Una cosa que el Señor está enseñándome es el amor.
Ese es LA característica del cristiano Juan 13.35 De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros. Pero el Señor ha puesto mi atención en una dirección diferente para mí. El me ha mostrado que el amor es una cosa muy positiva.
Miremos hacia las características del amor en 1 Corintios 13.4-8 El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor jamás se extingue. Podemos notar que el amor es muy positivo.
El es sufrido, paciente, es decir da tiempo a la persona para hacer la cosa correcta. Dios me mostro que una manera de hacerlo es ignorar las cosas malas y enfocar en las cosas buenas (podemos ver en versículo 5 que no se irrita). El amor es benigno, es decir hace buenas cosas o cosas positivas.
El amor no tiene envidia, es decir tiene gozo cuando alguien recibe algo bueno. No es negativo cuando alguien está bendecido. Tampoco, no enfoca en lo bueno de lo suyo o, no es jactancioso no se envanece. Para hacer esto, debemos de dar crédito a Dios y otros quienes que han ayudado nosotros a llegar donde estamos. En fin, un cristiano es muy positivo hacia otros y no es negativo.
Amor no se irrita, no guarda rencor, y no se goza de la injusticia. Como Proverbios dice, el amor cubre todas las faltas. En otras palabras, un cristiano ignora lo negativo en otros y busca lo positivo. Esto es la única manera para hacer este mandamiento. Cuesta mucho para hacerlo.
El amor sufre y soporto todo que el otro hace. Para hacer esto debe de buscar el positivo y no el negativo. Todos tenemos ambas cosas, podemos mirar lo que queremos. Amor cree y espera en y por lo mejor para el otro, no en lo negativo. En fin, el amor nunca deja de ser. ¨Nunca deja de ser que‚? POSITIVO!!
En Gálatas 5.19-23 Las obras de la naturaleza pecaminosa se conocen bien: inmoralidad sexual, impureza y libertinaje; idolatría y brujería; odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, disensiones, sectarismos y envidia; borracheras, orgías, y otras cosas parecidas. Les advierto ahora, como antes lo hice, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas. Podemos ver esto muy claro, también. En versículos 19-21 podemos ver mucho negativo hacia otros, incluye enemistades, iras, contiendas, etc. Sino, el otro lado es muy positivo, por ejemplo: paz, bondad, fe, y mansedumbre.
Más, veamos Filipenses 4.8 Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio.
Para concluir, creo que podamos resumir la vida cristiana y amor así: enfoque en lo positivo y olvide lo negativo en otros y, en realidad, toda la vida. Es trabajo, y no es natural, pero es la única manera para hacer lo que el Señor nos mandó. ¡¡Sea positivo y no sea negativo!!
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El hombre natural no sabe amar ni puede amor, porque primero necesita el amor de Dios y para eso tenemos que presentar a Jesús como la fuente de amor.
ResponderEliminarAgregaríamos entonces en nuestro evangelismo que no solo veamos a las personas positivas, sino también aquellas negativas que no contribuyen al desarrollo de una nación, Jesús vino también por ellos, por eso dice Pablo que lo necio, lo débil, lo menospreciado escogió Dios para avergonzar al fuerte, al sabio.
Seamos socios fructíferos del Señor Jesús