos 13:1; Efesios 4:11), que, siendo responsables de la Iglesia, eran siempre los primeros en sufrir en tiempos de persecución. El sombrío castigo de los que han derramado la sangre de los dirigentes y de los miembros de la Iglesia es que se encontrarán sin agua y no tendrán más que sangre para beber.
En el versículo 7, la voz del altar alaba la justicia de los juicios de Dios… Puede querer decir que el altar del Cielo es el lugar donde las vidas de los mártires y las oraciones del pueblo de Dios se le ofrecen como sacrificio; y la voz del altar puede que sea, por así decirlo, la voz de la Iglesia doliente y orante de Cristo alabando la justicia de Dios cuando su ira cae sobre sus perseguidores.
El cuarto terror es el calor abrasador del Sol; el quinto, la llegada de las tinieblas espesas…
En los versículos 9, 11 y 21 tenemos una especie de refrán que corre por todo el capítulo. Las personas a las que les caían estos terrores maldecían a Dios, pero no se arrepentían, insensibles tanto a la bondad como a la severidad de Dios (Romanos 11:22).
2-Las hordas viniendo desde el Oriente
Apocalipsis 16:12
Aquí se nos pinta el cataclismo que se produce cuando se seca el Éufrates, dejando expedito el camino para la invasión de las hordas orientales.
Una de las características curiosas del Antiguo Testamento es el número de veces que el secarse las aguas se presenta como una señal del poder de Dios (Josué 3:17; Isaías 11:15s ; Jeremías 51; 36; Zacarías 10:11).
Bien puede ser que Juan esté aquí recordando un incidente histórico famoso cuando el persa Ciro capturó Babilonia secando el Éufrates (El río pasa por el centro de Babilonia).
Juan está usando una ilustración que estaba grabada en la memoria de todos los de su generación. El mayor enemigo de Roma, la única nación que no pudo sojuzgar, eran los partos que vivían más allá del Éufrates. Tenían una caballería que era la fuerza bélica más temida del mundo. El que la caballería parta llegara arrasándolo todo desde el otro lado del Éufrates era algo que inundaba de terror al más valeroso. Además, como ya hemos visto, era a Parta adonde se decía que se había retirado Nerón; y era de Parta de donde se temía que volviera Nero redivivus; en otras palabras: era del otro lado del Éufrates de donde se esperaba la invasión del Anticristo.
Versículo para aprende:
“También oí a otro, que desde el altar decía: Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos”
Apoc. 16: 7
Lección nº 31:
HACIA LA BATALLA FINAL
Apocalipsis 16: 13-21
1-Espíritus inmundos como sapos
Apocalipsis 16:13-16
Tres espíritus inmundos, como sapos, salieron de las bocas del dragón, la bestia y el falso profeta.
En griego hay aquí una especie de juego de palabras. Los espíritus inmundos salieron de las bocas de las fuerzas malignas: la palabra para espíritu es pneuma, que quiere decir también aliento. Por tanto, decir que un espíritu malo salió de la boca de una persona era lo mismo que decir que le salió de la boca un mal aliento: el dragón, la bestia y el falso profeta alentaban malas influencias.
Se dice que los espíritus inmundos eran como sapos o ranas.
Las ranas recordaban las plagas (Éxodo 8: 5-11; Salmo 78:45; Salmo 105:30)…Las ranas y los sapos son considerados animales inmundos y representan una influencia inmunda.
2-El falso Profeta
Apocalipsis 16:13-16 (continuación)
El siguiente problema es el de la identificación del falso profeta. El dragón se identifica con Satanás (12:3,9). La bestia, con el Imperio Romano y con su culto al emperador, que ya ha aparecido en 13:1. Pero esta es la primera vez que aparece en escena el falso profeta. Como no considera necesario presentarle, podemos asumir que Juan cree que el lector ya tiene la clave de su identidad.
El falso profeta era una figura que el pueblo de Dios estaba advertido de que se presentaría, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento (Deuteronomio 13:1-5; Marcos 13:22). Se dice de estos falsos profetas que su nombre abarca a toda una clase magos, impostores, fanáticos, engañadores y engañados, considerados como personas que interpretaban falsamente la mente de Dios. La verdadera religión no tiene peores enemigos, ni Satanás mejores aliados…
El falso profeta se menciona aquí y en 19:20 y 20:10; si ponemos juntos estos pasajes encontraremos la clave de su identidad: En 13:13s tenemos una descripción de la segunda bestia, la que surgía de la tierra; se dice que hace grandes maravillas... y que engaña a los habitantes de la tierra por medio de los milagros que se le concede hacer en presencia de la bestia. Es decir: las obras del falso profeta y las de la segunda bestia son idénticas; así es que el falso profeta y la bestia de la tierra son uno mismo.
(Ya hemos visto que esa bestia se ha de identificar con la organización provincial para obligar al culto al emperador)
3-Armagedón
Apocalipsis 16:13-16 (conclusión)
Los espíritus malos salieron a inquietar a todos los reyes de toda la tierra para llevarlos a la batalla. La idea de un conflicto final entre Dios y las fuerzas del mal es muy antigua (Salmo 2:2)
Esta batalla había de librarse en un lugar que la versión Reina-Valera llama Armagedón, y otras Harmagedón.
Magedón se puede relacionar con Megido o Meguido o Megiddó en la llanura de Esdraelón, que se encontraba en la gran quebrada que iba de Egipto a Damasco. Desde los más remotos tiempos hasta la Primera Guerra Mundial de 1914-18 ha sido uno de los grandes campos de batalla del mundo. Esta fue la llanura en la que Barac y Débora derrotaron a Sísara y su caballería (Jueces 5:19-21); donde Ocozías murió alcanzado por las flechas de Jehú (2 Reyes 9:27); donde el buen rey Josías murió en una batalla con el Faraón Necao (2 Reyes 23:29s), una tragedia que se grabó indeleblemente en la memoria de los judíos (Zacarías 12:11). Era un campo de batalla familiar a los estudiantes de historia de Israel. No olvidemos que Juan escribe para ser entendido en su tiempo…
Armaguedón querría decir la ciudad de Megido, y Harmaguedón, la Montaña de Megido. La última forma es la más probable, aunque el llano parece más probable como campo de batalla que la montaña.
Pero hay otro dato que añadir a esto.
Cuando Ezequiel estaba describiendo la última batalla con Gog y Magog, dijo que la victoria final sería en los montes de Israel (Ezequiel 38:8,21; 39:2,4,17). Bien puede ser que Juan hablara del Monte de Meguido para poner su historia de acuerdo con la antigua profecía.
4-La Naturaleza en Guerra
Apocalipsis 16:17-21
La séptima copa fue derramada en el aire. Si el aire estaba contaminado, se estaba atacando la vida en su misma fuente. La naturaleza se ponía en guerra con el hombre. Eso fue lo que sucedió. Hubo rayos y truenos y un terremoto.
La gran Babilonia, es decir, Roma, se divide en tres partes. Roma había creído que podía hacer lo que quisiera impunemente pero ahora se recordaba su pecado, y sus consecuencias venían de camino.
El terremoto sumergió las islas y arrasó las montañas. La última de las características terribles fue un granizo mortífero cuyas piedras pesaban treinta kilos. Aquí tenemos otro de los detalles recurrentes de las manifestaciones de la ira de Dios (Éxodo 9:24; Josué 10: 11; Isaías 28:2; Ezequiel 38:22).
El vaciar las siete copas de ira sobre la tierra llega a su fin con el coro que ha resonado a lo largo de todo el capítulo. Las personas a las que sucedieron estas cosas se mantuvieron insensibles a cualquier llamada del amor de Dios y blasfemaron contra Él…
Dios ha dado a las personas la terrible responsabilidad de poder abrir o cerrar el corazón a su llamada.
Versículo para aprender:
“He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas…”
Apoc. 16: 15
Lección nº 32:
LA CIUDAD QUE SE HIZO RAMERA
Apocalipsis 17 - Introducción
1-La mujer sobre la Bestia
La mujer es Babilonia, es decir, Roma. La mujer se dice (versículo 1) que está asentada sobre muchas aguas. Juan da una interpretación simbólica a las muchas aguas como las muchas naciones y lenguas y pueblos sobre los que Roma ejerce dominio (v. 15).
En el versículo 4, la mujer se dice que está vestida de púrpura y escarlata, y engalanada con toda clase de adornos. Esto es simbólico del lujo de Roma, el retrato de una cortesana lujosa, decorada con toda clase de joyas para seducir a los hombres.
La mujer se dice que tiene en la mano una copa de oro llena de abominaciones. Aquí tenemos otra descripción de Babilonia, tomada directamente de la condenación profética del Antiguo Testamento (Jeremías 51:7). Así también se dice de Roma que sostiene una copa de oro en la que está todo el poder de seducción que ha difundido la inmoralidad por toda la tierra.
La mujer se dice que tiene un nombre en la frente (versículo 5). En Roma, las prostitutas de los burdeles públicos llevaban en la frente una cinta en la que ponía su nombre. Este es otro detalle gráfico del retrato de Roma como la gran prostituta corruptora de las naciones.
En el versículo 6, la mujer se dice que está ebria con la sangre de los consagrados a Dios y con la sangre de los mártires.
Esta es una referencia a la persecución de los cristianos en el Imperio Romano.
En el versículo 16 ella ha de ser destruida por la invasión de los diez reyes. Baste por ahora decir que pronostica la destrucción de Roma en el levantamiento de sus naciones súbditas. Es como si dijera que la gran prostituta acabará por ser destruida por sus propios amantes, que se volverán contra ella.
2-La Bestia
La bestia tiene una serie de significados interconexos cuyo punto de unión es que todos ellos están relacionados de alguna manera con Roma y con su imperio.
-La mujer está sentada en la bestia, y la bestia está llena de nombres blasfemos que son todos ellos un insulto a Dios (versículo 3). Si la mujer es Roma, está claro que la bestia es el Imperio Romano. Está llena de nombres blasfemos. Esto incluye dos cosas. Primera, es una referencia a los muchos dioses de los que estaba lleno el Imperio Romano. Segunda, es una referencia a muchos de los títulos del emperador. El más corriente de todos, el emperador era, en latín, dominus, y en griego kyrios, Señor, que es el mismo nombre de Dios.
-La bestia tiene siete cabezas y diez cuernos (versículo 3). Esto es una repetición de lo que se dijo de la bestia en 13:1…
-La bestia era y no es y está a punto de venir (versículo 8). Esto se remonta a 13:3,12,14, y está claro que es una referencia a la leyenda del Nero redivivus, que nunca se aleja demasiado de la mente de Juan. Ya hemos visto que la idea del Nerón resucitado y del Anticristo se habían interconectado inseparablemente. Por tanto, en este pasaje la bestia representa al Anticristo.
La bestia tiene siete cabezas. Estas se explican de dos maneras.
a) En el versículo 9 las siete cabezas son las siete colinas. Aquí tenemos una identificación fácil. Roma era una ciudad construida sobre siete colinas; esto identifica la bestia como Roma.
b) La segunda identificación es uno de los acertijos del Apocalipsis (versículos 10 y 11). También (las cabezas) son siete reyes. Cinco ya han caído; uno existe en el presente; otro no ha llegado todavía; y, cuando venga, permanecerá por un breve tiempo. La bestia que era y no es es el octavo. Procede de la serie de los siete y va de camino a la destrucción.
Cinco ya han caído. El Imperio Romano empezó con Augusto; y los primeros cinco emperadores fueron Augusto, Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón. Entonces, estos son los cinco que ya han caído. Ya hemos visto que después de la muerte de Nerón hubo dos años de caos en los que se siguieron Galba, Otón y Vitelio en rápida sucesión. No fueron emperadores en ningún sentido real, y no se los cuenta.
Uno existe en el presente. Este debe de ser Vespasiano, el primer emperador que devolvió la estabilidad al imperio después del caos que siguió a la muerte de Nerón; reinó entre 69-79 d.C.
Otro no ha llegado todavía; y, cuando venga, permanecerá por un breve tiempo. A Vespasiano le sucedió Tito, que no reinó más que dos años, 79-81 d.C.
La bestia que era y no es es el octavo. Procede de la serie de los siete y va de camino a la destrucción. Esto sólo puede querer decir que el emperador que siguió a Tito se identifica con Nero redivivus y el Anticristo; y ese emperador fue Domiciano.
¿Puede identificarse razonablemente Domiciano con la fuerza maligna que personificaba Nero redivivus?
Domiciano fue objeto del odio y del terror de todos. Era locamente celoso y suspicaz. Formó una pareja homosexual con un famoso actor llamado Paris, a quien le mató un joven hijo… Los senadores eran asesinados en toda la línea y el crimen era el castigo a los opositores aun por pequeñas cosas. Domiciano recobró la antigua forma de ejecución de desnudar a la víctima, sujetarle el cuello a una horca de madera y azotarla con varas hasta que muriera.
A1 principio de su reinado aparecía llevando una corona de oro con las figuras de Júpiter, Juno y Minerva, con el sacerdote de Júpiter sentado a su lado. Cuando recibió de vuelta a su esposa divorciada, anunció que ella había vuelto al lecho divino.
“Nuestro señor y dios ordena que se haga lo siguiente” era la frase con que empezaban sus edictos…
Por último, el 18 de septiembre del año 96 d.C., le asesinaron en las circunstancias más macabras.
A todo esto podemos añadir un hecho final: fue Domiciano el primero que hizo obligatorio el culto al césar, y fue por tanto responsable de que se abrieran las compuertas de la persecución contra la Iglesia Cristiana.
Bien puede ser, entonces, que Juan viera en Domiciano la reencarnación de Nerón.
Sabemos que Juan escribió en el gobierno de Domiciano. Puede que se retrotrajera al reinado de Vespasiano para trazar retrospectivamente la línea terrible que había seguido la historia.
Comoquiera que lo expliquemos, podemos decir que identificó a Domiciano con el Anticristo, sin temor a equivocarnos.
Todavía nos queda un problema de identificación que es menos susceptible que los otros de recibir una solución definitiva.
En los versículos 12-17 se dice que los diez cuernos son diez reyes que todavía no han recibido el poder. Lo recibirán, y entonces sucederán dos cosas:
Estarán unánimemente de acuerdo en entregarle su poder a la bestia; y con ella se levantarán contra la ramera y le harán la guerra al Cordero, y finalmente serán derrotados.
Con mucho la interpretación más probable de esto es que los diez reyes son los sátrapas de los ejércitos partos, que harán causa común con Nero redivivus y bajo él pelearán la última batalla en la que Roma será destruida y el Cordero someterá todas las fuerzas hostiles del universo.
Versículo para aprender:
“Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra”
Apoc. 17: 18
Lección nº 33:
LA CIUDAD QUE SE HIZO RAMERA Y SU CAÍDA
Apocalipsis 17: 1-18 - Desarrollo
1-Roma, la gran Ramera
Apocalipsis 17: 1-2
En estos dos versículos Roma se describe como la gran ramera. Más de una vez en el Antiguo Testamento se describen como rameras las ciudades paganas y desobedientes (Nahúm 3:4; Isaías 23:16s ; Ezequiel 16:15).
Es una manera de hablar que resulta extraña a los oídos modernos; pero encierra un gran simbolismo.
-Detrás de ella está la idea de Dios como el Enamorado de las almas de su pueblo. Cuando volvemos la espalda a Dios, no es tanto un pecado contra la Ley, sino contra el amor.
-Hay otra idea detrás de esto. Se sugiere que se llama la gran ramera a Roma porque ella es cuna seductora a la impiedad y a la inmoralidad. El pecado de la ramera no es sólo que peca ella, sino que persuade a otros a pecar. Dios no dará por inocente al que induce a otros al pecado.
2-La visión en el Desierto
Apocalipsis 17:3
Juan dice que fue llevado por el Espíritu a un lugar desierto (Ezequiel 3:14; 8:3; 11:24). No es que el Espíritu mueva físicamente a una persona de un lugar a otro; pero, cuando se vive en el Espíritu, los horizontes se ensanchan…Los profetas podían ver anticipadamente adónde se dirigía la Historia porque vivían en el Espíritu.
Una de las características recurrentes de la historia bíblica es que fue en el desierto donde los grandes hombres de Dios tuvieron visiones (Éxodo 3:1; 1 Reyes 19:4; Lucas 1:80; Mateo 4:1).
3-La gran Ramera
Apocalipsis 17:4-5
Estos versículos nos presentan gráficamente a la gran ramera. Viste de púrpura y escarlata, los colores reales, los colores del lujo y del esplendor. Está adornada con oro y piedras preciosas y perlas. Tiene una copa de oro con la que emborracha a sus amantes. Tiene la banda frontal de las prostitutas con su nombre. Su nombre es un misterio. El misterio en este caso es que Babilonia quiere decir Roma; mientras se dice la historia como refiriéndose a Babilonia, todo tiene relación con Roma.
La copa de la ramera Roma estaba llena de cosas inmundas. Para que no se piense que este es el veredicto de algún cristiano fanático, recuérdese que el pagano Tácito llamaba a Roma “el lugar al que fluyen de todo el mundo y adquieren popularidad las cosas más atroces y vergonzosas”. El cuadro que nos presenta Juan es moderado en comparación con algunos de los que los romanos mismos pintaban.
Esta era la civilización a la que llegó el Cristianismo; y de ella se convirtieron muchas personas a la castidad. ¡Bien podemos hablar de los milagros de la Cruz!
4-Ebria de Sangre
Apocalipsis 17:6
Como ya indicamos en la introducción general a este capítulo, la manera que tiene Juan de describir la persecución romana es muy significativa. Dice que Roma está borracha de la sangre de los santos y de los mártires. Lo que se implica es que Roma no se limitó a perseguir a los cristianos por necesidad política, sino que encontró una complacencia diabólica en asediarlos hasta la muerte… Sin duda Juan está pensando en la persecución que tuvo lugar bajo Nerón.
Nerón tenía que encontrar un chivo expiatorio para desviar de sí mismo las sospechas de la gente por el incendio de Roma; y se fijó en los cristianos. Esta fue la primera gran persecución, y en muchos sentidos la más salvaje. Dijo un historiador no cristiano:
“Primero se hizo un arresto de todos los que se declaraban culpables; luego, por sus declaraciones, se acusó a una inmensa multitud, no tanto por el crimen de incendiar la ciudad como por odiar a la humanidad. Burlas de todas clases se añadieron a sus muertes. Cubiertos con pieles de bestias, fueron descuartizados por sabuesos hasta perecer, o fueron clavados en cruces, o condenados a las llamas y quemados vivos sirviendo de iluminación nocturna después de la puesta del sol...”
5-La encarnación del Mal
Apocalipsis 17:7-11
Tras todos estos símbolos hay tres verdades:
-Aun cuando Nerón había muerto, su maldad seguía viviendo, y Juan la ve resurgir en Domiciano, el nuevo Nerón.
-En el versículo 8 leemos que aquellos cuyos nombres no estén escritos en el Libro de la Vida se deslumbrarán a la llegada del malvado.
-En el versículo 11 leemos que la bestia va camino de la destrucción. Por muy grande que sea el éxito del mal, lleva en sí el germen de la autodestrucción. El que se asocia con el mal está siempre en el bando perdedor.
Juan describe la maldad de Nerón, la proyecta en Domiciano, pero en realidad debemos entender que todo intento de Satanás es siempre maligno… Y toda Roma estaba bajo su dominio.
6-Los diez reyes
Apocalipsis 17:12-18
Este pasaje habla de diez reyes a los que representan los diez cuernos. Es probable que sean los sátrapas de Oriente y de Partia a los que el Nerón resucitado, el Anticristo, va a conducir contra Roma. O puede que representen sencillamente todos los poderes del mundo que acabarán por volverse contra Roma y destruirla.
-En el versículo 14 leemos que estos poderes mundanales hacen guerra contra el Cordero, pero el Cordero los destruye; y los llamados, escogidos y leales participan de la victoria del Cordero. Una de las grandes concepciones del pensamiento judío era que los santos y los mártires participarían del triunfo final de Dios. No cabe duda que esta creencia estaba en las mentes de Santiago y de Juan cuando se dirigieron a Jesús para pedirle puestos a su derecha y a su izquierda cuando viniera su Reino (Mateo 20:21; Marcos 10:37). La idea es que los santos y los mártires ayudarán a Cristo a triunfar y participarán de su gloria.
Es una afirmación de que también para nosotros después de la Cruz viene la corona.
-El versículo 16 presenta la escena de los diez cuernos levantándose violentamente contra la ramera que había sido su querida. Devorarán sus carnes. En el Antiguo Testamento eso es lo que se dice que hará un enemigo salvaje y poderoso (Salmo 27:2; Miqueas 3:3)…Y la quemarán en la hoguera…
Se ha de notar que los amantes anteriores de la ramera se volvieron contra ella. El mal conlleva en sí mismo un poder divisivo y por ende destructor.
-En los versículos 12 y 13 leemos que los diez reyes hacen causa común con la bestia; y en el 17, que Dios pone esto en sus corazones para que se lleven a cabo sus propósitos y se cumplan sus palabras. Aquí tenemos una cosa extraña. Estos poderes malignos creían que estaban cumpliendo sus propios propósitos, pero de hecho estaban cumpliendo los propósitos de Dios.
La verdad detrás de esto es que Dios no pierde nunca el control de los asuntos humanos. En último análisis Dios hace que todas las cosas contribuyan al bien.
Versículo para aprender:
“Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos y de los mártires de Jesús…”
Apoc. 17: 6a
Lección nº 34:
LOS LAMENTOS POR LA CIUDAD CAÍDA
Apocalipsis 18: 1-24
1-La endecha por Roma
Apocalipsis 18:1-3
En este capítulo tenemos una forma de literatura profética, corriente en los libros proféticos del Antiguo Testamento que se llama una «Endecha»…(Isaías 13:19-22; 34: 11-15; Sofonías 2:13-15)
En nuestro pasaje, el ángel portador del mensaje de condenación viene revestido de la misma luz de Dios. Tan seguro está Juan de la ruina de Roma que habla de ella como si ya hubiera sucedido.
Notemos otro punto. Sin duda la parte más dramática de la descripción son los demonios acechando en sus ruinas. Los dioses paganos desterrados de su reino vagan desolados por las ruinas de sus templos donde antes gozaban de un poder supremo. La endecha es por Roma, la gran ciudad caída…
2-La orden es ¡Salid!
Apocalipsis 18:4-5
Se les dice a los cristianos que salgan de Roma antes que llegue el día de su destrucción, no sea que al estar involucrados en sus pecados lleguen a participar de su condenación. Dios siempre está exhortando a su pueblo a que corte su relación con el pecado y se mantenga firme con Él y por Él (Génesis 12:1; 19:12-14; Números 16:23-26; Isaías 48:20; Jeremías 50:8; 51:6; 51:45; 2 Corintios 6:14s; 1 Timoteo 5:22).
Dijimos ya la palabra más corriente para cristiano en el Nuevo Testamento es háguios: diferente.
3-La condenación del orgullo
Apocalipsis 18:6-8
La orden de vengarse de Roma no va dirigida a hombres, sino a un ángel, el instrumento divino de la justicia. La venganza pertenece a Dios, y solo a Él.
-Hay una ley en la vida según la cual uno siembra lo que luego segará (Mateo 7:2); en el Antiguo Testamento la cosecha es doble (Éxodo 22:4,7,9). No se puede escapar del hecho de que el castigo sigue al pecado, y más cuando ese pecado ha supuesto tratar cruelmente a los semejantes.
-Encontramos aquí la seria advertencia de que todo orgullo será humillado algún día (Isaías 47:7-9).
Hay un pecado que se llama en griego hybris, que es la arrogancia que viene de creer que no se tiene necesidad de Dios. El castigo de ese pecado es la humillación final.
4-El lamento de los reyes
Apocalipsis 18:9-10
Vemos aquí el lamento de los reyes por la caída de Roma; ellos lamentaban todos los privilegios perdidos.
Muchos libros de la historia de Roma muestran que nada de lo que dijo Juan era una exageración. En el mundo antiguo se competía desesperadamente en la ostentación. Se decía de Calígula que se empeñaba por encima de todo en realizar lo que se considerara imposible, y que Nerón era aun peor…
El dinero que se tenía y el dinero que se gastaba eran cifras colosales…Nerón pescaba con una red de oro con cuerdas de púrpura y escarlata trenzadas y se dice que nunca hizo un viaje con una comitiva de menos de mil carrozas, con las mulas herradas con plata… Se dice que Cleopatra había disuelto y bebido una perla que valía el salario diario de más de 16,000,000 de trabajadores.
Era también una época de una glotonería insólita y los platos más sofisticados y caros se servían en las mesas de los nobles…
Cuando Juan estaba escribiendo, había invadido Roma una especie de locura extravagante y pródiga a más no poder a la que sería difícil encontrar ningún paralelo en la Historia.
5-El lamento de los comerciantes
Apocalipsis 18:11-17a
El lamento de los comerciantes es puramente egoísta. Toda su tristeza se la produce el que haya desaparecido el mercado del que sacaban tantos beneficios. Es significativo que tanto los reyes como los comerciantes se paran lejos para observar, no sea que les alcance algo de la desgracia que le ha sobrevenido a Roma.
En el tiempo cuando Juan estaba escribiendo esto había en Roma una pasión por los utensilios de plata, que llegaba especialmente de Cartagena, en España, donde había cuarenta mil hombres en las minas de plata; la plata era el símbolo de la riqueza, como lo es el oro en nuestros días. Algunas mujeres no se bañaban nada más que en baños de plata…
Era una época en la que gustaban apasionadamente las piedras preciosas y las perlas… Como ya hemos visto, se bebían las perlas disueltas en vinagre.
El lino fino procedía de Egipto. Era la tela de las vestiduras de los reyes y de los sacerdotes. Era muy caro; una túnica de sacerdote podía costar el equivalente de 10.000 días de un trabajador.
Y así sucedía con la seda, el marfil, la púrpura, la madera fina, las especias traídas desde tierras lejanas, el bronce, el hierro, el vino, los perfumes…
Las carrozas que se mencionan aquí -la palabra es redéno, no eran las militares ni las de las carreras. Eran carrozas privadas de cuatro ruedas, y los aristócratas ricos de Roma a menudo las chapaban de plata.
La lista se cierra con la mención de esclavos y almas de hombres. La palabra para esclavo es soma, que quiere decir literalmente cuerpo. El mercado de esclavos se llamaba el sómatémporos, el lugar donde se venden cuerpos. La idea era que se vendían los esclavos en cuerpo y alma a sus amos… Había 60,000,000 de esclavos en el Imperio Romano; había un esclavo para cada servicio en particular. Algunos esclavos servían sólo para la diversión de sus amos…
Este era el mundo por el que los comerciantes hacían duelo. Lo que lamentaban eran los mercados y las ganancias que habían perdido.
6-El lamento de los navieros
Apocalipsis 18:17b-19
Roma, por supuesto, no estaba en la costa; pero su puerto era Ostia y, como ya hemos visto, las mercancías de todo el mundo fluían hasta el puerto de Roma. No es extraño que los navieros y los marineros se lamenten, porque habrá desaparecido todo el comercio que les reportaba tanta riqueza.
Hay aquí algo casi patético en estos lamentos. En cada caso el lamento no es por Roma, sino por ellos mismos… A nadie le importaba Roma por ella misma.
7-El gozo de los Santos
Apocalipsis 18:20
En medio de todas las lamentaciones llega una voz de júbilo, la voz de los que se alegran de ver la venganza de Dios sobre sus enemigos y sus perseguidores. Esta es una nota que encontramos más de una vez en las Escrituras (Deuteronomio 32:43; Jeremías 51:48).
Hemos de recordar que comoquiera que sintamos acerca de esta voz de venganza, no es menos que la voz de la fe. Tengamos en cuenta que los que han de ser destruidos no son tanto enemigos personales sino enemigos de Dios.
Debemos observar que Juan está hablando del fin en donde ya no habrá posibilidades de reconciliación con Dios… Los castigados son aquellos que rechazaron aquel inmenso amor de Dios y el regocijo no es otro que la celebración del triunfo divino definitivo sobre la maldad.
8-La desolación final
Apocalipsis 18:21-24
Se pinta en este cuadro la desolación final de Roma. Empieza con una acción simbólica. Un fuerte ángel levanta una gran piedra de molino y la arroja al mar, que se cierra sobre ella como si no hubiera existido nunca. Así será borrada Roma. Juan tomaba esta descripción de la destrucción de la antigua Babilonia (Jeremías 51:63s)… Ya no habrá nunca más luz en las calles ni en las casas; ya nunca más se escuchará el sonido alegre de una fiesta de bodas, porque el amor morirá para siempre (Jeremías 25:10; 7:34; 16:9).
Roma se va a convertir en una terrible desolación silenciosa. Y este castigo le vendrá porque rindió culto a la riqueza y al lujo, y vivió desenfrenadamente; porque descarrió a las personas con sus hechicerías; porque coqueteó con los poderes del mal para hacer un mundo malo; porque era culpable de la sangre de los mártires y porque de ella se extendió la persecución por todo el mundo.
Versículo para aprender:
“Y en ella se halló la sangre de los profetas y de los santos…”
Apoc. 18: 24a
Lección nº 35
ALABANZAS CELESTIALES
Apocalipsis 19: 1-10a
1-El culto de los Ángeles
Apocalipsis 19: l-2
El regocijo celestial empieza con el grito de una amplia multitud en el Cielo. Aquí se trata muy probablemente de la multitud de los ángeles, primeros en el Tedéum de alabanza.
Este grito de gozo empieza con aleluya, que es una palabra muy corriente en el vocabulario religioso, pero que la única vez que aparece en el Nuevo Testamento es en las cuatro ocasiones de este capítulo. Aleluya quiere decir literalmente Alabad al Señor (halal, que quiere decir alabar, y Yah, forma abreviada del nombre de Dios).
Dios es alabado porque a Él pertenecen la salvación, la gloria y el poder. Cada uno de estos tres atributos de Dios debe despertar la alabanza en el corazón humano. La salvación de Dios debe despertar la gratitud; la gloria de Dios debe despertar la reverencia; el poder de Dios es siempre ejercido en amor, y debe por tanto despertar la confianza en nosotros. La gratitud, la reverencia y la confianza son los tres elementos constitutivos de la verdadera alabanza.
Dios es alabado porque ha ejercido su justo y verdadero juicio en la gran ramera. El juicio es la consecuencia inevitable del pecado.
Dios es el único perfecto en sus juicios por tres razones.
-Primera, porque solo Él puede ver los pensamientos y deseos íntimos de una persona.
-Segunda, porque Él es el único que tiene esa pureza que puede juzgar sin prejuicios.
-Tercero: El es el único que tiene la sabiduría para encontrar el juicio correcto y que tiene la autoridad y el poder para aplicarlo.
Hay una razón para regocijarse. El juicio de Roma es la garantía de que Dios nunca abandona a los suyos de manera indefinida.
2-La alabanza de la naturaleza y la Iglesia
Apocalipsis 19:3-5
El ejército angélico canta un segundo Aleluya. Alaba a Dios porque el humo de Babilonia se eleva para siempre jamás; es decir, nunca volverá ella a surgir de sus ruinas. La imagen procede de Isaías (Isaías 34:9s).
A ésa sigue la alabanza de los veinticuatro ancianos y de los cuatro seres vivientes. Ya vimos que los veinticuatro ancianos representan a la totalidad de la Iglesia. Los cuatro seres vivientes, respectivamente como el león, el buey, el hombre y el águila, representan lo más valeroso, fuerte, sabio y rápido de la naturaleza.
De ahí que el himno de alabanza que entonan los veinticuatro ancianos y de los cuatro seres vivientes sea un Tedéum de todo el pueblo de Dios de todos los tiempos y de toda la naturaleza en toda su fuerza y belleza.
La voz que procede del Trono se ha de entender probablemente que es la de uno de los querubines; sus palabras son una cita del Salmo 135:1,20.
Se convoca a dos grupos de personas a alabar a Dios. Primero, están sus siervos. En el Apocalipsis se llaman siervos de Dios especialmente a dos clases de personas: los profetas (10:7; 11:18; 22:6), y los mártires (7:3; 19:2). Segundo, están los pequeños y los grandes, que incluye a los cristianos (“los que le teméis”) de todas las capacidades intelectuales y categorías sociales, y de todas las etapas de la historia de su Iglesia. Es una cita universal a alabar a Dios por sus poderosas obras.
3-El culto de los Redimidos
Apocalipsis 19:6-8
El grito final son las alabanzas de la multitud de los redimidos…
Una vez más, Juan encuentra su inspiración en las palabras de la Escritura al decir regocijémonos y alegrémonos (Salmo 97:1) Hay solo otro pasaje del Nuevo Testamento en el que se encuentran juntos estos dos verbos (jaírein y agallián): en la promesa de
Jesucristo a los perseguidos: “¡Gozaos y alegraos, porque vuestra recompensa es grande en el Cielo!” (Mateo 5:12). Es como si
la multitud de los redimidos lanzara su grito de alabanza porque la promesa de Cristo a sus perseguidos se había cumplido ampliamente en ellos.
A continuación llegan las bodas del Cordero y su Novia. Esa escena representa la unión final entre Jesucristo y su Iglesia. El simbolismo del matrimonio expresa la íntima e indisoluble comunión de Cristo con la comunidad que Él ha comprado con su propia sangre, una comunión que primero alcanza en su plenitud el ejército de los mártires.
La idea de la relación entre Dios y su pueblo en términos de matrimonio se remonta al Antiguo Testamento (Oseas 2:19s; Isaías 4:5; Jeremías 3:14)…El símbolo del matrimonio también fluye por todos los evangelios (Mateo 22:2; 22:10s; Marcos 2:19; Mateo 25:1; Juan 3:29). Pablo también lo hace (2 Corintios 11:2; Efesios 5:21-23).
En cualquier matrimonio verdadero debe haber cuatro cosas que deben también darse en la relación entre Cristo y la Iglesia.
-Está el amor. Un matrimonio sin amor es una contradicción…
-Está la íntima comunión, tan íntima que el marido y la mujer llegan a ser una sola carne, a participar de una común personalidad. La relación del cristiano con Cristo debe ser la más íntima de la vida.
-Está el gozo. No hay nada como el gozo de amar y ser amado. Si el Evangelio no produce gozo, no produce absolutamente nada.
-Está la fidelidad. Ningún matrimonio puede existir sin fidelidad, y el cristiano debe ser tan fiel a Jesucristo como Jesucristo lo es con él.
4-El Todopoderoso y su Reino
Apocalipsis 19:6-8 (conclusión)
Este pasaje llama a Dios El Todopoderoso. La palabra griega es pantokratór, literalmente el que controla todas las cosas…Este es un título de Dios que es característico del Apocalipsis (1:8; 4:8; 11:17; 15:3; 16:7,14; 19:6,15; 21:22)
No ha habido ningún período de la Historia en el que estuvieran coaligadas contra la Iglesia tantas fuerzas como cuando se escribió el Apocalipsis. No ha habido ningún otro tiempo en el que un cristiano fuera llamado a pasar por tales sufrimientos y a aceptar tan constantemente la perspectiva de una muerte cruel. Y sin embargo, en tales circunstancias, Juan llama a Dios pantokratór.
Esto es fe y confianza; y la grandeza de este pasaje está en que esa fe y esa confianza son vindicadas.
La Iglesia, la Esposa de Cristo, está vestida de lino fino, puro y resplandeciente. Hay un contraste con el escarlata y oro de la gran ramera. El lino fino representa las buenas obras de los consagrados a Dios; es decir, es el carácter lo que forma el vestido de la Esposa de Cristo.
5-El Único que merece adoración
Apocalipsis 19:9-10a
Los judíos tenían la idea de que, cuando viniera el Mesías, el pueblo de Dios sería invitado por Dios a un gran Banquete Mesiánico (Isaías 25:6). Jesús habla de muchos que vendrán de Oriente y de Occidente a sentarse con los patriarcas en el Reino del Cielo (Mateo 8:11). Jesús, en la última Cena, dijo que no bebería ya más del fruto de la vid hasta que lo bebiera nuevo en el Reino de su Padre (Mateo 26:29). Jesús estaba hablando del gran Banquete Mesiánico futuro. Esta es una alegoría sencilla que dice que en el Reino de Dios todos sus invitados disfrutarán de su generosidad.
Pero este pasaje nos confronta con algo que llegó a ser de vital importancia en el culto de la Iglesia. Juan se sintió movido a adorar al mensajero angélico; pero el ángel le prohibió hacerlo, porque los ángeles no son más que los consiervos de los seres humanos. La adoración se le debe solo a Dios. Juan estaba prohibiendo el culto a los ángeles; y esa era una prohibición muy necesaria, porque hubo en la Iglesia Primitiva una tendencia casi inevitable a dar culto a los ángeles, común en los judíos…
Cuando los judíos se convertían al Cristianismo, algunas veces llevaban consigo esta reverencia especial hacia los ángeles… Juan insiste en que Dios es el único que debe ser adorado, y que Jesucristo es el único Mediador.
Versículo para aprender:
“Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado”
Apoc. 19: 7
Lección nº 36:
EL CONQUISTADOR VICTORIOSO
Apocalipsis 19: 10b-21
1-Una reflexión sobre la Profecía
Apocalipsis 19:10b
Tomamos esta frase aisladamente porque es tan ambigua como importante.
La ambigüedad surge del hecho de que el testimonio de Jesús se puede entender en dos sentidos.
-Puede querer decir el testimonio que da el cristiano de Jesucristo. El mensaje de un profeta radica en el testimonio personal de su vida, aún más que en el testimonio hablado de sus palabras.
-También puede querer decir el testimonio que da Jesucristo a las personas. En este caso la frase querrá decir que ninguno puede hablar a otros hasta haber escuchado a Jesucristo.
Podemos definir al verdadero profeta (testigo) como el que ha recibido de Cristo el mensaje que trae a las personas, y cuyas palabras y obras son al mismo tiempo un acto de testimonio de Cristo.
2-El Conquistador Victorioso
Apocalipsis 19:11
Aquí tenemos uno de los momentos más dramáticos del Apocalipsis: el surgimiento de Cristo, el Conquistador.
Juan ve a Cristo como el Conquistador. Aquí tenemos una presentación que es típicamente judía. Los sueños judíos estaban llenos del Mesías guerrero, que conduciría al pueblo de Dios a la victoria y arrasaría a sus enemigos.
El caballo blanco es el símbolo del conquistador, porque un general romano cabalgaba en un caballo blanco cuando desfilaba en triunfo por Roma.
Se llama Fiel y Verdadero.
-Él es Fiel. La palabra original es pistós, que quiere decir absolutamente digno de confianza.
-Él es verdadero. La palabra original es aléthinós, que quiere decir verdadero en el sentido de que Jesucristo es la verdad y también genuino, como opuesto a lo que es falso.
Él juzga y hace la guerra con integridad (Isaías 11:4). En aquel tiemplo las guerras eran asuntos de ambición y tiranía y opresión más que de justicia. Pero cuando Cristo el Conquistador venga, ejercerá su poder con justicia.
3-Un Nombre desconocido
Apocalipsis 19:12
Empieza la descripción de Cristo el Conquistador.
Sus ojos son una llama de fuego. Representa el poder irresistible de Cristo el Conquistador.
Tiene en la cabeza muchas coronas: La palabra original que se usa aquí es diádéma, que es la corona real, distinta de stéfanos, que es la corona de la victoria. El estar coronado con más de una corona puede que nos parezca extraño, pero en el tiempo de Juan era completamente natural. No era extraño que un monarca llevara más de una corona para mostrar que era rey de más de un país.
En la cabeza de Cristo el Vencedor hay muchas coronas, que muestran que Él es el Rey de reyes.
“Tiene un nombre que no lo conoce nadie más que Él mismo”. Este es un pasaje que tiene un sentido oscuro. ¿Cuál es ese nombre? Parecería inútil preguntarlo, porque ya se nos dice que solo Él lo conoce…Puede ser que el Nombre se haya de revelar solamente en la unión final entre Cristo y la Iglesia.
Para la época de Juan el nombre perfilaba el ser de una persona… Puede que nunca sepamos el simbolismo del nombre desconocido, porque solamente el Hijo de Dios puede entender el misterio de su propio Ser (Mateo 11:27; Lucas 10:22).
4-La Palabra de Dios en acción
Apocalipsis 19:13
Aquí hay otras dos figuras más del Cristo guerrero.
Está vestido con una ropa empapada de sangre, no la suya propia, sino la de sus enemigos (Isaías 63:1-3, donde el profeta describe a Dios volviendo de destruir a Edom).
Su nombre es La Palabra de Dios. Aquí tenemos la idea puramente judía del concepto “ la Palabra de Dios”. Para un judío una palabra no era simplemente un sonido; tenía un profundo e inmutable significado…Podemos ver esto en la vieja historia de cuando Jacob le birló a Esaú la bendición de Isaac (Génesis 27). La bendición, una vez dada, no se podía revocar.
Por la Palabra de Dios fueron creados los cielos y la tierra y todo lo que hay en ellos (Génesis 1: 3, 6, 9, 14, 26). La Palabra de Dios, como dijo gráficamente el profeta Jeremías, es como un fuego, y como un martillo que quebranta la piedra (Jeremías 23:29). Encontramos la misma idea en Hebreos 4:12: « La Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que ninguna espada de doble filo.»
Cuando Juan llama aquí al Cristo guerrero La Palabra de Dios quiere decir que aquí está en acción todo el poder de la Palabra de Dios; todo lo que Dios ha dicho, y advertido, y prometido, está incorporado en Cristo.
5-La ira vengadora
Apocalipsis 19:14-16
La descripción del Cristo guerrero se va completando.
Tiene consigo los ejércitos celestiales. Los ejércitos celestiales son ejércitos de ángeles.
Por su boca sale una espada aguda de doble filo (cp. 1:16). Esta descripción del Cristo guerrero procede de dos pasajes del
Antiguo Testamento tomados en conjunto (Isaías 11:4 y Salmo 2:9).
Él pisará el lagar del ardor de la ira de Dios. La alegoría describe al Cristo guerrero pisando las uvas para producir el vino de la ira de Dios que han de beber sus enemigos para su perdición…
El Cristo guerrero tiene escrito el nombre Rey de reyes y Señor de señores en su vestidura y en su muslo. Parece claro que el nombre está a la vista de todos; y, por tanto, probablemente estaba escrito en la falda de la túnica del Cristo guerrero, cayéndole sobre el muslo cuando iba montado en el caballo blanco.
El nombre le identifica como el más grande de todos los señores y como el único Ser divino y Rey universal.
6-Los enemigos de Cristo condenados
Apocalipsis 19:17-21
Aquí tenemos una escena macabra de aves de presa que son invitadas a venir de todos los cielos a hartarse de carne de cadáveres. De nuevo notamos que esta es una escena tomada directamente del Antiguo Testamento, de la descripción que hace Ezequiel de la derrota y matanza de las fuerzas de Gog y Magog (Ezequiel 39:17-19).
Esta escena sanguinaria está más de acuerdo con las expectaciones apocalípticas del Antiguo Testamento que con el Evangelio de Jesucristo. Pero debemos entender que Juan está dejando ver la majestad y autoridad del Cristo Resucitado… El Evangelio nos muestra al Hijo de Dios hecho hombre para darnos la salvación; es una visión de humilde entrega… Juan nos describe al Hijo de Dios como Juez rodeado de toda la gloria.
Aquí tenemos una repetición de los simbolismos del capítulo 13. La bestia es Nero redivivus; el falso profeta es la organización provincial que administraba el culto al césar; los que tienen la señal de la bestia son los que se han sometido ante el altar del césar; los reyes de la tierra y sus ejércitos son los ejércitos partos que había de dirigir Nerón contra Roma y contra todo el mundo…
Así es que todas las fuerzas hostiles a Dios se reúnen; pero el Cristo guerrero ha de vencer. El Anticristo y sus aliados son arrojados al lago de fuego; y todos sus partidarios son muertos, para esperar en el Seol el Juicio Final.
El drama cósmico se acerca a su fin. Nada se ha dicho todavía de la suerte de Satanás, que es algo que vamos a ver ahora.
Versículo para aprender:
“Estaba vestido de una ropa teñida en sangre, y su nombre era: EL VERBO DE DIOS”
Apoc. 19: 13
Lección nº 37:
EL REINO MILENARIO DE CRISTO
Y DE SUS SANTOS
Apocalipsis 20: 1-6
1-Introducción al Tema
La gran importancia de este capítulo consiste en que es lo que podría llamarse el documento fundacional del Milenarismo…
Milenio quiere decir período de mil años. Para decirlo brevemente, la forma más corriente de milenarismo nos enseña que Cristo reinará en la tierra con sus santos durante mil años antes del fin del mundo, después de lo cual se producirá la batalla final, la resurrección general, el juicio final y la consumación final.
Notemos dos hechos generales.
-Primero, que esta es una creencia que era muy corriente en la Iglesia primitiva, y que todavía tiene seguidores.
-Segundo, que este es el único pasaje del Nuevo Testamento en el que se enseña claramente.
Primero se nos dice que el Diablo estará encadenado en el abismo durante mil años. Entonces, resucitarán los que dieron su vida por Cristo y confesaron su nombre ante los hombres, aunque el resto de la humanidad, incluyendo a los cristianos que no sufrieron el martirio, no resucitará todavía. Entonces habrá un período de mil años cuando Cristo y sus santos reinarán en la tierra. Después del Milenio, por un tiempo breve, el Diablo estará libre. Seguirá una lucha final y la resurrección general de todos los muertos. El Diablo será vencido definitivamente y arrojado al lago de fuego; sus aliados serán incinerados por un fuego que descenderá del Cielo; aquellos cuyos nombres estén en el Libro de la Vida entrarán en la bienaventuranza, pero los que no figuren en él serán también arrojados al lago de fuego.
El origen de esta doctrina no es específicamente cristiano, sino que se encuentra en ciertas creencias judías sobre la era mesiánica que eran corrientes después del año 100 a.C.
La base era que el Mesías vendría a establecer sobre la tierra la nueva era en la que la nación judía sería suprema. Había de ser un dominio eterno (Daniel 7:14,27).
Desde el año 100 a.C. en adelante se produjo un cambio. Se fue afirmando el sentimiento de que este mundo era tan irremisiblemente malo que el Reino de Dios no podía llegar nunca; y así fue como surgió la concepción de que el Mesías tendría un reinado limitado, y después vendría la consumación final.
Corrientemente se mantenía que la edad del mundo correspondería al tiempo que se invirtió en su creación, y que el tiempo de su creación habían sido 6.000 años. «Mil años delante de tus ojos son como el día de ayer» (Salmo 90:4)… Cada día de la creación se dijo que eran 1,000 años. Por tanto, se mantenía que el Mesías vendría el año 6.000; y el séptimo millar, el equivalente al descanso sabático en la historia de la creación, sería el reinado del Mesías.
Así es que aquí tenemos el trasfondo del Milenio. Ya los judíos habían llegado a pensar que el reinado del Mesías sería limitado, que sería el tiempo del triunfo de la justicia, y de las mejores bendiciones materiales y espirituales.
Sobre la base de este pasaje del Apocalipsis, el milenarismo llegó a ser una doctrina muy extendida en la Iglesia primitiva, aunque no totalmente universal.
El milenarismo no ha desaparecido ni mucho menos de la Iglesia; pero no ha sido nunca una creencia universalmente aceptada. Este es el único pasaje del Nuevo Testamento que lo enseña inequívocamente. Todo su trasfondo es judío y no cristiano, y la interpretación literal siempre ha tendido a meterse en peligros y en excesos.
Es una doctrina que hace mucho que han dejado atrás las corrientes principales del pensamiento cristiano…
2-Satanás encadenado
Apocalipsis 20:1-3
El abismo era una vasta caverna subterránea que había debajo de la tierra, algunas veces considerada como el lugar al que iban los muertos, y otras como el lugar donde ciertos pecadores estaban aguardando el castigo. Se llegaba allí por una grieta que penetraba en la tierra, que fue la que el ángel cerró para encerrar al Diablo en el abismo.
Era el abismo lo que los demonios temían más que nada. En la historia el endemoniado gadareno, los demonios pedían a Jesús que no los mandara al abismo (Lucas 8:31).
El Diablo tiene que estar preso en el abismo por un período de mil años. Aun la manera en que se usa en la Escritura la palabra mil nos advierte del peligro de interpretarla literalmente. El Salmo 50:10 dice que el ganado que hay en mil colinas pertenece a Dios; y en Job 9:3 se dice que un hombre no puede contestar a Dios ni en una entre mil veces.
Mil se usa sencillamente para describir un número considerablemente grande.
Cuando acabe ese período, el Diablo quedará libre por un poco de tiempo. El dejar en libertad al Diablo suponía un tiempo de prueba para los cristianos, y hay veces en que un tiempo de prueba es esencial si se ha de mantener la realidad de la fe.
3-El privilegio de los Mártires
Apocalipsis 20:4-5
En la primera resurrección sólo los que han muerto y sufrido por su fe van a resucitar. La resurrección general no ha de tener lugar hasta después del reinado milenario de Cristo en la tierra. Hay un privilegio especial para los que han dado muestras de una lealtad especial a Jesucristo.
Los que han de disfrutar de este privilegio son los que han dado su vida como mártires por su lealtad a Cristo. La palabra que se usa para definir la manera en que fueron muertos quiere decir decapitados con un hacha, y denota la muerte más cruel, y los que no han dado culto a la bestia ni han recibido su señal en la mano o en la frente.
Se identifica a los tales como los que, aunque no murieron de hecho como mártires, soportaron de buena voluntad el rechazo, la cárcel, la pérdida de sus bienes, la destrucción de sus hogares y relaciones personales por causa de Cristo.
Tanto el que muere por Cristo como el que vive por Cristo recibirán su recompensa.
Los que hayan sido leales a Jesucristo recibirán el privilegio del juicio. Esta es una idea que encontramos más de una vez en el Nuevo Testamento (Mateo 19:28; 1 Corintios 6:2).
La idea simbolizada es que el mundo por venir remediará los desequilibrios de éste…
4-El privilegio de los Testigos
Apocalipsis 20:6
El versículo 6 describe los privilegios de los cristianos que han sido fieles a Cristo cuando su lealtad les costó muy cara.
-Para ellos la muerte ha sido vencida definitivamente. La segunda muerte no tiene ningún poder sobre ellos. Para ellos la muerte física no es algo que hay que temer, porque es la puerta de entrada a la vida eterna.
-Van a ser sacerdotes de Dios y de Cristo. Una palabra para sacerdote en latín era pontifex, de la que deriva la española pontífice, que quiere decir el que hace un puente, o mejor aún, el que hace de puente. Los que han sido leales a Jesucristo tienen el derecho de entrada libre a la presencia de Dios; y tienen el privilegio de introducir a otros a Jesucristo.
-Van a reinar con Cristo. En Cristo, hasta la persona más humilde adquiere la dignidad de la realeza.
Versículo para aprender:
“Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años”
Apoc. 20: 2
Lección nº 38:
LA LUCHA FINAL
Apocalipsis 20: 7-15
1-La lucha final
Apocalipsis 20:7-10
Al cumplirse los mil años se suelta al Diablo, pero no ha aprendido la lección; reanuda su actividad donde la tuvo que interrumpir. Reunirá a las naciones para un último ataque contra Dios.
Un ataque final contra Jerusalén por las naciones hostiles es uno de los detalles fijos en las descripciones de los últimos tiempos en el pensamiento judío. (Daniel 11 y Zacarías 14:1-11) Aquí llegamos a una figura que se grabó profundamente en el pensamiento judío: la figura de Gog y Magog (Ezequiel 38 y 39).
Conforme fue pasando el tiempo, en el pensamiento judío Gog y Magog llegaron a representar todo lo que se opone a Dios.
Los rabinos enseñaban que Gog y Magog se asociarían con sus ejércitos contra Jerusalén, y acabarían cayendo por mano del
Mesías.
Los ejércitos hostiles bajo la dirección del Diablo se dirigen contra el campamento del pueblo de Dios y contra la ciudad amada, es decir, Jerusalén; los ejércitos son consumidos por el fuego del Cielo, el Diablo es arrojado al lago de fuego y azufre para participar de la suerte de la bestia y el falso profeta, y el triunfo de Dios es completo y definitivo.
2-El Juicio final
Apocalipsis 20:11-15
Ahora llega el Juicio Final. Dios, el Juez, está sentado en su gran trono blanco, que simboliza su pureza inaccesible.
Puede ser que algunos encuentren un problema aquí. La presentación frecuente en el Nuevo Testamento es que Jesús es el Juez (Juan 5:22; Mateo 25:31-46; 2 Timoteo 4:1)… Aquí el Juez es Dios.
Hay dos respuestas a esta dificultad aparente.
-Primera, que la unidad del Padre y el Hijo es tal que no hay dificultad en adscribir la acción a Uno o a Otro.
-Segunda, puede que la verdadera razón de que Dios sea el Juez en el Apocalipsis de Juan es que todo el trasfondo del libro es judío; y para un judío, aunque se hubiera convertido al Cristianismo, Dios ocupaba un lugar exclusivo y supremo; y le resultaría natural que Dios fuera el Juez.
Según Juan, el Juicio empieza con la desaparición del mundo actual; la tierra y el cielo huyen de su presencia. Juan está pensando en términos que eran muy corrientes en la Biblia (Salmo 102:25-27; Isaías 51:6; Marcos 13:31; 2 Pedro 3:10)… La nueva humanidad en Cristo tendrá un nuevo mundo en Cristo.
Ahora sigue el juicio de la humanidad.
Es el juicio de los grandes y de los pequeños. No hay nadie tan grande como para escapar al juicio de Dios, ni tan poco importante como para no merecer perdón.
Se mencionan dos clases de libros.
-El primero contiene el informe de las obras humanas (Daniel 7:10). La idea es sencillamente que Dios guarda un archivo de todas las obras humanas. El simbolismo es que a lo largo de toda nuestra vida vamos escribiendo nuestro destino; no es tanto que Dios juzga a la persona como que cada uno escribe su propia sentencia.
-El segundo libro es El Libro de la Vida. Este también aparece con frecuencia en la Escritura (Éxodo 32:32; Salmo 69:28; Isaías 4:3; Filipenses 4:3; Apocalipsis 13:8 y ots.) Aquellos cuyos nombres están en el Libro de la Vida son los ciudadanos vivos y activos del Reino de Dios.
En el tiempo del juicio se dice que el mar devolverá sus muertos. En el mundo antiguo el entierro era de suma importancia; si un muerto no era enterrado, su espíritu vagaba, sin hogar ni en la tierra ni en el cielo. Y, por supuesto, los que morían en la mar no se podían enterrar. Juan quiere decir que hasta esos aparecerán ante el tribunal de Dios. No importa cómo haya muerto una persona; no escapará a su castigo, ni perderá su recompensa.
Por último, la Muerte y el Hades son arrojados al lago de fuego. En el juicio, los que no estén en el Libro de la Vida son condenados al lago de fuego con su amo el Diablo; pero para los que estén en el Libro de la Vida la muerte habrá sido vencida para siempre.
Versículo para aprender:
“Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”
Apoc. 20: 15
Lección nº 39:
CIELO NUEVO Y TIERRA NUEVA
Apocalipsis 21: 1-8
1-Una nueva Creación
Apocalipsis 21:1
Juan ha visto la suerte de los malvados, y ahora ve la de los bienaventurados.
El sueño de unos cielos nuevos y una tierra nueva estaba profundamente arraigado en el pensamiento judío (Isaías 65:17; 66:22).
El cuadro está siempre presente, y sus elementos son siempre los mismos: El dolor se olvida, el pecado es vencido, las tinieblas llegan a su fin, la temporalidad del tiempo sé convierte en la perdurabilidad de la eternidad.
En esta visión de la bienaventuranza, futura nos encontramos con una de las frases más famosas del Apocalipsis: « Y el mar dejará de existir.» Esta frase tiene un doble trasfondo.
-El mar era siempre un enemigo. Los egipcios lo veían como el poder que se tragaba las aguas del Nilo y dejaba los campos desiertos. La identificación del mar con la muerte es corriente en muchas culturas…
-Tiene mucho más que un trasfondo humano. Los pueblos antiguos odiaban el mar. No tenían brújulas; y, por tanto, en la medida de lo posible, se guiaban por las costas.
En los sueños judíos el fin del mar es el fin de una fuerza hostil a Dios y al hombre.
2-La nueva Jerusalén
Apocalipsis 21:2
Aquí tenemos otra vez un sueño de los judíos que nunca murió: el sueño de la restauración de la Santa Ciudad de Jerusalén.
El trasfondo de la concepción de la nueva Jerusalén es totalmente judío (Isaías 54:1ls; 60:10-20; Hageo 2:9; Ezequiel 40 y 48).
Se ve claramente que la nueva Jerusalén era un sueño constante; y que Juan recogió detalles amorosamente de diferentes visiones: las piedras preciosas, las calles de edificios de oro, las puertas siempre abiertas, la luz del mismo Dios que hacía innecesaria la del sol y la luna, la venida de las naciones trayendo sus dones a Jerusalén.
Aquí está la fe.
Aunque Jerusalén había sido borrada del mapa, los judíos no perdieron nunca la confianza en que Dios la reedificaría. Es verdad que expresaban sus esperanzas en términos de riqueza material; pero para Juan esta era meramente un símbolo de la seguridad de que hay una bienaventuranza eterna para el pueblo fiel del Señor.
3-La comunión con Dios
Apocalipsis 21:3-4
Aquí tenemos la promesa de la comunión con Dios, con todas sus preciosas consecuencias.
Dios va a poner su residencia entre los hombres. La palabra que se usa para residencia es skéné, literalmente su tienda; pero en el uso religioso no quería decir una morada provisional: Skéné es la palabra que se usa para Tabernáculo. Así es que esto quiere decir que Dios va a fijar su residencia con la humanidad para siempre, va a conceder su presencia para siempre…En el Cielo seremos conscientes de su presencia permanentemente.
En los tiempos del Antiguo Testamento la shejiná, la gloria de Dios, que se pronuncia parecido a skéné, tomaba la forma de una nube resplandeciente que aparecía y desaparecía. Leemos, por ejemplo, que esa nube llenó el Templo de Salomón cuando lo dedicaron (1 Reyes 8: 10s). En la nueva era la gloria de Dios no va a ser transitoria, sino morará permanentemente con el pueblo de Dios.
La promesa de Dios de hacer a Israel su pueblo y de ser el Dios de Israel resuena a lo largo de todo el Antiguo Testamento (Levítico 26:11s; Jeremías 31:33; Ezequiel 37:27).
Esta comunión con Dios conlleva ciertas cosas en la edad dorada. Las lágrimas, la angustia, el clamor y el dolor habrán desaparecido. Ese también había sido el sueño de los profetas en los días antiguos (Isaías 35:10; 65:19)… La muerte también habrá desaparecido como soñaban también los antiguos profetas (Isaías 25:8).
Esta es una promesa para el futuro; pero aun en el mundo presente son bienaventurados los que lloran, porque recibirán consuelo, y la muerte queda absorbida en la victoria para los que conocen a Cristo y la participación de sus padecimientos y el poder de su Resurrección (Mateo 5:4; Filipenses 3:10).
4-Todas las cosas nuevas
Apocalipsis 21:5-6
Dios habla aquí por primera vez; Él es el Dios que puede hacer nuevas todas las cosas (Isaías 43:18s; 2 Corintios 5:17).
No es Dios, sino el Ángel el que da la orden de escribir. « Yo soy el Alfa y la Omega -le dice Dios a Juan-, el principio y el fin.» (Isaías 44:6).
Alfa es la primera letra del alfabeto griego, y Omega la última. Juan amplía aún más esta afirmación. Dios es el principio y el fin. La palabra para principio es arjé, que no quiere decir simplemente el primero en el tiempo, sino el primero en cuanto origen de todas las cosas. La palabra para fin es telos, que no quiere decir simplemente fin en cuanto a tiempo, sino la meta. Juan está diciendo que toda la vida empieza y termina en Dios (Romanos 11:36; Efesios 4:6).
Sería imposible decir nada más magnífico acerca de Dios. A primera vista podría parecer que se pone a Dios a tal distancia que no somos para Él más que como las moscas en el cristal de la ventana. Pero, ¿qué viene después? « A los sedientos les daré de la fuente del agua de la vida sin que tengan que pagar nada.» Toda la inmensidad de Dios está a disposición de la criatura humana (Juan 3:16).
Dios usa su grandeza para satisfacer la sed del corazón anhelante.
5-La Gloria y la deshonra
Apocalipsis 21:7-8
La bienaventuranza no es para todo el mundo, sino solo para los que se mantienen fieles cuando todo se confabula para que abandonen su lealtad. A esa persona le hace Dios la mayor de todas las promesas: “Yo seré su Dios y él será Mi hijo” (Génesis 17:7; 2 Samuel 7:14; Salmo 89:27).
Aquí tenemos algo tremendo: la promesa de Dios a los que salgan victoriosos es la misma que hizo a Abraham el fundador del pueblo elegido, a David con referencia a su hijo Salomón, y al mismo Mesías. No hay mayor honor en todo el universo que el que Dios otorga a la persona que le es fiel.
Pero también se hace mención de los condenados. Los cobardes son los que amaban la tranquilidad y la comodidad más que a Cristo, y que en el día de la prueba se avergonzaron de mostrar de su fe. No es el miedo lo que se condena, sino la cobardía…La valentía más elevada se muestra cuando se está desesperadamente atemorizado, y sin embargo se hace lo que se debe y se mantiene la fidelidad. Se condena la cobardía de negar a Cristo para mantenerse a salvo. Los incrédulos o infieles son los que se niegan a aceptar el Evangelio, o los que lo aceptan de labios para fuera, pero muestran en sus vidas que no lo han creído. Los contaminados son los que se han dejado saturar por las abominaciones del mundo. Los asesinos puede que se refiera a los que mataban a los cristianos en las persecuciones. Los inmorales se refiere especialmente a la inmoralidad sexual, lacra del Imperio Romano y creciente asechanza en nuestro tiempo. Los idólatras son los que dan culto a dioses falsos de los que está lleno el mundo. Los mentirosos son los culpables de falsedad, y del silencio que es a veces una mentira.
Versículo para aprender:
“El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo”
Apoc. 21: 7
Lección nº 40:
LA CIUDAD DE DIOS
Apocalipsis 21:9-27
1-El portador de la Visión
Apocalipsis 21:9-10
Es uno de los ángeles que tenían las siete copas con las últimas siete plagas; y la última vez que nos encontramos con un ángel así era el portador de la visión de la destrucción de Babilonia, la gran ramera.
El ángel, dice Juan, le llevó en el Espíritu a una montaña alta (Ezequiel 40:2)… Representa la elevación de espíritu en la que una persona ve las visiones y oye las palabras que le son enviadas por Dios.
2-La luz, las murallas y las puertas de la Ciudad
Apocalipsis 21:11-16
Más adelante se dice claramente que la ciudad no necesita de cuerpo celeste como el Sol o la Luna que le dé luz, porque Dios mismo es su luz.
Entonces, ¿cuál es el simbolismo? Se sugiere que se trata de una referencia a Filipenses 2:15. Allí Pablo dice de los cristianos de Filipos: «Vosotros relucís como luces en el mundo.» ¡La Santa Ciudad está habitada por miles y miles de santos de Dios, y bien puede ser que sea el fulgor de estas vidas santificadas lo que le dé ese resplandor maravilloso!
La ciudad está rodeada con una muralla grande y alta. De nuevo Juan está pensando en términos de las descripciones proféticas de la Jerusalén recreada (Isaías 26:1; Zacarías 2:5). La interpretación más sencilla de la muralla es que es el inaccesible baluarte de la fe. La fe es la muralla tras la cual los santos de Dios están seguros frente a los asaltos del mundo, la carne y el diablo.
La muralla tiene doce puertas con los nombres de las doce tribus de los hijos de Israel. La palabra para puerta es interesante… No es la palabra normal y corriente, pylé, sino pylón, que puede querer decir la puerta torreada de una gran ciudad, como la que da acceso a un castillo fortificado.
-Hay doce puertas. Seguramente esto representa la universalidad de la Iglesia.
-Las puertas tienen los nombres de las doce tribus. Seguramente esto representa la continuidad de la Iglesia. El Dios que se reveló a los patriarcas es el mismo Dios que también, de una manera mucho más completa, se reveló en Jesucristo; el Dios del Antiguo Testamento es el Dios del Nuevo Testamento.
(Puede verse Ezequiel 48:30-35).
3-La medición de la Ciudad
Apocalipsis 21:15-17
Esta escena tiene un antecedente en Ezequiel 40:3.
-Debemos fijarnos en la forma de la ciudad. La Santa Ciudad no era simplemente cuadrada: era perfectamente cúbica: su longitud, su anchura y su altura eran iguales. Esto es significativo. El cubo es el símbolo de la perfección (Éxodo 27:1; 30:2; 28:16)… Pero, más importante aún: en el templo de Salomón, el Lugar Santísimo era un cubo perfecto (1 Reyes 6:20): No deja lugar a dudas el simbolismo que se propone Juan. Trata de hacernos comprender que la totalidad de la Santa Ciudad es el Lugar Santísimo, la morada de Dios.
-Debemos fijarnos en las dimensiones de la ciudad. Cada lado de la ciudad tiene doce mil estadios. Un estadio equivale a 180 metros; por tanto, cada lado tenía 2,160 kilómetros, el área de la ciudad era de 4,665,600 kilómetros cuadrados, y el volumen total de la ciudad era de 279,936,000 kilómetros cúbicos. Una ciudad como la Santa Ciudad llegaría casi desde Londres a Nueva York, y tendría aproximadamente la extensión del océano Atlántico Norte. No cabe duda que se nos quiere hacer ver que en la Santa Ciudad cabemos todos.
Es bastante sorprendente que las cosas son diferentes cuando se trata de la muralla. Tiene una altura de 144 codos, es decir, 64' 80 metros, una altura muy considerable, pero no astronómica. La muralla de Babilonia tenía una altura de 90 metros, y los muros del Pórtico de Salomón del templo de Herodes, de 54 metros. No hay comparación entre la altura de la muralla y el tamaño de la ciudad… Lo único que se pretende de la muralla es que delimite el área de la ciudad; y el hecho de que sea relativamente baja muestra que la delimitación tiene una importancia relativa. Dios está mucho más interesado en incluir a más personas que en excluirlas. Y así debe ser su Iglesia.
4-Las Piedras preciosas
Apocalipsis 21:18-21
La ciudad misma era de oro puro, tan puro que parecía vidrio transparente… Es obviamente una ciudad real. Juan pasa a hablar de los doce cimientos de la ciudad. Entre las doce puertas había doce espacios, y la idea es que entre estos espacios había una gran piedra fundacional. Es posible que Juan esté pensando en las grandes piedras de los cimientos del templo de Jerusalén.
En el versículo 14, Juan ha dicho que las piedras llevan inscritos los nombres de los doce apóstoles del Cordero. Fueron los primeros seguidores de Jesús y sus embajadores, y fueron literalmente los cimientos de la Iglesia.
En la Ciudad de Dios, estas piedras fundacionales eran piedras preciosas. Algunos nombres no corresponden a los nombres modernos… ¿Tienen estas piedras algún simbolismo?
-Bien puede ser que Juan no pretendiera más que hacer notar el esplendor de la Ciudad de Dios, en la que hasta los cimientos eran piedras preciosas de precio incalculable.
-Hay otra posibilidad interesante. En Oriente se creía que la ciudad de los dioses estaba en el cielo y había doce puertas por las que entraban y salían las estrellas para hacer su recorrido. En conexión con la ciudad de los dioses están los signos del Zodiaco, que comprende los 12 signos, casas o constelaciones que recorre el Sol en su curso anual aparente. Lo curioso es que los signos del Zodiaco tienen como sus correspondientes piedras preciosas exactamente estas doce, pero en orden inverso… Por lo menos es posible que Juan estuviera pensando en la Ciudad de Dios como la consumación de la antigua idea de la ciudad de los dioses, pero infinitamente más gloriosa.
Lo más alucinante de las piedras preciosas de esta descripción es el que las puertas de la Ciudad de Dios fueran cada una gran perla. En la antigüedad las perlas eran las joyas más valoradas. Las puertas de perla son un símbolo de una belleza inimaginable y de una riqueza incalculable.
5-La Presencia de Dios y la salvación universal
Apocalipsis 21:22-27
En el versículo 22 Juan establece una característica única de la Ciudad de Dios: no hay en ella ningún templo. Ya hemos advertido que la Ciudad está edificada en la forma de un cubo perfecto, indicando que toda ella es el Lugar Santísimo; en toda ella está plena y constantemente la presencia de Dios.
Aquí hay un simbolismo fácil de comprender para todo el mundo. No es el edificio el que hace la iglesia, ni la liturgia, ni la forma de gobierno, ni el método de ordenación de los ministros. Lo único que hace la iglesia es la presencia de Jesucristo.
La Ciudad de Dios no necesitaba una luz creada, porque Dios, la Luz increada, estaba en medio de ella (Isaías 60:19s; Salmo 36:9). Solo cuando vemos las cosas a la luz de Dios las vemos como son.
Aquí tenemos un cuadro de la salvación universal. Se dice a menudo que los judíos no esperaban más que la destrucción de los gentiles; pero hay mucho en sentido contrario, y voz tras voz que habla del tiempo cuando toda la humanidad conocerá y amará a Dios (Isaías 2:2-4; 11:12; 49:6; 51:5; 55:5; 56:68; 66:19; Jeremías 3:17; 16:19-21; Daniel 7:14; Sofonías 2:11; 3:9; Zacarías 2:13; 14: 9)
Juan estaba pronosticando la consumación de una esperanza que siempre estuvo en los corazones de sus compatriotas más elevados.
Recogemos otros tres puntos antes de salir de este capítulo.
-Juan insiste más de una vez en que no habrá noche en la Ciudad de Dios. La presencia de Dios será una luz eterna (Salmo 139:12).
En la nueva edad las tinieblas habrán pasado y ya no habrá más que luz.
-Como los antiguos profetas, Juan menciona repetidas veces a los gentiles y sus reyes trayendo sus dones a Dios… Cuando uno ingresa en la Iglesia debe aportar su don: el escritor, sus poderosas palabras; el pintor, su habilidad con el color; el escultor, su dominio de la línea y la forma y la masa, el músico, su música, el artesano su técnica. No hay don que la Iglesia no pueda utilizar.
-Al final del capítulo hay una amenaza. Los que no quieran abandonar el mal de su camino serán excluidos de la Ciudad de Dios.
Versículo para aprender:
“Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal”
Apoc. 21: 11
Lección nº 41:
LA CIUDAD DE DIOS:
EL RÍO DE LA VIDA, EL ÁRBOL DE LA VIDA
Y LA VENIDA DEL SEÑOR
Apocalipsis 22: 1-13
1-El río de la Vida y el Árbol de la Vida
Apocalipsis 22:1-2
Hasta ahora se ha dado la descripción del exterior de la Santa Ciudad; ahora la escena se traslada al interior.
Primero, está el río del agua de la vida. Este cuadro refleja muchos pasajes del Antiguo Testamento (Salmo 46:4; Joel 3:18; Zacarías 14:8).
Se identifica el río de la vida con el Espíritu. En el Cuarto Evangelio dice Jesús: « El que crea en Mí, de su interior brotarán ríos de agua viva.» Y Juan lo explica: «Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyeran en Él» (Juan 7:38s).
Pero bien puede ser que aquí se trate de algo más sencillo: En las tierras cálidas y en los desiertos, el agua era, y es literalmente, la vida. Y el río de la vida bien puede representar la vida abundante que Dios provee gratis para su pueblo.
La figura del árbol de la vida tiene como antecedente al del Huerto del Edén (Génesis 3: 6)…
El árbol da muchos frutos diferentes. Sin duda podemos ver aquí el simbolismo de los frutos del Espíritu (Gálatas 5:22s). En cada fruto diferente para cada mes del año, ¿no podemos ver simbolizado que en la vida que Dios da hay una gracia especial para cada edad, desde la cuna hasta la sepultura?
El árbol de la vida ya no nos está vedado; está ahí, en medio de la Ciudad, para que todos tomen su fruto… Ni tampoco está reservado el árbol de la vida a los judíos ni a ninguna otra raza; sus hojas son para la sanidad de las naciones; esta es una visión universal… Solamente en el Espíritu de Dios pueden encontrar sanidad las heridas y las grietas de las naciones.
2-La pureza de los Santos
Apocalipsis 22:3-5
Aquí culmina la descripción de la Ciudad de Dios.
No habrá allí ninguna cosa maldita…Nada amenazará la vida de los fieles… Los siervos de Dios verán su rostro. Se cumplirá la promesa de que los de corazón limpio verán a Dios (Mateo 5:8). Comprenderemos mejor la grandeza de esa promesa si recordamos que al cristiano se le concede el privilegio que se le negó a Moisés (Éxodo 33:20,23)… Sólo fijando la mirada de la fe en Jesús podemos ver a Dios perfectamente (Juan 14:9).
La visión de Dios produce dos cosas. Produce una perfecta adoración; donde se ve siempre a Dios, toda la vida se convierte en un acto de culto. Produce una verdadera consagración; los habitantes de la ciudad tendrán el nombre de Dios en sus frentes, lo que será una muestra de que le pertenecen exclusivamente a Él.
Juan vuelve a su visión de que en la Ciudad de Dios no puede haber ya nunca tinieblas ni necesidad de ninguna otra luz, porque allí está la presencia de Dios.
Al final de la visión llega la promesa de que el pueblo de Dios reinará para siempre jamás. En la perfecta sumisión a Él encontrarán los suyos la perfecta libertad y la única verdadera soberanía.
3-La Venida de Cristo
Apocalipsis 22:6-9
Lo que nos queda del último capítulo del Apocalipsis está curiosamente deshilvanado. Se ponen las cosas sin un orden aparente; hay repeticiones de cosas que han salido antes; y a veces es difícil saber quién es el que está hablando.
Tenemos tres interlocutores.
El primero es uno de los ángeles que han sido los intérpretes de cosas divinas para Juan. Una vez más subraya la verdad de todo lo que ha visto y oído Juan. «El Dios de los espíritus de los profetas» quiere decir el Dios que inspiró las mentes de los profetas. Por tanto, los mensajes que ha recibido Juan procedían del mismo Dios.
El segundo interlocutor es Jesucristo mismo. Reitera que su vuelta no se retrasará mucho. Y entonces pronuncia su bendición para con todos los que lean y obedezcan las palabras del libro de Juan.
El último interlocutor es el mismo Juan. Se identifica como el autor del libro. Y entonces, sorprendentemente, hace exactamente la misma advertencia contra el culto a los ángeles de 19:10; Juan era tan consciente de los peligros del culto a los ángeles que creía que era necesario hacer la misma advertencia dos veces. Es cierto que no nos deja la menor duda de que solo debemos adorar a Dios.
4-El Libro abierto
Apocalipsis 22:10-11
Este pasaje insiste en que la venida de Cristo es inminente; debe de ser el Cristo Resucitado el que está hablando.
En los apocalipsis más antiguos, escritos entre los Testamentos, se advierte siempre que se sellen y se guarden para un futuro lejano (Daniel 8:26).
Pero en este caso no es el tiempo para sellar, sino para abrir y leer; porque la venida de Cristo puede tener lugar en cualquier momento.
Entonces, ¿qué sentido tiene este curioso pasaje que parece decir que la gente se quede donde y como esté? Hay dos posibilidades.
-Llega un tiempo cuando ya es demasiado tarde para cambiar (Daniel 12:10; Ezequiel 3:27).
Una persona puede rechazar el camino de Cristo hasta tal punto que acabará por no poder seguirlo. Ese es el pecado contra el Espíritu Santo.
-Un antiguo comentador dice que el Cristo Resucitado está diciendo: “Que cada cual haga lo que le parezca; Yo no obligo a nadie.” En tal caso esta seria otra advertencia de que cada persona escribe su propio destino.
5-Las Credenciales del Señor
Apocalipsis 22:12-13
El Cristo Resucitado anuncia una vez más su inminente vuelta; y presenta dos credenciales imponentes:
-Trae consigo su recompensa para dar a cada persona conforme sea su obra.
-Él es el Alfa y la Omega, el primero y el último, el principio y el fin. Esta es una repetición de los títulos usados en 1:17; 2:8; 21:6.
Hay aquí más de una idea.
a)Está la idea de completar. Los griegos usaban la expresión del alfa a la omega, y los judíos del álef a la tau, como nosotros de la a a la z, para indicar la serie completa. Aquí tenemos un símbolo de que Jesús tiene en sí mismo absolutamente todo, y no necesita de nada de ninguna otra fuente.
b)Está la idea de la eternidad. Él incluye en sí mismo todo el tiempo, porque es el primero y el último.
c)Está la idea de la autoridad. Los griegos decían que Zeus era el principio, el centro y el fin. Los rabinos judíos tomaban esta idea y se la aplicaban a Dios, con su propia interpretación. Decían que, como Dios era el principio, no recibía su poder de ningún otro; como era el centro, no compartía su poder con nadie; y como era el fin, no le pasaba su poder a nadie.
Versículo para aprender:
“He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según su obra”
Apoc. 22: 1-13
Lección nº 42:
LAS PALABRAS FINALES…
Apocalipsis 22: 13-21
1-Los aceptados y los rechazados
Apocalipsis 22:14-15
Los que laven sus ropas tendrán derecho a entrar en la Ciudad de Dios.
La versión Reina-Valera tenía, hasta la revisión del '09, en el versículo 14: Bienaventurados los que guardan sus mandamientos. En griego, las dos frases pueden ser bastante parecidas. Los que han lavado sus ropas es en griego hoi plynontes tás stolás, y los que hacen sus mandamientos es hoi poiuntes tas entolás. En los manuscritos más antiguos del Nuevo Testamento se escribías todas las palabras seguidas y en mayúsculas. Si ponemos estas dos frases en mayúsculas vemos que son semejantes:
“Los que han lavado sus ropas” es la traducción del texto de los mejores manuscritos, pero es fácil comprender que se pudiera cometer una equivocación al copiar esta frase, sustituyéndola por otra más corriente.
Esta frase muestra la parte de cada persona en su salvación. Es Jesucristo quien ha provisto en la Cruz esa gracia por la que solamente se puede obtener el perdón; pero cada persona tiene que apropiarse ese Sacrificio. Los que entran en la Ciudad de Dios son los que han aceptado el Sacrificio de Jesucristo.
Sigue la lista de los que están excluidos de la Ciudad de Dios. Ya hemos considerado una lista muy parecida en 21:8 de los que fueron arrojados al lago de fuego. El nuevo término aquí es el de perros, que puede tener dos significados.
-El perro era el símbolo de todo lo salvaje y sucio. Por eso llamaban perros los judíos a los gentiles. Alguien sugirió que los perros son no solo los desvergonzados y los descreídos, sino también los cristianos que “vuelven al vómito” después del bautismo. Así es que el perro puede ser un símbolo de todo lo repugnante.
-Se puede tener en cuenta también que en algunos templos antiguos había no solamente prostitutas sagradas sino también varones prostitutos sagrados, y era a estos a los que se llamaba corrientemente perros. Perro puede designar a una persona totalmente inmoral, y es probable que ese sea su sentido aquí.
Todo el que ama o practica la falsedad está excluido. Aquí hay un eco del salmista: «No habitará dentro de mi casa el que practica el fraude; el que dice mentiras no permanecerá en mi presencia» (Salmo 101:7).
2-El Garante de la Verdad
Apocalipsis 22:16
Jesús garantiza la verdad de todo lo que Juan ha visto y oído. El libro empieza prometiendo una revelación que ha de dar Jesucristo (1:1); esta es la confirmación que da Jesús de que la visión procedía de Él.
A continuación pasa a exponer, como si dijéramos, sus credenciales.
-“ Yo soy la raíz y el linaje de David”, dice. Esa es una referencia a Isaías 11:1: Jesús está diciendo que en Él se cumple esta profecía, que Él es al mismo tiempo la fuente eterna del ser del que procedía David, y su descendiente prometido.
-« Yo soy la Estrella resplandeciente de la mañana,» dice Jesús. El comparar a un hombre con la estrella de la mañana era colocarle muy alto en la categoría de los héroes. Los rabinos, por ejemplo, dieron a Mardoqueo ese nombre. Y más que eso: esto recordaría la gran profecía mesiánica: «Saldrá estrella de Jacob» (Números 24:17).
Jesús dijo ser la Luz del mundo (Juan 8:12).
Cuando el Cristo Resucitado dijo que era la Estrella de la mañana se presentaba de nuevo como la luz del mundo y el disipador de las tinieblas del mundo.
3-La gran Invitación
Apocalipsis 22:17
Todo el pasaje es una gran invitación a todas las personas para que acudan a Cristo. Se descompone en tres secciones.
-Está la invitación del Espíritu y de la Esposa. La Esposa, como sabemos, es la Iglesia. Pero, ¿que hemos de entender por el Espíritu? Puede que sea el Espíritu que habló por los profetas y que está siempre llamando a las personas para que vuelvan a Dios. Lo más verosímil es que Juan llame el Espíritu a la voz del mismo Jesús.
-Que el que oiga diga: "¡Ven!"» simboliza la gran verdad de que todo cristiano tiene que ser un misionero. El que ha sido hallado por Cristo debe hallar a otros para Cristo.
-La tercera sección es una invitación a todas las almas sedientas para que acudan a Jesucristo para satisfacer su necesidad (Isaías 55:1). Y también de la gran proclamación del mismo Jesús (Juan 6:35).
Solamente en Cristo puede el alma anhelante encontrar plena satisfacción.
4-La Advertencia
Apocalipsis 22:18-19
Hay algunas cosas que notar en esta advertencia solemne. Contra lo que nos advierte es contra tergiversar la enseñanza que contiene el libro. Es con mucho lo que quería decir Pablo cuando dijo: “Si alguien os está predicando un evangelio diferente del que habéis recibido, sea anatema” (Gálatas 1:8s).
Encontramos advertencias parecidas en otros lugares de la Biblia (Deuteronomio 4:2; Proverbios 30:5s).
En los días antiguos, como todos los libros se copiaban a mano y todo el mundo sabía lo fácil que era cometer errores, era costumbre insertar al final del libro una advertencia para evitar las erratas… Tal vez Juan también pensaba en esto…
5-Las últimas palabras…
Apocalipsis 22:20-21
En medio de la terrible persecución de su tiempo, lo único que anhelaba Juan era el rápido regreso de Cristo. Esa esperanza no se materializó en su tiempo, pero no podemos dudar que Cristo cumple abundantemente su promesa de estar con los suyos hasta el fin del mundo (Mateo 28:20).
Entonces viene la gloria. Suceda lo que suceda, Juan estaba seguro de la gracia del Señor Jesucristo, y de que era suficiente para todas las cosas.
Es sin duda simbólico, y maravillosamente apropiado, el que la última palabra de la Biblia sea GRACIA.
Versículo para aprender:
“La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén”
Apoc. 22: 21
0 comentarios:
Publicar un comentario